Golf GTI, fieles a una estirpe de potencia y elegancia
Cuando se les pregunta a los conductores por qué conducen un GTI, su respuesta es, en primer lugar, por el diseño exterior y, en segundo lugar, por las prestaciones en general. Estos dos factores, diseño y prestaciones, son precisamente los que el equipo de desarrollo de la sexta generación del GTI desde que el primer modelo de GTI saliese en 1976, han remodelado poniendo en consonancia el carácter del deportivo con la fórmula original GTI. En otras palabras, esto significa: claro diseño y más dinámica pura.
Y, puesto que el Golf GTI no es un automóvil corriente, sino que a veces llega a ser incluso una ideología, merece la pena echar un vistazo a los hechos que se esconden tras el “fenómeno GTI”: el Golf GTI es líder en el mercado mundial dentro de la gama alta de potencia de su clase. La sexta generación del Golf GTI iniciará su comercialización en los próximos días después de Semana Santa y, a final del verano, se lanzará a Norteamérica y Asia.
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El 84 % de los compradores del Golf GTI son hombres, 6 de cada 10 están casados. El 70 % de todos los conductores GTI poseen más de un automóvil, no tienen hijos y son menores de 50 años (por término medio 39 años). Los colores preferidos son el negro, el blanco y el rojo. El 78 % de los nuevos clientes siempre soñó con conducir un GTI.
Volkswagen realizó una encuesta en la que preguntó a los conductores GTI cuál sería el automóvil de sus sueños si no tuvieran en cuenta el precio. Los resultados fueron verdaderamente increíbles: casi el 30 % de los entrevistados respondió que seguirían conduciendo un GTI aunque tuvieran todo el dinero del mundo. Este es un maravilloso cumplido. En el puesto número 2 y número 3 de esta lista están el Porsche 911 y el Audi R8.
Diseño
El nuevo GTI fue concebido bajo la dirección de Walter de Silva (Jefe de Diseño del Grupo Volkswagen), Klaus Bischoff (Jefe de Diseño de Volkswagen) y Marc Lichte (Jefe de Diseño de Exteriores). Walter de Silva, comenta: “Hemos buscado un claro diseño GTI, un automóvil potente, pero al mismo tiempo con mucho estilo”. Klaus Bischoff, añade: “El objetivo era acercarnos al carácter del primer Golf GTI”. Para terminar, Marc Lichte subraya: “Estaba claro que, a excepción del aerodinámico alerón trasero, el nuevo GTI no montaría ninguna pieza exterior añadida como es usual en este segmento”.
Como ya exhibió la primera generación del GTI, todos los elementos del frontal del nuevo GTI (parrilla radiador y luces) quedan alineados horizontalmente. Gracias a la legendaria parrilla con ribete rojo, el GTI de la primera generación ofrecía un aspecto mucho más ancho de lo que en realidad era.
El concepto básico del diseño lo compartía, sin embargo, con versiones Golf menos potentes. La quinta generación del GTI representaba un contrapunto con sus homólogos de menor potencia. Por esta razón, hace aproximadamente cinco años, el equipo del Sr. Lichte decidió equipar el Golf con una parrilla negra brillante en forma de V. Desde entonces, es un juego de niños reconocer un GTI.
El motor del GTI
En el caso del nuevo Golf GTI, al igual que en la última generación del modelo, el nuevo GTI dispone también de un motor turbo. Este motor sobrealimentado de alta tecnología, se adapta a la perfección a los tiempos modernos. Es más ahorrador que un motor de gran cilindrada, pero igual de deportivo, gracias al turbo. Esto ya es tradición en el Golf GTI: la segunda generación GTI convenció como modelo G60 con un motor de cuatro cilindros sobrealimentado (118 kW / 160 cv). En realidad, fue el Golf GTI de la cuarta generación el que inició la nueva era de los motores GTI. El momento era el adecuado, el estado de la técnica perfecto. Esta versión de 180 cv fue presentada en 2001 como edición limitada (3.000 ejemplares) para celebrar el 25 aniversario del GTI. A decir verdad, ya existía un turbo de 150 cv, pero no tenía la capacidad de imponerse al motor que incorporaba esta edición especial. Con el lanzamiento al mercado de la quinta generación del Golf GTI, entró en escena por primera vez un motor turbo de cuatro cilindros, completamente nuevo y con una potencia de 147 kW / 200 cv.
