¿Relaciones en el trabajo? Uno de cada tres trabajadores está a favor
Las relaciones personales no son incompatibles con el trabajo según una encuesta realizada entre trabajadores, puesto que a menudo el paso del tiempo convierte a los compañeros en amigos o, incluso, en pareja. Y así lo refleja la opinión general: el 31 % cree que es bueno salir con un compañero.
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Contenido de la información:
- Salir con un compañero de trabajo
- Casi cuatro de cada diez empleados tendría una relación con un compañero de trabajo
- A la mitad de los trabajadores les gustaría tener una relación con un compañero del trabajo
- Las relaciones de pareja cobran fuerza en el entorno laboral
- El 23 % de los españoles ha tenido una relación sentimental con alguien del trabajo
Salir con un compañero de trabajo
Según la encuesta realizada por Randstad, uno de cada tres reconoce haber salido por lo menos una vez con un compañero. No es ningún descubrimiento que es más fácil que surja una relación en aquellos sitios donde pasamos más tiempo y estamos con más personas. Y el trabajo es, para la mayoría de la gente, el lugar donde se puede dar con más facilidad esta situación. —Otro de los puntos estudiados en la encuesta realizada es la valoración que dan los trabajadores a su relación con otros compañeros y aquí destaca que el estado civil puede determinar dicha relación. El 25 % de los trabajadores solteros cree que es más divertido trabajar con personas de su misma condición, mientras que sólo el 9 % de los casados prefiere relacionarse con otros colegas con pareja. Según los datos, los solteros son los que más se relacionan con otros compañeros en el trabajo, así se lo atribuye la opinión del 26 % de los casados que contrasta con la que los solteros tienen de ellos mismos, puesto que tan sólo el 16 % se reconoce como más sociable. Las diferencias entre unos y otros van más allá: un 35 % de los trabajadores con pareja cree que se puede confiar más en los casados que en los solteros, divorciados o separados. Eso sí, sea cual sea la situación personal, nos gusta hablar de nuestra pareja: un 24 % afirma sentirse cómodo al hablar de sus relaciones personales con sus compañeros de trabajo. Dedicamos 15 minutos para felicitar a nuestra pareja
La encuesta también ha indagado sobre cómo celebramos el Día de los Enamorados. Según la respuesta obtenida, un 5 % se siente presionado por tener que regalar algo a su pareja y, a la hora de felicitar, casi dos tercios de los empleados se inclinan por felicitar a su pareja por medio del teléfono, correo electrónico o mensaje de texto. Durante el 14 de febrero, un 35 % de los empleados dedica hasta 15 minutos al día a hablar con su pareja. Y es que aunque tradicionalmente las relaciones personales han sido vistas como algo negativo dentro de un entorno empresarial, esta visión más restrictiva ha ido cambiando con el tiempo y las políticas de recursos humanos tienden a no intervenir en las relaciones entre empleados. Sin embargo, es necesario observar ciertas normas para que lo que bien empieza bien acabe: la regla de oro es ser capaz de separar lo privado de lo profesional. Tratar equitativamente a la pareja, ser discreto en las manifestaciones de cariño y, sobre todo, diferenciar los problemas personales de los laborales.
Casi cuatro de cada diez empleados tendría una relación con un compañero de trabajo
Un 30 % de los españoles está dispuesto a tener una relación sentimental en el trabajo y este porcentaje se eleva hasta el 38 %, casi cuatro de cada 10, si no se tiene en cuenta al jefe. El perfil medio del empleado dispuesto a tener una relación en el trabajo retrata a una mujer de entre 26 y 44 años de edad y con un nivel formativo medio. Esta muestra refleja un descenso progresivo en esta percepción, puesto que desde 2010 ha caído quince puntos porcentuales.
Las relaciones personales que se construyen en el ámbito laboral son una baza importante para dar forma al ambiente de trabajo, pero hay ocasiones en las que suelen ocupar también la esfera personal de los protagonistas. Por este motivo, un 30 % de los españoles reconoce que está dispuesto a tener una relación sentimental en el trabajo.
De hecho, esta cifra puede ser incluso mayor. Un dato llamativo que refleja el sondeo es el relacionado con los superiores. Un 8 % estima que no le importaría comenzar una relación más especial con alguien de su oficina siempre y cuando no sea su jefe, lo que eleva la proporción total hasta el 38 %. Si se comparan los datos con la encuesta realizada el año pasado por Randstad se encuentran diferencias, puesto que la percepción general ha descendido nueves puntos porcentuales.
Esta caída es progresiva en los dos últimos años, con un descenso total de 15 puntos porcentuales desde 2010. Cada vez hay menos gente dispuesta a tener una relación sentimental con un compañero de trabajo, y es que, en algunas empresas, la mezcla entre la esfera personal y la profesional todavía se sigue viendo con cierto recelo.
De hecho, actualmente en nuestro país las relaciones sentimentales en el trabajo no están reguladas por ley, al contrario que en otros países como Estados Unidos, y generalmente sólo se encuentran sentencias judiciales que abogan por el derecho a la intimidad o por la resolución de problemas en materia de conflictos de intereses en las empresas.
