La fórmula del triple alquiler: vive donde quieras amortizando tu alquiler
Los precios del alquiler siguen al alza, especialmente en las ciudades más grandes. Desde que se aprobó la Ley de Vivienda los precios solo han estado ascendiendo y es difícil encontrar un alquiler en algunas provincias debido a la escasez de viviendas en alquiler. De hecho, Teruel o Zamora son las provincias con el alquiler más barato.
El encarecimiento del precio de la vivienda también está afectando a la capacidad de comprar de inmuebles. Por ello, en vez de comprar, está surgiendo una fórmula de inversión con retorno seguro llamado el ‘triple alquiler’.
En esta información te detallamos en qué consiste este método y algunos aspectos importantes a tener en cuenta para poder llevar a cabo este plan.
Contenido de la información:
Qué es el triple alquiler
En primer lugar, si estás pensando en comprar una vivienda es fundamental que tengas un dinero ahorrado para comprar una casa y poder pagar la entrada si tienes pensado pedir una hipoteca.
No obstante, hay personas que prefieren vender su anterior vivienda que tienen en propiedad y usar ese dinero para pagar un alquiler. Por ello, desde Alquiler Seguro, sugieren una fórmula que va más allá: vender tu anterior vivienda, con ese dinero, comprar una casa más barata y poner en alquiler e irte a vivir de alquiler a otro piso.
De este modo, el alquiler de la nueva vivienda en la que residas se amortizará con la renta de alquiler que percibas de tu vivienda en posesión y del remanente de la anterior casa que tenías en propiedad.
Ejemplo
Para poder entender esta fórmula pondremos un ejemplo práctico:
Juan y María son una pareja que viven en un piso del centro de Madrid en propiedad, pero están planeando mudarse a otro piso más grande debido al futuro nacimiento de su primer hijo. Por ello, buscan un nuevo piso con más metros cuadrados y más habitaciones en la misma ciudad y barrio, por lo que el precio de esta vivienda es mayor en comparación con su actual piso.
Ante esta tesitura, la pareja decide poner en alquiler el piso en el que residen por 1.100 euros al mes y toman la decisión de entrar de alquiler a un piso con las características que necesitan, en el mismo barrio, por un precio de 1.500 euros al mes. De este modo, si cada mes reciben 1.100 euros, pero tienen que pagar 1.500 para su alquiler actual, Juan y María deberían abonar la diferencia de 400 euros de su bolsillo.
Sin embargo, es aquí cuando entra el tercer alquiler. El dinero que tenían ahorrado Juan y María para comprar la nueva vivienda deciden invertirlo en un tercer piso en Zaragoza. Este piso es mucho más barato que el primero que querían comprar en el centro de Madrid, por lo que pueden adquirirlo sin problema. El plan es poner este piso en alquiler por 540 euros al mes.
De este modo, Juan y María ya pueden pagar la diferencia de 400 euros por el piso en alquiler en el que viven actualmente y que tiene las características que desean para cuando nazca su hijo. Incluso obtendrán 140 euros de beneficio todos los meses. Todo gracias a ser propietarios de dos pisos más baratos en vez de uno solo más caro.
Aspectos a tener en cuenta
Eso sí, aunque la fórmula del triple alquiler suene muy convincente, hay que tener claros algunos aspectos. En primer lugar, no todo el mundo podrá realizar esta operación por un simple motivo: es requisito indispensable tener un piso en propiedad, pagado al 100 % para poder ponerlo en alquiler. Si no se cumple esta primera condición, no se podrá poner en el alquiler la vivienda a terceros.
Por otro lado, en caso de que sí seamos propietarios de un piso, será necesario encontrar un inquilino adecuado y que esté de acuerdo en aceptar las condiciones del contrato en alquiler que propongas.
Además, deberás contar con un buen dinero ahorrado para poder comprar un inmueble, tenerlo en plena propiedad y poder alquilarlo. Solo de esta forma será posible cumplir con el segundo paso del plan.
Y, por último, deberás tener en cuenta que existe la posibilidad de que alguno de los inquilinos que tienes en tus dos propiedades —o incluso ambos— pueden tomar la decisión de buscar otro piso con una renta más baja o que tenga otras características, como les sucedió a Juan y María en su momento. De este modo, si pierdes un inquilino o a ambos a la vez, también perderá una fuente de ingresos para poder pagar el alquiler del piso en el que vivas. Al menos, hasta que encuentres un nuevo interesado en alquilarte la o las viviendas.