Con motivo del 30 aniversario del GTI, se lanzó al mercado la edición “Golf GTI Edition 30”, equipada con un potente motor turbo de 169 kW / 230 cv. Al poco tiempo, este nuevo motor impulsó la segunda edición especial “Pirelli GTI”. El margen de rendimiento del nuevo TSI de 155 kW / 210 cv se encuentra entre la última serie GTI y la edición del 30 aniversario.
Aunque los valores de rendimiento y la cilindrada denotan un perfeccionamiento del motor de 200 cv, se trata de un nuevo propulsor de la generación de motores “EA888”, cuya base técnica es similar a la de la versión de 230 cv.
El motor TSI, que equipa la sexta generación del GTI, deriva de la segunda fase de desarrollo de estos ágiles motores. El nuevo motor del GTI, montado de forma transversal, ofrece nuevos elementos: pistones y segmentos del émbolo modificados, bomba de aceite regulada, nueva bomba de vacío, nueva bomba de carburante a presión y un nuevo anemómetro. El motor del Golf más potente del momento cumple con la norma de emisiones Euro 5.
Las prestaciones del GTI
En cuanto a los valores de consumo y emisiones de CO2, este nuevo GTI de 210 cv mejora con holgura estos niveles respecto a sus dos antecesores de 200 y 230 cv respectivamente. El motor TSI del nuevo Golf GTI tiene una cilindrada de 1.984 cm3 y un consumo medio de tan sólo 7,3 litros cada 100 kilómetros. El consumo medio de los modelos anteriores era de 8,0 litros para el GTI de 200 cv y de 8,2 litros para el de 230 cv. La sexta generación del GTI ofrece una autonomía aproximada de 750 kilómetros con un depósito.
Además, el nuevo GTI domina también a la perfección otro de los conceptos importantes para los compradores del GTI: la dinámica. El motor desarrolla un par de 280 Nm a partir de 1.700 r.p.m., que se mantiene constante hasta las 5.200 r.p.m. Según Stuck: “En la práctica esto se traduce en una potencia superior en cada situación de conducción”. El motor de cuatro válvulas, con relación de compresión 9,6:1, alcanza su máximo rendimiento entre 5.300 y 6.200 r.p.m. acelerando el GTI de 0 a 100 km/h en tan sólo 6,9 segundos. El nuevo Golf GTI alcanza los primeros 1.000 metros en tan sólo 27,3 segundos. La elasticidad de este motor es impresionante: el Volkswagen acelera de 80 a 120 km/h en quinta en tan sólo 7,5 segundos, y en sexta en sólo 9,5 segundos.
Historia del primer Golf GTI: La visión de un éxito mundial nacido en 1973
El Golf GTI es un fenómeno, una marca dentro de la marca Volkswagen, una ideología automovilística, un icono de inconfundible diseño, el original entre los compactos deportivos, con más de 1,7 millones de unidades vendidas. Historias espectaculares circulan sobre el origen del primer GTI. En lo que todas coinciden siempre es en la existencia de una “sociedad secreta” formada por personas que impulsaron el proyecto del GTI hasta su producción en serie, pese a la oposición de las corrientes de su época y de sus superiores. Si bien muchos de los datos son ciertos, muchos otros han quedado envueltos en la nebulosa de las décadas que, a veces, confunde la realidad. Lo cierto es que el Golf GTI fue una idea genial de algunos hombres.