Un dato que refuerza esta encuesta son los datos que publicó hace unos años el Comité de Asuntos Nacionales de Estados Unidos, en el que aseguraba que de cada diez relaciones sentimentales, tres se habían desarrollado en el centro laboral.
Los jóvenes, los más entusiasmados
En este caso, las mujeres (51 %) se muestran más partidarias que los hombres (49 %) a la hora de entablar una relación sentimental con un compañero del trabajo. Donde sí que diferencias es en función de la edad. Los jóvenes de entre 26 y 44 años (68 %) son los que más entusiasmados se declaran a la hora de encontrar el amor en la oficina, mientras que los profesionales de mediana edad presentan un porcentaje del 23 %. En el lado contrario los mayores de 45 años (9 %) se muestran como los menos partidarios de mantener una relación sentimental con un compañero/a de trabajo.
A mayor nivel de estudios, menor porcentaje de relaciones
El nivel de formación también sugiere cambios a la hora de tomar una decisión de estas características. A mayor nivel de estudios (12 %), menor es la intención de tener una relación sentimental en el trabajo, mientas que los profesionales que presentan un nivel formativo bajo se sitúan en el 33 % y los que tienen Bachillerato o Formación Profesional representan un 55 %.
En definitiva, muestra el perfil de la persona dispuesta a tener una relación sentimental en el trabajo y se trata de una mujer, de entre 26 y 44 años y con una formación educativa de nivel medio.
El ambiente de trabajo proyectado hacia las relaciones personales es fundamental para generar una buena disposición entre los trabajadores. El informe señala respecto a las relaciones sentimentales que “la mejor manera de actuar es cuando se separa su intimidad del entorno laboral. Con esta medida evitamos posibles problemas que puedan surgir”.
A la mitad de los trabajadores les gustaría tener una relación con un compañero del trabajo
El hecho de conciliar la vida personal con la laboral se ha convertido en los últimos años en uno de los objetivos de muchos trabajadores, pero existen ocasiones en las que ambas esferas se solapan. Según la última encuesta 2011 realizada por Randstad, líder en solución de recursos humanos, un 33 % de los trabajadores se muestra dispuesto a tener una relación sentimental en el trabajo, cifra que llega hasta el 47 % de los empleados en España si se elimina de la ecuación a su jefe.
Este porcentaje, sin embargo, es algo más bajo que el registrado el año pasado, puesto que la mitad de los entrevistados (53 %) se mostró dispuesto a tener una relación sentimental con un compañero de trabajo. Frente a este dato destaca de la encuesta elaborada por la compañía líder en soluciones de recursos humanos en España el aumento de la cifra de trabajadores que se muestran a favor de mantener una relación con un compañero de trabajo pero eliminando la posibilidad de que sea con su jefe, puesto que ha pasa del 6 % de 2009 al 10 % en 2010 y hasta el 14 % en 2011.
Este dato adquiere mayor importancia si se compara con el informe de Randstad “The World of Work”, en el que se asegura que los trabajadores buscan jefes cercanos, pero respetuosos, por lo que mantenerse al margen de su intimidad es un factor valorado y deseado por los trabajadores.
Regulación laboral En España las relaciones sentimentales en el trabajo no están reguladas por ley y lo máximo que se puede encontrar son pronunciamientos judiciales sobre prácticas empresariales (generalmente vinculadas con acoso laboral). En general, se trata de regular la posible vulneración del derecho a la intimidad y la protección del trabajador en supuestos de acoso o de conflicto de intereses.
En esta línea hay países que han dado pasos en este sentido, como Estados Unidos. En el país norteamericano es habitual que las compañías hagan firmar a sus empleados “contratos de amor”: este documento se utiliza para informar a la empresa de que dos de sus miembros mantienen una relación consentida y mutua. Es un mecanismo que utiliza la compañía para protegerse ante las posibles consecuencias de estas relaciones en el trabajo y que evita las posibles denuncias por acoso laboral.
Durante mucho tiempo, las relaciones personales entre compañeros han estado mal vistas en muchas compañías, una tendencia que, sin embargo, empieza a desaparecer. De hecho, el estado civil de los empleados se desestima a la hora de valorar un puesto de trabajo y ha comenzado a ser una pregunta olvidada en los procesos de selección.
Aunque las relaciones personales estén en un segundo plano para la empresa, la recomendación general es que los trabajadores cuiden su intimidad en el entorno laboral. La regla de oro es separar la parte profesional de la personal, intentando separar los problemas que se puedan originar en uno y otro ámbito.
A pesar de estos datos, las relaciones personales en el trabajo no siempre tienen que ser negativas y en muchos casos van asociadas a un aumento de productividad en el puesto de trabajo, debido a un incremento de energía y confianza.
Las relaciones de pareja cobran fuerza en el entorno laboral
La empresa de recursos humanos Randstad ha realizado en 2009 por segundo año consecutivo una encuesta a sus candidatos, y un 50 % reconoció que mantendría una relación sentimental con un compañero de trabajo si se diese el caso. Este porcentaje es considerablemente más alto que el 31 % del año pasado, debido a que las relaciones de pareja entreempleados, poco a poco, han perdido ese estigma negativo que las caracterizaba ycada vez son más comunes.
