La crisis dispara las reparaciones de coches viejos
Los coches con diez o más años de antigüedad concentraron el pasado año el 9 % de las reparaciones en taller, mientras que antes de la crisis tan sólo representaban el 2 % del total, según alerta el informe ‘Impacto de la crisis en las reparaciones’ realizado por Audatex España, compañía especializada en soluciones de valoración de siniestros perteneciente a Grupo Solera.
El estudio ‘Impacto de la crisis en las reparaciones, elaborado a partir del análisis de más de 4,2 millones de valoraciones en toda España, refleja cómo el envejecimiento progresivo del parque automovilístico, casi la mitad supera los diez años, y el alargamiento de la vida útil de los vehículos está alterando la distribución de los pasos por el taller, lo que afecta directamente a su rentabilidad.
La caída en las ventas de coches desde 2008 ha reducido drásticamente la masa crítica de vehículos a reparar. Las reparaciones en coches más jóvenes, de menos de cuatro años, cayeron 23 puntos porcentuales frente al peso que tenían en ‘los buenos tiempos’ del automóvil. Este volumen de reparaciones se ha “trasvasado” a los vehículos más viejos, puesto que, por motivos de ahorro o ante la falta de un incentivo al cambio de coche, cada vez son más los conductores que optan por prolongar la vida útil de sus viejos utilitarios en lugar de llevarlos a achatarrar o comprarse uno nuevo.
Esta tendencia a estirar la vida de los turismos supone un fuerte revés para la rentabilidad de los talleres, puesto que las reparaciones de los vehículos jóvenes rondan los 1.000 euros de media, aportando así mayores ingresos a sus negocios. No en vano, estos vehículos tienen un mayor número de componentes tecnológicos y, al estar aún en garantía, gozan de mayor cobertura que los coches de mayor edad.
No obstante, en los últimos años se percibe que tanto los coches más modernos como los de mayor rodaje han visto reducido su coste medio de reparación debido a las variaciones registradas en las políticas comerciales relacionadas con los precios de los recambios, mientras que en los vehículos con entre tres y ocho años se aprecia justo la tendencia contraria.
Así, la factura media de un vehículo de más de diez años ronda los 828 euros, un 3 % menos que antes de la crisis, mientras que la de un turismo e esa edad se sitúa en los 883 euros (-0,9 %). Por el contrario, los coches recién matriculados pagan una media de 1.031 euros por una reparación, 17 euros menos que antes de la crisis, diferencia que sube hasta los 43 euros en aquellos con un año de rodaje.