La esterilidad afecta a una de cada seis parejas y las intervenciones en técnicas de reproducción asistida aumentan un 10 % anual
En España, una de cada seis parejas tiene problemas de fertilidad. Cada año se llevan a cabo unos 50.000 tratamientos de fecundación in vitro y casi 25.000 de inseminación artificial. Estas cifras sitúan a España como tercer país europeo en número de tratamientos y se estima que el 3 % de los niños nacidos cada año en nuestro país, unos 15.000, es fruto de los avances producidos en el campo de la reproducción asistida. En España se realizan un total de 54.000 ciclos de reproducción asistida cada año, no muy lejos de los dos países que lideran el uso de este tipo de técnicas en Europa, Francia con 75.000 ciclos y Alemania con 68.000 ciclos. Italia, se sitúa en cuarta posición por detrás de España, con un total de 52.000 ciclos cada año.
“El esfuerzo investigador de los expertos en reproducción asistida ha permitido que nuestro país se sitúe en el tercer lugar de Europa en número de ciclos de reproducción asistida y que los expertos en esta área de la Medicina ocupemos un lugar de privilegio tanto por el número de centros disponibles como por la calidad de los métodos que se aplican. De hecho el índice de éxito en los tratamientos ronda el 40 % por ciclo”, señala el doctor Pedro Caballero, director de la Fundación Tambre.
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En el entorno europeo, el número de tratamientos de reproducción asistida realizados ha aumentado en los últimos años, y crece a un ritmo de un 5 %-10 % anual. En los próximos años hay pocas probabilidades de que el escenario cambie y se produzca un descenso en el uso de la medicina reproductiva en Europa. De hecho, según indica el profesor Jacques de Mouzon, presidente del Comité Europeo para la Supervisión de la Reproducción Asistida (EIM, por sus siglas en inglés) “existe una tendencia clara a la homogenización entre los países en cuanto al uso de técnicas, aunque este acercamiento se producirá paulatinamente y con un cierto desfase”.
Eficacia técnica
Desde hace más de 30 años las investigaciones sobre las causas de la infertilidad han permitido el nacimiento de más de 5 millones de niños en todo el mundo y la búsqueda de soluciones para este problema médico no cesa de aumentar. Hoy, la mitad de los tratamientos de reproducción asistida termina en embarazo, en comparación con apenas el 30 % de casos de éxito de hace una década.
Entre las múltiples técnicas de reproducción asistida existentes, tres son las que concentran el mayor número de intervenciones en Europa. Así, la inyección de esperma intracitoplasmática (ICSI) acumula 268.000 ciclos en Europa, seguida por la fecundación in vitro con 132.000 y finalmente la transferencia embrionaria (TEC) con alrededor de 100.000 casos.
Los expertos evidencian ciertas diferencias entre países europeos en cuanto al uso de las diferentes técnicas. Así, la ICSI es absolutamente predominante en España, Austria, Grecia, Hungría, Italia, Polonia y Suiza, donde se emplea en más del 80 % de las intervenciones en reproducción asistida. En el lado opuesto, se sitúan países como Rumanía en los que esta punción apenas se sigue en cuatro de cada diez casos.
Desde el punto de vista técnico, el futuro de la reproducción asistida se dirige hacia tres grandes áreas, tal y como señala el profesor de Mouzon, “si la vitrificación de ovocitos se confirma como técnica fiable, se producirá un descenso de la congelación de embriones y un aumento de la preservación de ovocitos. Asimismo, esperamos una mejora de los métodos de determinación de la calidad de los gametos –espermatozoides y óvulos- y de la calidad embrionaria para incrementar la tasa de embarazos y recién nacidos vivos”.
Abandono de tratamientos
La crisis económica ha limitado, pero no frenado, el crecimiento de los tratamientos de reproducción asistida. Los costes de una inseminación artificial en España están entre 800 y 1.000 euros, la aplicación de técnicas de fertilización in vitro está alrededor de los 4.500 euros, mientras que el proceso de donación de ovocitos puede llegar hasta los 6.000 euros.
De hecho, tal y como afirma el doctor Caballero “a pesar de que estos tratamientos de reproducción asistida son caros, el número de intervenciones subió un 10 % en el último año, pasando de las 2.200 realizadas en 2010 a las 2.500 registradas el año pasado”.
Un estudio realizado por la Clínica Tambre pone de manifiesto que el número de pacientes que abandonan el tratamiento tras una fecundación in vitro fallida permanece constante a lo largo de los años, aunque ha descendido ligeramente en el último año, debido al descenso de pacientes de primera visita y al número total de ciclos administrados.
No obstante, tal y como señala Caballero “aún a pesar de que existe un alto porcentaje de pacientes que queda gestante tras un primer ciclo de fecundación in vitro, bien con embriones “en fresco” o tras la transferencia de embriones criopreservados, sigue aumentando el número de pacientes que repite un ciclo en caso de no embarazo”.
Edad reproductiva social
Según los expertos el factor masculino es determinante en el 25-35 % de los casos de infertilidad, mientras que las alteraciones en el aparato reproductor femenino (alteraciones en las trompas de Falopio o en la ovulación y casos de endometriosis, principalmente) están detrás del cuatro de cada diez casos de esterilidad.
Asimismo, durante los últimos años el grueso de la atención en esta área se centra en las mujeres de más de 35 años que han optado por retrasar su maternidad y por mujeres sin pareja masculina. De hecho, tal y como insiste el doctor Caballero, “en los últimos años han aumentado en más de un 30 % los tratamientos de reproducción asistida en mujeres mayores de 40 años. Hablamos de mujeres que inician su “edad reproductiva social” cuando ya ha finalizado su “edad reproductiva biológica”.
La curva de la fecundidad en la mujer comienza su descenso a los 35 años y se intensifica al cumplir los 38 y “por lo tanto los resultados de los tratamientos de reproducción asistida a esas edades, excepto la donación de ovocitos, serán los mismos que las tasas de fertilidad normales a esa edad, esto es, bajos”, aclara el doctor Caballero.