Los ascensores son mucho más que sitios para hablar del tiempo
Cuando entramos a un ascensor lo más normal es hablar del tiempo. Sin embargo estos inventos tienen cada vez más importancia ya que sin ellos no sería posible el transporte o el buen flujo de las personas en las ciudades. Es más, y aunque no caigamos en ello, cada tres días dichos artilugios traen o llevan más de 6.000 millones de personas en todo el mundo.
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¿Alguna vez ha esperado a un ascensor y se le ha hecho eterno? Seguro que, al recordarlo, se da cuenta de la importancia que tiene mantener un buen flujo de seres humanos. Y es que está claro, los sistemas de transporte vertical (ascensores, escaleras o rampas mecánicas) pueden ser de gran calidad pero si los usuarios no están satisfechos con el servicio de poco sirve contar con los equipos más avanzados. “Es importante garantizar que quien usa el transporte vertical se traslada rápida y eficientemente”, explica Marja-liisa Siikonen, directora del equipo de KONE People Flow, un grupo especializado en la que es la cuarta empresa del mundo en transporte vertical, y cuya labor adquiere cada vez más importancia a raíz de la creciente complejidad de las estructuras de los edificios en las ciudades.
En esta compleja coreografía de ascensores que suben y bajan sin cesar todo es cuestión de segundos. “La gestión del flujo de personas estudia cómo colocar ascensores y otros sistemas de transporte de forma que se minimicen las colas y los embotellamientos”, añade. Así las cosas queda claro que la ubicación, diseño, velocidad y tamaño de los ascensores son factores que inciden en el servicio ofrecido. “Además hay que contar con sistemas de control eficientes, mecanismos de tracción rápidos y fluidos, puertas fiables, un interior cómodo, una señalización clara, indicaciones para los usuarios y una interfaz de seguridad sencilla: todo lo que integra el ascensor importa”, dice.
Análisis del flujo de personas
Determinar las mejores opciones de transporte arranca en el diseño de los edificios, junto a los arquitectos, consultores y constructores. “Normalmente los proyectos se revisan muchas veces antes de llegar a la fase de concurso y pasan unos años hasta que la empresa elegida recibe el encargo”, explica Paco Pardeiro, director de Obras Nuevas en la filial española de KONE. “El equipo de People Flow recibe los planos de los edificios a través de los empleados que trabajan con los clientes o de los propios clientes. En proyectos grandes suelen intervenir consultores que deciden los sistemas a utilizar, pero a menudo recibimos los planos sin indicaciones”, aclara.
Tras analizar los planos, se decide el tipo y cantidad de equipos y se comprueba que los productos se ajusten a los requisitos.
Los ascensores ocupan espacio y reducen la superficie disponible para usos comerciales. El diseño de los sistemas de transporte debe ajustarse al espacio destinado a este fin y a una horquilla presupuestaria. En los edificios con mucho tráfico, como los de oficinas, se necesitan el doble de ascensores que en los de viviendas. Los ascensores se diseñan para dar respuesta a los picos de demanda. “En sitios donde hay grandes multitudes, como centros comerciales o estaciones de metro, los sistemas están pensados para absorber el flujo de personas durante todo el día”, dice Pardeiro. “Las modernizaciones de edificios presentan retos específicos. De repente, la función del edificio cambia totalmente. A veces incluso se añaden pisos. Todo debe tenerse en cuenta para encontrar la mejor solución”.
La utilidad de los ascensores es tan importante que a veces y por estar tan bien integrados en nuestras ciudades no somos conscientes de que sin ellos nuestra vida se colapsaría. Ahora que por ejemplo es verano en los grandes cruceros funcionan como si fuesen grandes hoteles, pero el uso de los ascensores es incluso más intensivo. Janne Sorsa, Gestor de People Flow, cuenta el caso de un cliente, propietario de un buque, que se vio envuelto en una situación complicada: “Hay momentos pico, como cuando los pasajeros salen del barco para ir de excursión o a cenar, o cuando todos van a cubierta a la vez. Al diseñar el barco, el astillero decidió eliminar un ascensor de cada grupo de ascensores, desoyendo las recomendaciones de nuestro equipo. El resultado fueron largas esperas y ascensores hasta los topes. Al final optamos por modificar algunos parámetros de control, así como los tiempos de apertura y cierre de las puertas, y logramos una mejora del 10 %. Tras escuchar nuestras recomendaciones el cliente encargó un sofisticado sistema de control, usado en rascacielos, para un grupo de ascensores. Estas medidas redujeron las esperas en un 10-20 %, así como las quejas de los clientes”, afirma Janne.
Todo está conectado
Como cada estructura es única, hay que analizar a fondo cada caso. Henri Hakonen, especialista en Cálculo de Tráfico de la División de Grandes Proyectos, introduce la información del edificio en el simulador de tráfico en edificios (BTS) y analiza el comportamiento de los sistemas de transporte. “Pruebo varias alternativas y escojo la que da mejores resultados con los parámetros disponibles”, explica.
Las últimas novedades del mercado, como los ascensores de gran velocidad y los de doble cabina con sistema de control de destino (DCS), obligan a introducir nuevos parámetros de planificación al elegir la opción más adecuada. Por eso este equipo trabaja junto a grupos internacionales para estandardizar los análisis de planificación del tráfico usados en las soluciones más avanzadas.”En los setenta parecía claro que el control de destinos iba a mejorar mucho la capacidad de gestión, pero la tecnología no estaba lo bastante desarrollada. Sin embargo, ahora la situación es distinta y ya no es problema elegir destino desde un teclado numérico en el vestíbulo”, asegura Marja-liisa.
La planificación de las evacuaciones también ha incidido en la gestión del movimiento de personas. “En edificios muy altos, como rascacielos de 400 metros, se puede tardar más de dos horas en bajar por las escaleras. Con los ascensores, la evacuación se puede hacer en 30 minutos”, apunta Pardeiro.
Actualmente, en una evacuación los ascensores van al nivel principal y la gente baja por las escaleras; pero esto está cambiando, aunque lentamente. Se presta más atención a la naturaleza de la emergencia, según sea incendio, amenaza de bomba o tifón. Los ascensores pueden protegerse del calor, el humo y el agua y por eso pueden utilizarse en emergencias. Ahora el debate es decidir si debe protegerse toda la estructura del ascensor o solo una parte y cómo hacerlo. Así las cosas y cuando al equipo de People Flow se le pregunta si está satisfecho con su trabajo, aseguran sentirse realizados si la gente puede moverse por una estructura sin pensar en lo que ello implica. “Si no hay noticias del cliente, hemos hecho un buen trabajo. Ya se sabe: si no hay noticias, son buenas noticias”, finaliza Pardeiro.