La videoconsola OUYA pone contra las cuerdas a las plataformas de Nintendo, Sony y Microsoft
OUYA es la nueva revolución por 80 euros. Esta propuesta de videoconsola es sencilla y, casi casi, opuesta a la de las consolas tradicionales, pero viene dispuesta a llevarse un buen trozo del pastel: precios asequibles, código abierto, posibilidades de modificación, free-to-play y oportunidades para los pequeños desarrolladores son algunos de sus puntos fuertes. Que tiemblen Sony, Nintendo y Microsoft, que podrían encontrarse con un nuevo competidor capaz de revolucionar la industria del videojuego.
“OUYA aparece en un momento que podría acabar siendo su momento. Dicen que las crisis agudizan el ingenio, y esta nueva consola podría convertirse en un punto de inflexión para futuros acontecimientos que redirijan el rumbo de la industria, adaptándose al entorno en un proceso similar a la selección natural descrita por Darwin”, explica Jaime Pérez, especialista de juegoreviews.com.
¿Cuáles son las claves de OUYA?
En primer lugar, y como punto de partida, OUYA es un proyecto que ha levantado un interés en la comunidad de jugadores pocas veces visto hasta la fecha. El objetivo inicial de recaudación estaba fijado en 950.000 $ y en el momento de escribir estas líneas ya superaba los 5 millones, convirtiéndose en el proyecto más popular de KickStarter hasta la fecha.
Por otra parte, OUYA se presenta en cierto modo como un nexo de unión entre los dispositivos móviles y las consolas de sobremesa, uniendo algunas de las virtudes de cada uno de ellos.
Los juegos en dispositivos móviles son los que experimentan un mayor crecimiento hoy en día, pero siguen teniendo un inconveniente: jugar en una pantalla de tamaño reducido y con un método de control (normalmente táctil) que cuenta con sus propias limitaciones. Muy pocos jugadores pueden afirmar que no echen de menos su televisión y un gamepad en condiciones. OUYA pretende hacer precisamente eso, llevar la experiencia jugable de mayor tirón de vuelta a las pantallas HD de nuestros hogares, con las comodidades que ello implica, en lugar de dejarnos los ojos en smartphones y en menor medida, en nuestras tabletas.
El hecho de devolver la experiencia de juego al lugar que le corresponde, implica que también se traslada el ingenio de todos esos estudios que hacen auténticas maravillas con recursos limitados. Porque hay que reconocer que los proyectos más originales, llámense indies, independientes o de autor, se han arremolinado en mayor medida alrededor de los dispositivos portátiles.
Proyectos independientes
Una mayor libertad para dar rienda suelta a la imaginación y al entusiasmo por innovar, que se alejan de las cláusulas leoninas de los contratos con los grandes fabricantes y productores, que ante todo, quieren rentabilizar su inversión.
La consola tendrá un precio de salida de 99 $ (80 euros) y se verá una buena cantidad de juegos gratuitos, o parcialmente gratuitos, porque serán los propios desarrolladores los que decidan cuándo y cuánto cobrar por el contenido. La experiencia nos dice que muchos estudios con grandes ideas y ganas de darse a conocer, pondrán a disposición de la comunidad de jugadores muchas de sus obras sin cobrar un solo euro. Y, los que ya están consolidados, cabe esperar que mantengan un nivel de precios similar al que vemos hoy en Apple Store o Android market, es decir, precios asequibles para cualquiera.
Hay que tener en cuenta que los kits de desarrollo serán especialmente baratos, para alegría de los nuevos desarrolladores y sobre todo para que no se repercutan en precio a pagar por el usuario final. Sea como sea, OUYA será una consola “low cost” en el mejor de los sentidos, porque de hecho, y a pesar del nivel de precios, hay proyectos en marcha que poco tendrán que envidiar a juegos de primera línea para consolas tradicionales.
“El mundo de los juegos en general, y las consolas en particular, pasan por unos momentos extraños. A la discutida rentabilidad de los títulos triple A, se suman algunos mensajes apocalípticos sobre el fin de las consolas de sobremesa tal y como las conocemos. Hasta tal punto de llegar a hacerse comentarios comparativos con la extinción de los dinosaurios, OUYA puede ser una solución al convulso mercado de las consolas”, concluye Jaime Pérez.