Greenpeace y otras 31 asociaciones critican la mala gestión de los recursos del agua en Cataluña

El problema de la gestión del agua y la sequía en Cataluña es una realidad. Una situación que ha ido agravándose con el paso de los meses ante la falta de lluvia y “por la mala gestión del agua en Cataluña“, denuncian desde Greenpeace.

La gravedad de la situación ha llevado a la declaración del estado de preemergencia por sequía en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y el Sistema Ter-Llobregat. Un hecho que, según denuncia la asociación ecologista y otra treintena entidades, “podía haberse evitado“. Por ello y, bajo la campaña ‘De donde no hay, no se puede sacar’, estas organizaciones denuncian la falta de datos, transparencia y gestión de los recursos del agua que están causando mella en la economía de los hogares.

Las asociaciones denuncian que este problema podía evitarse

Un total de 32 asociaciones agrupadas en torno a la campaña ‘De donde no hay, no se puede sacar’, denuncian la mala gestión del agua en Cataluña. Y señalan que era una situación evitable, pero que “hacía falta valentía para gestionar la demanda de agua“, indican. Insisten en que la situación es crítica y los datos lo avalan: El estado de las reservas en las Cuencas Internas de Cataluña se encuentra al 18,45 %, el menor volumen nunca registrado.

Greenpeace destaca, además, que las líneas de actuación planteadas de la gestión del agua en un futuro próximo no son muy alentadoras. Las cifras estimadas prevén un 25 % de aumento del turismo para 2039. Asimismo, recopilan otras medidas planteadas, como la construcción de nuevas viviendas, nueva terminal de cruceros, pista del aeropuerto o determinados proyectos. Todo ello tendría una única y clara consecuencia: “Aumentaría un 20 % el consumo del trasvase de agua del Ebro a través del Consorcio de Aguas de Tarragona“, concluyen.

Las asociaciones denuncian la falta de ambición en las medidas con los grandes consumidores

Las asociaciones detallan que las medidas que se aplican en preemergencia pasan por bajar por la dotación municipal máxima de 230 a 210 litros por persona y día. Y una reducción a la mitad de la dotación máxima para el riesgo a las actividades deportivas federadas.

Sin embargo, denuncian que no contempla ninguna nueva restricción sobre los grandes consumidores en agroindustria, ganadería intensiva e industria. Además, las organizaciones cuestionan los 12 millones de euros destinados a la reducción del consumo de agua en el sector turístico, dado que se trata de un sector económico “de grandes beneficios”, indican.

Por otra parte, valoran de forma positiva la moratoria que se anunció hace unos días para nuevas licencias de actividades económicas con un elevado gasto de agua. Lamentan que esta decisión llegue tarde y no se plantee como una medida estructural, teniendo en cuenta la carencia de agua que hay en toda Cataluña.

Para estas organizaciones, esta comunidad necesita reducir el número de turistas que llegan cada año y que hacen un consumo de agua muy superior al de sus ciudadanos, además de disminuir la cabaña ganadera intensiva, especialmente la porcina. Ello debido a que “la contaminación excesiva por purines de pozos y acuíferos los dejan inservibles y hacer un replanteamiento del modelo agroindustrial”, puesto que en la actualidad se exporta al extranjero el 65 % de la fruta. Y sentencian: “Cataluña está exportando un agua que no tiene en forma de carne y fruta“.

Denuncian la falta de transparencia en los datos de la gestión del agua

El de la sequía es un problema acuciante en la zona que no es nuevo. Ya en noviembre de 2022, denuncian, que la mayor parte de las Cuencas Internas de Cataluña entraban en estado de alerta por sequía y se activaban las primeras restricciones de agua para las actividades económicas y los municipios. Un año después, “los datos sobre la reducción de los grandes consumidores todavía no se han publicado”.

Sin embargo, “durante el verano, no hemos dejado de ver hoteles turísticos y piscinas llenas. Además, no se ha aplicado ninguna sanción por incumplimiento de las restricciones de consumo. Exigimos que los datos de los grandes consumidores sean accesibles para toda la ciudadanía”.

Grave riesgo de pobreza hídrica en Cataluña

Las organizaciones critican la estrategia del Gobierno, que pasa por duplicar la producción de agua desalinizada y regenerada. En concreto, las entidades alertan del impacto que estas infraestructuras tienen sobre el precio del agua por ser intensivas en el consumo energético.

¿Las consecuencias? En enero de 2024, la tarifa del agua de Aigües Ter-Llobregat subirá un 30 % porque las desalinizadoras operan al máximo rendimiento desde hace meses. Los datos del Institut Metròpoli, en el AMB el 9,7 % de los hogares destinan más de un 3 % al pago de sus facturas de agua y, por tanto, sufren pobreza hídrica. Un porcentaje que podría incrementarse si la tarifa aumenta.

En cuanto al agua regenerada, apuntan que es buena opción, siempre que se conserve la gestión pública de estas infraestructuras y tenga el objetivo de mejorar la calidad ambiental de las masas de agua y regeneración de acuíferos como el Delta del Llobregat.

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