Expertos en relaciones interpersonales en el entorno laboral subrayan que el respeto a la intimidad y privacidad de los empleados es uno de los pilares enlos que se sustentan las nuevas tendencias en política de recursos humanos. Así, las empresas interfieren cada vez menos en las relaciones personales quemantienen sus empleados, y cada vez queda más obsoleta la idea de que el puestode trabajo dependa del estado civil del empleado.
Hoy en día, la prolongación de la jornada profesional hace que pasemos más tiempo en laoficina que en casa. En viajes de negocios, comidas de empresas o celebracioneslas relaciones se intensifican, lo que lleva, en ocasiones, a que se pase de ‘compañero de trabajo’ a ‘amigo’ y a ‘pareja’.
Eso sí, todavía hay un 44 % que afirma que nuncamantendría un relación sentimental con un compañero de trabajo. Del resto departicipantes en la encuesta, un 7 % se mostró a favor de tener una relaciónpersonal con un compañero, siempre y cuando no fuera con un superior. Por tanto,los datos obtenidos apuntan que tanto candidatos como empresas se muestran cada vez más abiertos a las relaciones personales en el marco laboral.
No obstante, los expertos señalan que es necesario observar ciertas normas para que lo que bien empieza bien acabe: la regla de oro es ser capaz de separar lo privado de lo profesional. Tratar equitativamente a la pareja, ser discreto en las manifestaciones de cariño y, sobre todo, diferenciar los problemas personales de los laborales.
Por otra parte, cuando existen relaciones sentimentales entre compañeros, los empresarios y superiores deben cuidar de que no se den situaciones que pueden ser consideradas de “favoritismo” o incluso de “injusticia” por otros empleados, lo que puede generar problemas en las relaciones puramente laborales y en último extremo puede repercutir en la productividad para la compañía. Así, las empresas deben manejar como asuntos especialmente sensibles cuestiones como la retribución salarial, los ascensos y otras recompensas laborales cuando hay de por medio relaciones sentimentales en el entorno laboral.
El 23 % de los españoles ha tenido una relación sentimental con alguien del trabajo
Aunque pasamos gran parte de nuestro tiempo en la oficina, entre 8 y 9 horas diarias, para la gran mayoría de los españoles el lugar de trabajo no es el más adecuado para las relaciones sentimentales. Sin embargo, algunos reconocen que no tendrían ningún problema en tener una relación si ésta se da de manera natural. Así lo destaca una encuesta realizada por el portal Trabajando a más de 4 mil personas, donde el 64 % de los encuestados aseguró no estar de acuerdo con los romances entre compañeros de labores y sólo el 36 % restante los aprueba. El 77 % de los españoles nunca ha tenido una relación amorosa en su lugar de trabajo.
A la pregunta si han tenido algún romance en el trabajo, un 53 % afirmó no haber tenido una relación de este tipo, asegurando además que jamás la tendría; un 24 % dijo que no la ha tenido aún, pero que si se diera el caso, no le importaría tenerla. Mientras tanto, un 10 % afirma haber tenido una relación, pero que ésta ya terminó; un 7 % ha tenido un romance dentro de la oficina, pero de manera oculta y finalmente, un 6 % tiene hoy un romance reconocido en su oficina.
“Es más normal de lo que creemos y puede ser menos destructivo de lo que pensamos. Tener un romance o hasta una relación seria con algún compañero de oficina, podría ser llevadero siempre y cuando se mantenga la parcialidad ante todo. No se deben llevar los problemas personales al puesto de trabajo, como tampoco invadir los espacios. Es un escenario que requiere madurez para poder separar lo laboral de lo sentimental” señala Javier Caparrós, Director General del portal Trabajando.
Además, en el marco de la celebración del Día de San Valentín, el estudio quiso indagar cuáles serán los regalos preferidos de los españoles en esta fecha, la opción más votada con un 55 % es llevar a la pareja a cenar, mientras el 24 % aún opta por los gestos habituales del amor, como flores, chocolates o peluches. En tanto, el resto de los encuestados prefirió los regalos menos personalizados: un 10 % accesorios, un 6 % tecnología y un 5 % vestuario.
A la hora de analizar lo románticos que son los españoles, el 58 % cree que éstos son poco románticos, un 30 % que son muy románticos y finalmente, un 12 % reconoce que no son para nada románticos.
Por último, al momento de evaluar cuánto influirá la crisis económica en el presupuesto que los españoles destinarán para conmemorar esta fecha, un 55 % de los encuestados gastará menos que años anteriores, un 41 % gastará exactamente lo mismo y sólo un 4 % tiene la suerte de poder aumentar sus gastos.
Según la misma encuesta aplicada a otros países, un 27 % de los argentinos ha tenido una relación amorosa al interior de la oficina, un 33 % en Chile, un 34 % en Colombia, 32 % en México y un 43 % en Perú.