Esta es su historia y la del primer GTI. Todo comenzó, como siempre, con el Beetle. Corría el año 1973. Volkswagen acababa de sacar al mercado una versión bastante deportiva del Beetle. Este “Yellow and Black Racer”, como le llamaban, se diferenciaba del modelo convencional en que llevaba pintados en negro el capó delantero y el del motor, montaba neumáticos algo más anchos (de 5,5 pulgadas en lugar de 5″), equipaba asientos deportivos con reposacabezas, y un auténtico volante de cuero. En los aspectos técnicos no se introduce ningún cambio: 1.600 cc, 50 cv y nada más. A pesar de que esta potencia era relativamente discreta, el agresivo modelo de Volkswagen llegó incluso a generar una cierta polémica en el mismo Parlamento alemán. En la calle encontró una buena acogida, algo que no sentó bien a algunos. Este Beetle, que de veloz sólo tenía el aspecto, quedó pronto agotado, lo que creó el ambiente propicio en Wolfsburgo para poner en marcha un proyecto del que, durante los dos siguientes años, sólo tendrían conocimiento un reducido grupo de personas dentro de la compañía.
Los fundadores
Un 18 de marzo de 1973, Alfons Löwenberg, Ingeniero, remite un comunicado interno a un par de compañeros del departamento de investigación y desarrollo para que reflexionen sobre la posibilidad de que Volkswagen produzca un modelo realmente deportivo. Al fin y al cabo tenían ya un vehículo nuevo, conocido como proyecto EA 337 (la denominación interna que se le había dado al futuro Golf), en la recta final de su desarrollo – y a nadie se le escapaba que el lanzamiento de un vehículo de tracción delantera y elevad potencia, le permitiría a Volkswagen conquistar un nuevo tipo de público.
La primera reacción al leer este comunicado fue de cierta reserva. Sólo Herbert Horntrich, el especialista en chasis, y Hermann Hablitzel, Jefe de Desarrollo, mostraron cierto interés por la idea de Löwenberg. Pero Löwenberg no cejó en su empeño y pronto encontró a otros que compartían su opinión, Horst-dieter Schwittlinsky, de marketing, y Anton Konrad, Jefe de Prensa de Volkswagen por aquel entonces. Sobre todo Konrad, que había sido durante muchos años Presidente de la Asociación de Fórmula V y piloto de carreras aficionado, parecía entusiasmado con la idea. Pero es consciente también que el aspecto deportivo es un tema muy delicado y que se deberá tratar con la máxima discreción dentro de la compañía. Pues no hay que olvidar que las arcas habían quedado bastante mermadas por los elevados costes que había supuesto desarrollar el nuevo modelo que se lanzaría en 1974 con el nombre de Golf.
Konrad decide invitar a su casa a los que compondrán el grupo de trabajo del “SportGolf”. Entre tragos de cerveza y bocadillos, Hablitzel, Horntrich, Konrad, Löwenberg y Schwittlinsky sopesan las posibilidades. Hablitzel está ya totalmente convencido. Con su mudo consentimiento, Löwenberg y Horntrich se ponen enseguida manos a la obra.
Armados con un prototipo del Scirocco con un chasis muy duro, se encargan de rebajarlo drásticamente, transforman en 100 cv los 85 cv del motor de 1,5 litros del Scirocco, equipado con un carburador de dos fases, y con un tubo escape de grandes dimensiones que además producía un sonido muy en consonancia con su aspecto.
El primer prototipo resulta exagerado
Fue como “un monstruo rugiente”, recuerda Konrad. El grupo de trabajo no tarda en comprender que ese no es el camino a seguir. El aspecto del “Sportgolf” deberá ser deportivo, pero sin perder su carácter discreto. Löwenberg y Horntrich diseñan entonces una versión más moderada que prospera bastante bien, aunque se tengan que hacer algunas concesiones. El resultado causa mejor impresión en el grupo y Hablitzel se atreve a presentarlo de nuevo ante el Director de Desarrollo, Ernst Fiala, y pedirle su opinión. La respuesta no podía ser más demoledora: “Demasiado caro, estáis locos”. Pero Hablitzel y sus hombres no se rinden. El prototipo del “SportGolf”, desarrollado sobre el Scirocco, es declarado oficialmente vehículo experimental, pero extraoficialmente continúa desarrollándose. Löwenberg se ocupa de los trabajos de precisión en el motor, Horntrich se encarga de adaptar la suspensión a los neumáticos que montaba: 205/60 H R13, medidas que sin duda habrían hecho enrojecer incluso a un Porsche 911, puesto que el deportivo teutón por excelencia todavía utilizaba neumáticos de 185/70 en 1974.
