¿Cuánta crema solar me tengo que echar y cada cuánto tiempo?
¿Cada cuánto hay que echarse crema solar? ¿Y qué cantidad es la recomendada para estar bien protegido? De manera general, al estar expuesto a los rayos del sol de forma directa en la playa o piscinas, es necesario aplicar una cantidad generosa de crema cada dos horas. Es fundamental protegerse de forma periódica, sobre todo, si la previsión es quedarse varias horas bajo el sol, para evitar lesiones en la piel.
¿Pero, qué crema solar elegir? Para comprar el mejor producto, hay que tener en cuenta algunas recomendaciones y, sobre todo, prestar especial atención para evitar comprar cremas solares en chiringuitos de playa o bazares, puesto que son de baja calidad. De igual modo, es considerable que sepas el significado del número que aparece en la crema solar para elegir la adecuada y proteger tu piel.
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¿Cuánta crema solar hay que echarse para estar protegido?
La cantidad de crema solar que hay que echarse debe ser la suficiente como para cubrir toda la piel de manera uniforme y que quede una fina capa de producto que ejerza de barrera a los rayos solares. De manera general, si buscas un dato aproximado, lo ideal son 35 mililitros, unas 5 cucharaditas para todo el cuerpo. Esto significa que, para una protección eficaz, se necesita aproximadamente un bote de 200 ml a la semana. ¡Protégete ante los rayos ultravioleta!
¿Cada cuánto tiempo hay que echarse crema solar?
De media, es necesario aplicar una cantidad generosa de crema cada dos horas. Este es el tiempo que las cremas ofrecen una buena protección contra el sol. A medida que pasan las horas, la eficacia del producto pierde efectividad y es recomendable volver a echarse para garantizar la protección de la piel, sobre todo en el caso de pieles sensibles.
Por el contrario, no hay que caer en el error de pensar que con una sola aplicación de crema solar es suficiente para todo un día de playa, puesto que este es uno de los falsos mitos más peligrosos sobre las cremas solares que no hay que creer.
Las cremas solares, mejor media hora antes
La exposición solar prolongada produce quemaduras solares que derivan en enrojecimiento, ampollas, necrosis de la epidermis y, en su máxima gravedad, cáncer de piel, melanomas y envejecimiento precoz de la piel. De ahí la importancia de usar cremas de protección solar, que disminuyen el riesgo de quemaduras. Pero para que sean efectivas es crucial aplicarlas en los tiempos y forma adecuados. Esto es, hacerlo en generosa cantidad y unos 30 minutos antes de la exposición solar, debiéndose volver a aplicar cada dos horas.
“Disfruta el verano, pero con inteligencia“. Con esta sencilla y contundente frase comenzaron las doctoras Iolanda Prats Gaelles y Sofía García Sáenz, dermatóloga y oftalmóloga del Hospital de Madrid Norte Sanchinarro, respectivamente, su charla sobre consejos para disfrutar de las vacaciones. Un evento que ha tenido lugar en la Jornada de Patologías que el Grupo Hospital de Madrid (HM) y el Instituto Novartis de Comunicación en Biomedicina (INCB) y que se ha celebrado en el Hospital de Madrid Norte Sanchinarro.
“La exposición solar prolongada produce quemaduras solares que derivan en enrojecimiento, ampollas, necrosis de la epidermis y, en su máxima gravedad, cáncer de piel, melanomas y envejecimiento precoz de la piel”. Ello se deriva del efecto de las radiaciones solares que se reciben. “Y no solo en la playa, sino también en la montaña y en la nieve, y que se reflejan en esta y en la arena, atravesando incluso los tejidos y el agua”, explicó la Dra. Prats.
De ahí la necesidad de “utilizar fotoprotectores, que disminuyen el riesgo de quemaduras solares, elegidos en función del fototipo de piel de cada persona -en España los más frecuentes son el II y el III, concretó la dermatóloga- y aplicados en gran cantidad, unos 30 minutos antes de la exposición solar, así como de reaplicarlos cada dos horas“, indica. “Son más peligrosas las exposiciones intermitentes y largas que las escasas y variadas”, insistió la especialista, añadiendo que “utilizar un fotoprotector no significa que se pueda alargar la exposición al sol”.
Especial cuidado merecen los niños pequeños, en cuyo caso, “los fotoprotectores deben ser de grado más alto, resistentes al agua y a la fricción”. Por ello se desaconseja llevarles a la playa cuando tienen menos de 6 meses y lo mismo en el caso de personas con patologías dermatológicas previas y aquellas con fototipo de piel I (el más claro).
Igualmente, esta especialista insistió en “la conveniencia de utilizar este tipo de filtros solares, ya sean físicos, que reflejan la luz (indicados en niños menores de 3 años); químicos, cuyo funcionamiento se basa en la absorción de la luz solar; combinados de ambos; o biológicos, que evitan la formación de radicales libres, responsables del envejecimiento precoz de la piel y que suelen administrarse por vía oral, no solo en la playa, sino también en la montaña, la nieve y cuando, estando en estas localizaciones, se realicen actividades al aire libre”.
Otros consejos dermatológicos destacados por la Dra. Prats fueron no aplicar perfumes ni cremas perfumadas antes de la exposición al sol para evitar reacciones fototóxicas; valorar un consejo dermatológico previo a la misma en personas con factores de riesgo cutáneos; no automedicarse; acudir al dermatólogo ante la aparición de cualquier problema posterior a la exposición solar o ante picaduras de insectos cuyo tamaño aumente o provoque edema o fiebre; y cuidar los pies durante la época estival, manteniéndolos secos después del baño, evitando caminar descalzo por zonas de riesgo y utilizando un calzado cómodo y transpirable.
De manera adicional, para mantener la piel cuidada y protegida, especialmente durante el verano, no olvides el motivo por el que te tienes que echar crema hidratante antes del protector solar. Y como medida extra de protección, además de echar crema solar, hay otros consejos y trucos que puedes poner en práctica para evitar lesiones en la piel ante un verano excepcionalmente abrasador.