Investigan cómo construir casas con módulos de cristal y agua para para ahorrar energía
El Grupo SAVIArquitectura de la Universidad de Navarra ha desarrollado cuatro innovadores módulos prefabricados de invernaderos para viviendas. Se pueden instalar en cualquier tipo de fachada con orientación sur y logran temperaturas de confort dentro de la vivienda con menor consumo de energía a través de la captación solar, la acumulación y la distribución del calor entre el invernadero y el espacio habitable y, finalmente, la conservación de energía cuando ya no incide la radiación del sol. Los invernaderos con acumulación están compuestos por dos hojas de vidrio entre las que hay un espacio, donde se encuentra un acumulador metálico que contiene agua en invierno. Se colocan en la fachada a través de una subestructura que se ancla de forjado a forjado.
El comportamiento energético de los prototipos se ha comparado y analizado a través de su monitorización ‘in situ’ en dos casetas situadas en el aparcamiento de Comedores del campus. Mediante diversos ensayos, se ha validado su funcionamiento tanto en invierno como en verano, durante el día y la noche.
Buen comportamiento energético en verano e invierno
En la estación más fría, las hojas exterior e interior se cierran. Gracias al vidrio exterior y al efecto invernadero, la energía solar se acumula en el depósito de agua y el calor se distribuye hacia el interior de la vivienda. El efecto del acumulador consigue que haya menos oscilación entre las temperaturas máximas y mínimas, aumentando el confort interior y disminuyendo el uso de la calefacción, incluso en días muy fríos pero soleados. Otra ventaja es que, al ser un elemento con doble cerramiento, hay menos infiltraciones de aire.
En verano, durante el día, hay que ventilar el espacio interior del invernadero abriendo la hoja exterior, y proteger el acumulador y la hoja interior de la radiación directa. Por la noche se debe abrir el invernadero para ventilar el interior de la vivienda de forma cruzada con la fachada norte. De los cuatro prototipos, con uno se logró que la temperatura máxima en el interior no superase los 25 °C.
Esta investigación se ha llevado a cabo en los últimos cinco años. Forma parte del proyecto Conclimat ‘Industrialización de viviendas bioclimáticas de bajo coste’, que ha diseñado un modelo de vivienda que combina la alta eficiencia energética —ofrece hasta un 50 % de ahorro de la demanda— con un coste optimizado.
Además de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra (grupo SAVIArquitectura), participan el Gobierno de Navarra como patrocinador, el Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), el Centro de Recursos Ambientales de Navarra (CRANA), la Universidad Pública de Navarra y las siguientes empresas: Abaigar, Acciona Instalaciones, ACR, AH, Miyabi y Rockwool. El grupo SAVIArquitectura de la Universidad de Navarra está dirigido por Ana Sánchez-ostiz y compuesto por Purificación González, Aurora Monge, Silvia Domingo, Joaquín Torres, María Chaverri y Laura Virto.
Las viviendas bioclimáticas reducen las facturas del gas y electricidad
Las viviendas de este tipo emplean técnicas y materiales que persiguen el máximo ahorro energético y una reducción de su impacto en el ecosistema. Alcanzan un ahorro del 100 % en climatización y del 37 % en calefacción frente a un inmueble convencional, reduciendo en hasta un 30 % la factura anual de gas, electricidad y agua.
Iberdrola Inmobiliaria ha presentado el chalé piloto de Las Caléndulas, una promoción residencial que, ubicada en la localidad granadina de Jun, constituye la primera bioclimática y ecológica que construye en España. Este proyecto, que responde al compromiso con el desarrollo sostenible, representa toda una novedad en nuestro país.
Compuesto por 25 viviendas pareadas, su diseño ha atendido a criterios estratégicos, como la climatología, la vegetación, la orientación, la orografía y el nivel de radiación solar, y a criterios medioambientales, como la integración de las renovables, el almacenamiento de la energía, la distribución del calor y la reducción del aporte energético.
Además, se ha dotado a estas viviendas de una cubierta ecológica, que en invierno actúa como aislante térmico y acumulador de calor y en verano como amortiguador del calor; placas solares térmicas; calefacción por suelo radiante; aguas grises con depuradora y reutilización para riego de zonas comunes; un mirador que capta la energía solar directa para acumular y distribuir el calor en invierno y reducir el aporte energético en verano, y un acondicionador térmico.
Entre otros beneficios respecto a una vivienda convencional, cada chalé de esta promoción de Iberdrola Inmobiliaria puede llegar a alcanzar un ahorro del 100 % en climatización y un 37 % en calefacción, representando una diferencia del 30 % del importe anual en las facturas de gas y electricidad, en igualdad de condiciones de confort térmico. Asimismo, el consumo de agua puede verse reducido entre un 20 y un 30 %.
Nuevo código de edificación
Con la puesta en marcha de este proyecto, la inmobiliaria ha superado las exigencias del nuevo Código Técnico de la Edificación, en vigor desde el pasado mes de marzo. Este contempla criterios de salubridad y seguridad que deberán cumplir todos los inmuebles que se edifiquen de ahora en adelante, traducidos en la reducción del consumo global de energía y el recorte de las emisiones de CO₂, entre otros beneficios.