Las grandes cuestiones a tener en cuenta antes de comprar una casa con hipoteca
¿Comprar una vivienda o vivir de alquiler? Meterse en una hipoteca es una de las decisiones más importantes de la vida. ¿Adquirirla de segunda mano o de obra nueva? ¿Qué casa puedo permitirme? ¿Elegir una hipoteca variable, fija o mixta? Estas son preguntas habituales que hay que hacerse antes de firmar el préstamo con el banco, puesto que a partir de este momento, pagar la cuota de la hipoteca es una obligación que va a convertirse en la prioridad. Para que puedas tomar la mejor decisión, en esta guía puedes consultar algunas de las cuestiones a tener en cuenta para que tengas toda la información al alcance.
Contenido de la información:
1. Precio y presupuesto
El precio de la vivienda es la principal barrera de entrada y es la primera cuestión a tener en cuenta. Para ello, una de las mejores opciones es saber qué vivienda puedes comprar según tus ingresos o, lo que es lo mismo, qué hipoteca me puedo permitir. Teniendo en cuenta tanto la entrada, como los gastos de provisión de fondos antes de la firma de la hipoteca.
Una vez con este aspecto aclarado, ya puedes empezar a buscar en distintos rangos de precio. En el caso de contar con un presupuesto limitado, siempre puedes buscar sitios donde comprar casas por menos de 30.000 euros. También a un precio menor destacan las ofertas de casas contenedor con precios desde 12.500 euros o las casas prefabricadas por 30.000 euros.
En este tipo de viviendas en las que el precio es menor es fundamental asegurarse de que todo está en orden. Para ello, hay que comprobar si la vivienda está libre de cargas a través del certificado libre de cargas de vivienda o saber si la casa que quieres es ilegal para evitar comprar una vivienda con infracción urbanística.
2. ¿Comprar una vivienda nueva o de segunda mano?
Es uno de los primeros planteamientos. ¿Qué es mejor, comprar una vivienda de obra nueva o elegir una de segunda mano? Ambas opciones tienen sus ventajas y sus inconvenientes.
De manera resumida, comprar una casa de segunda mano es un trámite mucho más rápido, puesto que la casa ya está terminada y solo hay que hacer los trámites burocráticos para entrar a vivir. Mientras que las casas de obra nueva suelen ofrecer a los futuros compradores un plazo de varios meses y de hasta un año para entregarles las llaves. En el peor de los casos, puede que la obra quede paralizada y tengas que esperar más para tener la casa.
En contraposición a lo anterior, una vivienda de segunda mano ya tiene unos cuantos años de uso y puede estar mejor o peor cuidada, en función de los anteriores dueños. Mientras que la vivienda de obra nueva está para estrenar y puedes alargar más su vida sin tener que hacer reformas.
En cuanto a la vivienda de segunda mano, si encuentras algún chollo inmobiliario, aunque esté en malas condiciones o necesite una reforma integral, siempre puedes aprovechar la situación y rehabilitar una casa de pueblo para hacerla más sostenible. Y obtener un beneficio por partida doble, porque además, si te ajustas a los requisitos, puedes informarte sobre donde solicitar las ayudas para rehabilitación de vivienda y ahorrar costes al hacerlo.
3. Préstamo hipotecario
¿Qué tipo de préstamo quieres pedir? Aunque la situación actual de inflación está causando mella en la contratación de hipotecas variables por la subida del euríbor, sigue habiendo ofertas de hipotecas variables con buenas condiciones.
En cualquier caso, antes de decidir es importante que compares entre las distintas ofertas y revises tanto las de tipo variable como las ofertas de las mejores hipotecas fijas de 2023. Si tras la contratación, la situación financiera del país cambia por completo, siempre puedes cambiar la hipoteca variable a fija o viceversa.
Una vez tengas claro este aspecto, puede que el banco eche un poco el freno al proceso del préstamo si no reúnes los requisitos financieros y de estabilidad. Ante estas situaciones, hay que plantearse otras alternativas y ser previsores para que el procedimento no se alargue demasiado. En muchos casos, para que el banco dé el visto bueno será necesario que el cliente cuente con un aval o una hipoteca de doble garantía.
En cualquier caso y, más allá de condiciones específicas, hay una serie de requisitos para pedir una hipoteca que son imprescindibles y siempre exigen los bancos.
El siguiente paso tras revisar todos estos aspectos consiste en iniciar la búsqueda para elegir el producto que mejor se adapte a cada caso. Para ello, es fundamental comparar las hipotecas y fijarse en los aspectos más importantes para elegir el producto que mejor se ajuste a las necesidades de cada cliente.