La testosterona y el trabajo

La testosterona y el trabajo
NOTICIA de Javi Navarro
31.08.2009 - 16:51h    Actualizado 13.01.2023 - 09:45h

Aunque se ha debatido mucho sobre las diferencias sociales y biológicas entre hombres y mujeres, un nuevo estudio de la University of Chicago Booth School of Business, el Departamento de Desarrollo Humano Comparativo de la Universidad de Chicago y la Kellogg School of Management de la Universidad NorthWestern, analiza cómo la testosterona desempeña una importante función en las diferencias de género en el riesgo financiero y las preferencias profesionales de los trabajadores. Estudios previos han puesto de manifiesto que la testosterona mejora la competitividad, reduce el miedo y está asociada con conductas arriesgadas como el juego y el consumo de alcohol. Sin embargo, hasta ahora, no se había analizado el impacto de la testosterona en las diferencias de género en la toma de riesgos financieros.

La investigación “La testosterona influye en las diferencias de género en la aversión al riesgo financiero y las preferencias profesionales” (“Gender differences in financial risk aversion and career choices are affected by testosterone”), fue realizada por Paola Sapienza, Profesora Titular de la Kellogg School of Management de la Universidad Northwestern; Luigi Zingales, Robert McCormick Catedrático de la University of Chicago Booth School of Business; y Dario Maestripieri, Catedrático de Desarrollo Humano Comparativo de la Universidad de Chicago.

En general, las mujeres son más reacias a correr riesgos que los hombres cuando se trata de tomar decisiones financieras importantes, lo que a su vez puede afectar a sus preferencias profesionales“, afirma Sapienza. “Por ejemplo, en nuestro grupo de muestra, solo el 36 por ciento de las mujeres estudiantes de un Máster en Administración y Dirección de Empresas (MBA) eligieron profesiones de alto riesgo en las finanzas como la banca de inversiones o la bolsa, frente al 57 por ciento de los estudiantes varones.

Queríamos determinar si estas diferencias de género tienen relación con la testosterona, una hormona que los hombres tienen, por lo general, en mayor concentración que las mujeres.”

Los investigadores, utilizando una medida del rechazo al riesgo basada en la economía, descubrieron que unos niveles más altos de testosterona estaban asociados con una mayor disposición al riesgo en las mujeres.

Sin embargo, en los hombres y las mujeres que tenían un nivel de testosterona similar, no se observó ninguna diferencia de género en cuanto a la aversión al riesgo.

Asimismo, los investigadores revelan que la relación entre la aversión al riesgo y la testosterona determinaba las preferencias profesionales una vez concluidos los estudios:los individuos con altos niveles de testosterona y baja aversión al riesgo optaron por profesiones con mayor riesgo en las finanzas.

Este es el primer estudio que revela que las diferencias de género en la aversión al riesgo financiero tienen una base biológica, y que las diferencias en los niveles de testosterona entre los individuos pueden afectar a aspectos importantes de la conducta económica y a las decisiones profesionales“, afirma Maestripieri.

Para investigar la relación entre la testosterona y la aversión al riesgo, los autores midieron los niveles de testosterona en muestras de saliva (así como en marcadores de testosterona prenatal como la longitud de los dedos) de aproximadamente 500 estudiantes de MBA de la University of Chicago Booth School of Business.

Como parte de una asignatura obligatoria del MBA, se pidió a los estudiantes que participaran en un experimento de laboratorio para medir la relación entre el riesgo y los niveles hormonales. Durante dos días del mes de octubre de 2006, se pidió a los participantes que jugaran a un juego informático que evaluaba sus actitudes de aversión al riesgo. Respondieron a una serie de preguntas en las que tenían que decidir entre aceptar un premio económico garantizado o seguir jugando a una lotería más arriesgada pero con un premio mayor. Los estudiantes tenían que elegir repetidamente entre la lotería y el pago fijo a medida que el valor de éste aumentaba. Se tomaron dos muestras de saliva, una antes de la sesión y otra después de haber completado la prueba, para medir los cambios hormonales durante ese periodo de tiempo.

Tal y como se esperaba, los participantes más propensos al riesgo eligieron la lotería con mayor frecuencia, mientras que los individuos con mayor aversión al riesgo optaron por el premio garantizado.

En general, los hombres demostraron tener una aversión al riesgo significativamente menor que las mujeres del estudio y también tenían niveles de testosterona en saliva significativamente mayores que las mujeres.

“Este estudio tiene implicaciones significativas acerca de cómo los efectos de la testosterona podrían afectar a la asunción de riesgos real en los mercados financieros ya que muchos de estos estudiantes se convertirán en líderes del mundo financiero”, afirma Zingales. “Además, podría aclarar las diferencias de género en las preferencias profesionales.

Habría que investigar más a fondo los mecanismos a través de los cuales la testosterona afecta al cerebro en futuros estudios”.

Este nuevo estudio se ha publicado el pasado 24 de agosto en la primera edición de la revista anual Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).



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