Las dietas más efectivas son la mediterránea, la DASH y la Clínica Mayo
¿Cuáles son las dietas más efectivas para adelgazar? Esta podría ser perfectamente la pregunta del millón. Es difícil saber cuáles son las mejores dietas para adelgazar rápido sin que nuestra salud se resienta, pero te presentamos tres ejemplos donde esta premisa se cumple: la dieta mediterránea, la dieta DASH y la dieta de la Clínica Mayo.
Contenido de la información:
Dieta mediterránea
Se trata de una de las mejores dietas efectivas sin rebote que existen. Afortunadamente, nuestro país goza de una de las gastronomías más variadas del planeta. De ahí que su dieta también lo sea, puesto que se basa en consumir carne, pescado, fruta, verduras, hortalizas, cereales, legumbres, frutos secos y aceite de oliva.
No solo se trata de una de las principales dietas sanas para adelgazar, sino que también se ha demostrado que previene de enfermedades y mejora notablemente nuestra salud. De hecho, algunos estudios han constatado que al seguir la dieta mediterránea el riesgo de sufrir un infarto de miocardio se reduce hasta un 30 %.
Cómo perder peso con la dieta mediterránea
Esta dieta es una de las más completas que existen, puesto que no tiene carencias nutricionales, como ocurre con otras dietas más agresivas. Combinada con ejercicio diario, es posible perder peso de forma rápida y segura.
La dieta consiste en mantener nuestro índice de masa corporal mientras disfrutamos de comidas variadas, por lo que es totalmente opuesta a dietas estrictas como la de la piña.
Sin embargo, es necesario seguir unas pautas principales a la hora de llevarla a cabo:
– Las grasas saturadas no pueden superar el 8 % del total – Consumir pollo o pescado dos veces a la semana – Se pueden consumir hasta siete huevos a la semana – Conviene limitar la carne roja a una o dos veces por semana – Es posible tomar una o dos copas de vino al día – Beber dos litros de agua mineral al día – Consumir 5 piezas de fruta diarias
Lunes: Una tostada con aceite de oliva y un zumo de naranja para desayunar. En el almuerzo, un bocadillo de pavo y una fruta. Para comer, merluza con ensalada y fruta. A media tarde podemos comer una tostada y para cenar, lomo a la plancha con pimiento.
Martes: Debemos empezar el día con cereales integrales, un vaso de leche y un zumo de naranja. A media mañana, una fruta con un yogurt natural o un pequeño bocadillo de jamón de york. En la comida, una ensalada de pasta, pollo al horno y una fruta. Para merendar, un vaso de leche con galletas y para terminar el día, una lubina al horno con patatas y calabacín.
Miércoles: En el desayuno, leche con cereales y galletas. Más tarde, algo de fruta y frutos secos. Para comer, lentejas y un pescado azul, como el atún. Para la tarde, una tostada con mermelada baja en azúcar y para cenar, pavo al horno con champiñones.
Jueves: Al levantarse, un zumo de naranja con un vaso de leche. Para almorzar, media tostada de pavo y un yogurt natural. A la hora de la comida, un potaje de garbanzos y una ensalada. Para merendar, leche con galletas y para acabar el día, una pizza mediterránea y una pieza de fruta.
Viernes: Empezamos el fin de semana con una tostada y un zumo natural. Para almorzar, un bocadillo de lomo y queso fresco. A mediodía, un gazpacho andaluz o una paella valenciana. En la merienda podemos permitirnos un capricho, pero para cenar, hay que optar por una ensalada con tomate y huevo duro y una pieza de fruta.
Dieta DASH
Esta dieta conocida como ‘Enfoque Alimenticio para Detener la Hipertensión’ (en inglés), fue desarrollada por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos para tratar a pacientes con hipertensión.
Por lo tanto, no nació especialmente para perder peso y volumen, pero también sirve para ello.
Se compone de tres alimentos principales: frutas, verduras y lácteos bajos en grasa. Por lo tanto, los azúcares refinados, las grasas saturadas y los hidratos de carbono están prohibidos en esta dieta. De igual forma, la sal debemos descartarla prácticamente, pues las personas con la tensión alta no pueden tomarla.
Además, para que esta dieta sea efectiva se debe combinar con ejercicio diario.
Para comenzar el día podemos optar por un sándwich integral de tomate y pavo, una naranja y un té verde. En el almuerzo, podemos consumir varias rodajas de piña. Para comer, un lomo de cerdo asado con arroz integral y ensalada. A la hora de la merienda probaremos unos palitos de zanahoria y para acabar el día, pasta con tomate natural y mejillones y una gelatina sin azúcar.
Dieta Clínica Mayo
La Clínica Mayo es una de las compañías de hospitales privados más prestigiosas del planeta. La dieta con el mismo nombre fue creada por nutricionistas de la institución con el objetivo de lograr una dieta que sirviera para perder peso de forma saludable y prolongada en el tiempo.
No se trata de una dieta de choque, sino que debe seguirse como régimen de mantenimiento, puesto que no permite adelgazar de forma excesivamente rápida.
Esta dieta se estructura en dos pilares fundamentales: una alimentación basada en frutas, verduras y cereales integrales, y una dosis de 30 minutos de ejercicios diarios. Además, la dieta elimina casi en su totalidad los alimentos procesados y establece el límite calórico diario en 1.200 calorías.
Para desayunar, un yogurt desnatado y una pieza de fruta. En la comida, una ensalada de pasta y una naranja. Para cenar, una ensalada de tomate y champiñón y un tercio de pizza de queso de 12 pulgadas. Además, tanto en el almuerzo como en la merienda podemos comer una manzana.
Siguiendo este menú u otros similares, los expertos aseguran que es posible perder entre 2,7 y 4,5 kilos en la fase inicial de la dieta, que dura dos semanas aproximadamente.