Francia, ejemplo de modelo industrial en torno al vehículo ecológico
La industria y las instituciones francesas se movilizan para dar respuesta a un mercado en el que se calcula que en 2015 habrá entre el 30 y el 40 % de vehículos ecológicos, ya sean eléctricos puros (con batería), híbridos recargables, con extensión de autonomía o con pila de combustible. Francia está implantando una serie de políticas de I+D para desarrollar no sólo una industria que genere empleo en torno al coche ecológico, sino también para alcanzar la independencia energética, una factura muy grande para países como España que lastran su competitividad debido a esta dependencia energética. Actualmente, el parque francés de vehículos eléctricos, tanto de pasajeros y comerciales ligeros, es el primero de Europa (15.000 unidades), y el tercero a nivel mundial, detrás de Estados Unidos y Japón.
En 2011, PSA lanzó al mercado el Peugeot 3008 Hybrid4, el primer híbrido diésel del mundo. El Citroën DS5, que emplea la misma tecnología, se empezó a comercializar en mayo de 2012, así como el Peugeot 508 RXH de gama alta. Toyota, por su parte, produce una versión híbrida del Yaris III en Valenciennes (Norte de Francia) desde principios de 2012.
Las empresas Venturi (Eclectic), Goupil G3, Lumeneo (Smera y Neoma), MEGA, Micro Vett (Fiat), Tracetel (Whoop) y Courb (C Zen) desarrollan triciclos y cuatriciclos de motor. Gepebus (PVI, Tecnobus, Irisbus y Gruau) construye autobuses no contaminantes, y Renault-trucks camiones.
En Francia, las empresas SAFT y Batscap-bolloré fabrican baterías de Ion de Litio y Litio Metal Polymer respectivamente. En 2013, Renault producirá motores eléctricos en Cléon (Normandía), y baterías en 2014 en Flins (Región de Paris), aunque al principio será Nissan Nec quien se encargue de la fabricación. La colaboración de BMW y PSA será una realidad en la factoría de componentes híbridos en Mulhouse (2014). Otros fabricantes, como Valeo, ya trabajan en la electrificación de la cadena de tracción, la electrónica de potencia, y en aligerar el peso de los vehículos.
Un entorno público favorable
Desde 2008, el gobierno francés ha destinado 2.300 millones de euros al automóvil, los cuales han contribuido a la adquisición de 3,9 millones de vehículos ecológicos. En 2012, la bonificación (entre 2.000 y 5.000 euros) continúa fomentando la venta de vehículos. Para los cuatriciclos y algunos vehículos pesados existe un dispositivo de ayuda específico de la Ademe (Agencia del Medio Ambiente y Control de la Energía).
En los cuatro clústers especializados en el sector automovilístico y en movilidad (Mov’eo, Id4Car, Véhicule du futur y Lyon Urban Truck & Bus), se destina un cantidad importante (100 millones de euros) a la reducción de emisiones de CO2 y a los vehículos eléctricos. Generalmente, el apoyo a la I+D se hace mediante el CIR (Crédito fiscal de investigación) y OSEO.
Plan francés de coches ecológicos
Iniciado en 2009, el Plan francés para el desarrollo de vehículos eléctricos e híbridos recargables ilustra el compromiso de los poderes públicos con los coches ecológicos. Además, el Programa de transporte terrestre plurianual (Predit N°4, dotado de 400 millones de euros) dedica, de media, el 50 % de su capital a la producción de estos tipos de vehículos.
Existen asimismo dos plataformas tecnológicas operativas: Steve Grenoble & Amiens (almacenaje de energía, pilotos CEA e INERIS) y Movéo’DEGE Saclay (piloto IFP). Los dos primeros proyectos dirigidos a los “Vehículos de carretera con baja emisión de gases de efecto invernadero” de la ADEME, han sido aprobados con un presupuesto de 108 millones de euros. Cuentan también con el apoyo de experimentos como el de la empresa Kléber (vehículo híbrido recargable en Strasbourg), SAVE (Seine Aval VE), CROME (CROss-border Mobility for Evs) Alemania, y VERT (en la Isla de la Reunión).
Con el fin de garantizar la puesta en marcha segura de los vehículos ecológicos, sobre todo en los aparcamientos subterráneos, se han llevado a cabo diversas pruebas de seguridad de las baterías en colaboración con las autoridades públicas.
El Grupo de Trabajo Infraestructuras de Recarga para el vehículo eléctrico (GT IRVE), liderado por el Ministerio de Industria francés, es el organismo encargado de gestionar las dudas e intercambios de información entre los industriales (Schneider Electric, Legrand, Parkéon, DBT, Saintronic, Sagem.com, EDF Sodretel, Hager, etc) y la Administración: disposiciones introducidas en la Ley Grenelle II (Agrupaciones de municipios, permisos de conducir, aparcamientos de oficinas o de copropiedad), en el Libro Verde sobre las infraestructuras de recarga accesibles al público, o la definición del “vehículo eléctrico seguro”, estandarización y normalización, ayudas (CDC o Ademe) a las pruebas y a los proyectos de infraestructuras de recarga (ecociudades y municipios piloto).
Por otra parte, el programa Inversiones de Futuro ha logrado fomentar el almacenamiento electroquímico en su apartado “energías descarbonadas”. El capítulo “vehículo del futuro” está centrado en los avances técnicos de la cadena de tracción eléctrica e híbrida, sobre los puntos de recarga (posibilidad de contribuir a la financiación de infraestructuras de recarga en la vía pública). Los AMI (Acuerdo Multilateral sobre Inversiones para el medio ambiente), que ya han sido publicados movilizan un presupuesto de ayudas de más de 500 millones de euros. El Estado francés ha concedido la certificación, y financiación de hasta 54 millones de euros, al Instituto de Excelencia en materias de Energías limpias Vedecom, en el ámbito de los transportes terrestres y de la ecomovilidad, que tiene como objetivo crear en Satory (Región parisina) un lugar que permitirá a los diferentes profesionales de la movilidad trabajar conjuntamente en el diseño de nuevos sistemas y nuevos vehículos.
Por último, la Agrupación de Pedidos gestionada por La Poste y coordinada por la UGAP (Unión de la Agrupación de Adquisiciones Públicas), anunció en octubre del 2011 el resultado del concurso público para la compra de 20.000 vehículos a lo largo de cuatro años. Además, la UGAP firmó varios acuerdos de colaboración con diferentes municipios.
Para David Appia, Presidente de la Agencia Francesa de Inversiones Internacionales (AFII), “Francia constituye una plataforma de primer nivel para los industriales extranjeros que desean fabricar vehículos ecológicos, puesto que encuentran un entorno muy favorable para la innovación, y un alto nivel de formación de los profesionales. Los clusters y las ayudas públicas dedicadas al sector del automóvil refuerzan sin duda el atractivo de Francia para el desarrollo de estas tecnologías de futuro”.