Las 5 cosas que hacer en la vuelta al trabajo para evitar la depresión postvacacional
La vuelta a la rutina después del periodo vacacional provoca que muchas personas experimenten estrés, nostalgia, irritabilidad y desmotivación. Es lo que se conoce como síndrome postvacacional. ¿Pero, se puede evitar? Así es. Precisamente, buscar un reto personal es una de las claves que permite no sufrir este episodio que hace aún más pesada la vuelta al trabajo. Ello, sumado a otras prácticas, como planificar una pequeña escapada dentro de un mes o elegir el día adecuado para volver al trabajo, permiten no tener depresión postvacacional y afrontar con una mentalidad positiva la vuelta de las vacaciones. En el caso de que no hayas sido previsor y hayas experimentado algunos de los síntomas asociados a este episodio, puedes consultar desde esta otra información cómo superar la depresión postvacacional.
Contenido de la información:
Planificar nuevos retos en el ámbito laboral, personal y familiar
El cambio drástico de vida de las vacaciones a septiembre es lo que puede provocar que algunos sufran un episodio de depresión postvacacional. Se trata de un conjunto de síntomas que, “si se establece un plan adecuado, es posible evitarlo en los diferentes ámbitos de la vida personal y profesional“, explica Miguel J. Roldán, coach y presidente de The International School of Coaching, que establece los siguientes pasos a seguir para no caer en la temida depresión tras las vacaciones:
En el día a día: no intentar abarcar todo lo pendiente a la vez
En la vuelta al trabajo es esencial pensar que es imposible abarcar todo lo que ha podido quedar pendiente. Esto origina un estado de estrés. Así, lo ideal es priorizar las tareas. Por otro lado, es importante retomar de un modo gradual las relaciones con los compañeros. Así, Roldán afirma que “celebrar una reunión informal inicial donde poder hablar de lo que hemos hecho y disfrutado, conocer lo que ha pasado en nuestra ausencia, y poner encima de la mesa aquellos asuntos que tenemos que ir tratando en los próximos días, es muy positivo”.
Muchas veces el agobio llega al pensar en todo lo que hay pendiente para hacer a la vuelta. Pero lo mejor es no agobiarse con pensamientos y acudir al trabajo con una actitud relajada para abordar tarea por tarea.
En la vida familiar: ejercicio de reflexión sobre el periodo vacacional
A la hora de retomar las clases, tanto los niños como los padres pueden sufrir la depresión postvacacional. Por eso, es importante y recomendable “realizar con los niños una actividad previa donde en una libreta puedan ellos mismos explicar mediante fotos, textos o dibujos dónde han estado, qué actividades han hecho. El objetivo es que tengan ganas de llevarlo al cole, enseñarlo y compartirlo con amigos, compañeros y profesores”, comenta Roldán. Asimismo, los padres deberán explicar a sus hijos la importancia del estudio para la vida y “que las vacaciones nos ayudan a recargar energía para después seguir estudiando”.
En la vida personal: buscar un reto
Lo primero que hay que pensar es, tal y como sostiene Roldán, es que la vuelta a casa no tiene por qué significar necesariamente el fin del ocio. Por este motivo, “en nuestros ratos libres podemos hacer actividades baratas e incluso gratis si la economía está más mermada después de las vacaciones: hacer deporte, salir a pasear, quedar en casa de unos amigos, leer un libro o asistir a algún acto cultural del municipio, entre otros.”. Por otro lado, es muy interesante, para poder mantener la motivación y la vitalidad, buscar un reto personal, “puede ser desde correr la próxima maratón si te gusta el deporte, crear un blog, hasta apuntarte a algún curso de aquello que necesites aprender”.
En la vida económica: administrar las finanzas personales tras los gastos de las vacaciones
Lo principal tras el gasto que han supuesto las vacaciones es intentar, en la medida de lo posible, recortar gastos superfluos: usar más transporte público, buscar actividades para el tiempo libre, comparar precios en la compra, etc. Por otro lado, Roldán sostiene que para administrar las finanzas personales de forma inteligente es necesario elaborar un buen presupuesto mensual sencillo con ingresos y gastos reales, evitar compras compulsivas, pagar primero las deudas, antes de meterse en otras y ahorrar al menos un 5 % de lo ingresado recortando gastos superfluos.
Evitar volver un lunes o martes
La vuelta al trabajo tras las vacaciones de verano es el momento más duro del año para los trabajadores. Por ello, entre los antídotos para evitar esa situación, son muchos los que optan por incorporarse gradualmente al trabajo, evitando los lunes y los martes. De esta manera, el proceso de adaptación es mucho más liviano porque no hay que afrontar una semana completa. Lo que supone un gran incentivo que permite que la vuelta a la rutina se haga menos pesada.
Escapada de fin de semana para septiembre u octubre
Es otro de los mejores remedios para evitar sufrir un síndrome postvacacional. ¿Qué mejor que terminar las vacaciones organizando una pequeña escapada? La vuelta al trabajo es mucho menos dura si hay una pequeña escapada a la vista en cuestión de uno o dos meses.
De manera adicional, es clave segmentar las vacaciones a lo largo del año para que ningún trimestre sea especialmente duro. De esta manera, es mucho más productivo dividir los descansos a lo largo del año. Una buena idea es escoger dos semanas seguidas de vacaciones, por ejemplo, en verano, para que sea un periodo suficientemente largo que nos permita desconectar, y distribuir el resto de los días libres en otras épocas. Esto hace que el año no nos resulte tan largo y que siempre tengamos relativamente cerca un periodo vacacional.
La importancia de los pequeños detalles
Algo que empeora el sentimiento de tristeza por acabar las vacaciones es la rutina en todas las actividades, que vuelve a apoderarse de cada día de la vida. Por ello, lo ideal es empezar por pequeños detalles que aporten un poco de aventura. Cambia tu restaurante de siempre por otro nuevo de comida exótica, sal a pasear o a tomar algo por una zona que no suelas frecuentar, consulta las actividades culturales y de ocio de tu ciudad y elige una diferente.
Aporta un toque de innovación a la cena de esta noche buscando una receta nueva que te parezca suculenta y prueba a llevarla a cabo, organiza una fiesta sin motivo para tus amigos, apúntate a ese curso de cata de vinos que siempre quisiste hacer o a clases de chino… Está claro que todo esto conlleva un riesgo, que no te guste o que prefieras volver a tus costumbres. Pero la diversión de intentarlo y la emoción de las experiencias nuevas está asegurada.
No abandonar del todo el modo vacaciones
Seguro que echas de menos las actividades que realizabas en las vacaciones. Tendrás que renunciar a una buena parte de ese estilo de vida, pero no a todo. ¿Qué era lo mejor de las vacaciones? Si, por ejemplo, te encantaba darte un baño antes de acostarte, puedes hacerlo en una piscina climatizada. Si te encantaba ir de compras, programa un día con tus amigos/as para hacerlo. Si te encantó el spa del hotel, acude a uno en la ciudad. Si la comida del hotel o de la ciudad era fabulosa, trata de encontrarla o cocinarla tú mismo. Intenta aprender de las experiencias que descubriste en vacaciones y conservar la parte que puedas.