Jordi Cruz: ‘Me paso a la moto eléctrica porque es elegante y ayudo al medioambiente’

El cocinero Jordi Cruz, con su moto eléctrica Zero S.
NOTICIA de Javi Navarro
18.07.2024 - 10:34h    Actualizado 18.07.2024 - 10:41h

¿Qué impulsa a un motorista a tomar la decisión de cambiar su moto de combustión por una 100 % eléctrica? Tras entrevistar a propietarios de motos eléctricas, como el famoso cocinero Jordi Cruz, que nos cuentan su experiencia a bordo de su Zero S, de la marca Zero Motorcycles, todos señalan que las ventajas que le aportan sus vehículos de cero emisiones son superiores a sus anteriores motos de combustión.

Una de las razones de peso para pasarse a una eléctrica suele radicar en la concienciación creciente sobre el cambio climático y el fomento del uso de vehículos no contaminantes. Ejemplo de ello es el chef de MasterChef y dueño del restaurante ABaC, todo un aficionado al mundo de las dos ruedas que decidió pasarse al bando eléctrico y comprarse una Zero S: “En casa tengo instaladas placas solares y puedo recargar mi moto eléctrica, sumando así mi granito de arena en favor del medioambiente”. El chef catalán, además, valora su falta de rumorosidad: “Tiene sonido, no ruido, es un sonido fino y elegante”.

Jordi Cruz en su casa junto a su moto eléctrica y el inversor de sus placas solares.

Para Jordi Cruz, “la Zero S es un cohete, además la puedo llevar con mi carné de coche, común y corriente, y no es que sea buena, es que es una maravilla, ecológica, eléctrica, lo tiene todo y no decepciona”.

Preocupación por el medioambiente

Otro propietario de moto eléctrica, Enric Cruz, traumatólogo del hospital de Granollers y propietario de una Zero SR desde 2021, explica que “tenía una BMW F800R y la utilizaba para ir a trabajar cada día, pero viajaba poco con ella. Me decidí a comprar una Zero, una moto eléctrica, para reducir la huella de carbono”, explica.

Menos ruido

Otro motivo para ponerse al manillar de una eléctrica es la ausencia de emisiones acústicas. Es el caso de Marc Medina, propietario de una Zero DS y operario de producción, que nos lo relataba así: “Mi cambio al mundo eléctrico fue casi sin darme cuenta. Llevaba una 125 cc y, aunque ya había oído hablar de Zero, no me había decidido a llevar una. Entonces descubrí el canal de Telegram de Zero Motorcycles España, donde encontré a gente que me animó a probarla y a ver algún vídeo del youtuber y precursor de Zero en España, Miguel Zarzuela. Me enganché y el silbido de la Zero me enamoró por internet”.

Medina añade que “el precio de la electricidad no tiene nada que ver con el de la gasolina. Hasta la fecha llevo 45.000 kilómetros, de los cuales casi todos han sido recargando gratuitamente o a coste de casa, o sea, difícil de superar, ¿no? Por ejemplo, hice un viaje Valencia-Jaca planificando la carga a coste 0, unos 1.000 km a 0 euros. Y no hablemos del mantenimiento, el cual es infinitamente más barato que en una de combustión”.

Motoristas de motos eléctricas con sus modelos.

Ahorro de combustible y mantenimientos

Posiblemente, la razón que más motivó a los entrevistados sea la de la disminución de los gastos durante la vida útil del vehículo, a través de un ahorro de combustible y de revisiones. Fernando Tallón, presidente el Club Zero Motorcycles España, nos lo detalla: “Tanto en casa como en el trabajo tengo posibilidades de carga. En casa tengo un cargador tipo 2 y tardo en recargar completamente la batería de mi Zero DS una hora y 45 minutos, con un coste total de 0,65 euros para una autonomía de 200 km, es decir, me cuesta realizar 100 km poco más de 30 céntimos si recargo en casa. Si recargo fuera, el coste de recargar la batería puede llegar a los 3,5 euros, o 1,75 euros cada 100 kilómetros recorridos. En cualquier caso, estos costes son imbatibles”.

Tallón invita a todos los escépticos a que la prueben. “El par instantáneo o la falta de rumorosidad en movimiento hacen que el transporte en el día a día sea más cómodo, y eso es innegable. Otra cosa es que el coste de adquisición sea más alto, pero con el tiempo se va compensando, además de contar con cinco años de garantía sin límite de kilometraje en piezas y baterías. Sin duda, para cada día es la mejor opción por gastos, mantenimiento, comodidad de uso y quitarte problemas. Es muy raro que alguien la pruebe y, si realmente le gustan las motos, no le salga una sonrisilla”.

Mark Berdomás, propietario de una Zero S y protagonista del proyecto ‘Maynake’ que lo convirtió en el primer motorista en visitar todos los Toros de Osborne de la Península Ibérica a bordo de una moto eléctrica, también destaca que “soy motero desde hace mucho e iría en moto hasta el baño. La única forma viable de poder ir en moto a todas partes, a diario, de forma económicamente sostenible es en una moto eléctrica que esté bien construida”.

Durabilidad y fiabilidad

Confesiones que coinciden con las de Daniel Montero, quien, con su Zero SR comprada en 2015, ya lleva más de 183.000 kilómetros y que, entre las cualidades de las motos californianas de Zero Motorcycles, también están la durabilidad y fiabilidad: “En estos 9 años he viajado por más de 10 países, con trayectos diarios de hasta 700 km. Con mi Zero he ahorrado muchas horas de espera en la gasolinera, y por supuesto también he ahorrado en mantenimientos, gasolina y otros gastos que un vehículo convencional genera de forma continua.

La fiabilidad ha sido un gran punto a favor a la hora de basar la mayor parte de mis necesidades de movilidad en estas dos motos eléctricas (también tiene una SR/S de 2020). Por cierto, mis vecinos están encantados con mis motos, aún no he recibido quejas de olores, ruidos o molestias, aun cuando llego tarde de mis viajes”. explica Montero.

Experiencia de conducción

Todos los usuarios entrevistados destacan la experiencia de conducción que les aporta su motocicleta eléctrica. El relato de Tomás Otero, propietario de una Zero DS, así lo muestra: “Mi llegada a las motos eléctricas se produjo porque necesitaba un medio de transporte ágil que me permitiera hacer los cuatro viajes que tengo al trabajo diariamente. Tenía una Kawasaki Er-6 F que, o no terminaba de calentarse adecuadamente en invierno, o me asaba las piernas en verano, además del consumo de combustible, así que opté por comprar un escúter eléctrico. Fue una muy grata sorpresa por el silencio de motor, nada de calores, era ágil, te colabas entre el tráfico con facilidad y salía de los semáforos bastante rápido. Después me compré la Zero DS, una moto que cumple perfectamente con lo que necesito en el 90 % de mi vida”.



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