En la primavera de 1975, el Consejo de Dirección da luz verde al proyecto. No es de extrañar que causara una gran sensación cuando, en la primavera de 1975, Hablitzel y su equipo presentaron este automóvil experimental al Consejo de Dirección en el circuito de pruebas de Volkswagen en Ehra-lessien (Alemania). Hasta el mismo Fiala se mostró entusiasmado con ese “SportGolf” vestido de Scirocco, y pasa a la acción. A finales de mayo se encomienda oficialmente al Departamento de Desarrollo la tarea de realizar una versión deportiva del Golf.
El Golf se convierte en GTI
Al mismo tiempo que el área de ventas empieza también a detectar buenas expectativas de mercado para un Golf deportivo, Volkswagen necesita un modelo capaz de acaparar la atención en el Salón del Automóvil que pronto se celebrará en Francfort. De repente el proyecto empieza a cobrar importancia desde todas las perspectivas. Surgen seis prototipos de diferente carácter – desde una versión decididamente deportiva hasta otra más confortable y discreta-. Herbert Schäfer, Jefe de Diseño, se encarga de trazar los pequeños detalles que harán destacar al futuro GTI entre sus congéneres, como son los ribetes rojos de la parrilla frontal, un alerón delantero más grande, unas taloneras de plástico, el reborde de la luneta trasera en negro mate, el recubrimiento interior del techo en negro, la pelota de golf en la palanca de cambios y asientos deportivos con tapicería de cuadros.
Herbert Schuster, el nuevo Jefe de Pruebas, anuncia nada más llegar que él mismo se ocupará de desarrollar el chasis. Por razones de coste reduce el ancho de las llantas de 6,0 a 5,5 pulgadas y rebaja los neumáticos hasta el formato 175/70 H R13, pero les pone barras estabilizadoras a los ejes delantero y trasero y desarrolla un tarado para los muelles y amortiguadores, que combinan a la perfección el confort y el carácter deportivo del vehículo. En colaboración con Audi, se construye mientras tanto un ultramoderno motor de inyección de 1.6 litros y 110 cv.
Presentación mundial en el Salón del Automóvil de 1975
El grupo, que antes había estado trabajando en la clandestinidad, logra tenerlo todo a punto para el día señalado: cuando el 11 de septiembre de 1975, el Salón de Francfurt abría sus puertas a los visitantes en su edición número 46, en el stand de Volkswagen hacía su debut una maravilla roja: el prototipo del Golf GTI. “El Volkswagen más veloz de todos los tiempos”, asegura el eslogan publicitario – y no exageraba: el GTI aceleraba de 0 a 100 km/h en aproximadamente 9 segundos, aventajando así a otros automóviles mucho más grandes y caros. Con precaución se anunciaba un precio que no llegaría a los 13.000 marcos alemanes, más de 5.000 marcos por debajo de lo que cuesta su rival alemán más importante. El resultado no se hizo esperar: el público del Salón estaba tan entusiasmado que el Consejo de Dirección no pudo hacer otra cosa que acordar la fabricación de una serie especial de 5.000 unidades.
Empieza la GTI- manía
13.850 marcos es el precio con el que el GTI sale finalmente al mercado a mediados de 1976. Sin embargo, los concesionarios venden ya durante el primer año una cantidad diez veces superior a lo previsto. Y no es de extrañar: “Subir a un puerto de montaña con el GTI constituye sin duda uno de los mayores atractivos para un automovilista”, escribe entusiasmada la revista alemana “auto motor und sport”. Con esto está todo dicho, incluso 33 años después.