FEDEA deja claro que la inmigración no quita el empleo a los trabajadores
¿Quitan el trabajo los inmigrantes? Según los expertos, los datos evidencian que los beneficios de la inmigración para el mercado laboral son superiores a sus inconvenientes. Así lo destaca el think tank económico FEDEA, que ha analizado una de las cuestiones económicas y sociales que más importan a los españoles en la actualidad: el fenómeno de la inmigración y cómo afecta al mercado laboral de los trabajadores españoles.
Según datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la inmigración se ha convertido en la principal preocupación de los españoles, pasando del noveno al primer lugar en solo unos meses. Además, este cambio coincide también con el mayor debate público sobre la distribución de menores migrantes entre comunidades autónomas y con la difusión de imágenes llamativas de episodios de inmigración ilegal.
FEDEA ha querido ahondar en la problemática y la percepción que hay en la sociedad y contrastarlo, con datos, explorando y analizando los efectos reales que tiene la inmigración. El estudio aborda a fondo las cuestiones que más inquietud despiertan en la sociedad, como si los inmigrantes quitan el trabajo a los trabajadores nacionales, obtienen menores sueldos, incrementan la delincuencia o colapsan el sistema sanitario.
Así, FEDEA ha publicado un informe de Raquel Carrasco (UC3M y Fedea) que cuestiona hasta qué punto esta preocupación está justificada por la evidencia empírica existente sobre los efectos de la inmigración, o podría ser fruto de la falta de información o de un tratamiento desequilibrado de la misma.
Los principales resultados de los trabajos académicos más relevantes son los siguientes.
Inmigrantes y su trabajo en el mercado laboral
Respecto a la inserción laboral de los inmigrantes en el mercado laboral, la evidencia empírica existente indica que:
Los inmigrantes de países no pertenecientes a la UE ganan aproximadamente un 30 % menos que los trabajadores españoles. Sin embargo, el 94 % de esta brecha salarial se puede explicar por diferencias en características como edad, educación, tipo de contrato y sector de empleo. Solo el 6 % queda sin explicar, y es, por tanto, potencialmente atribuible a la discriminación.
Inicialmente, existe una brecha de empleo significativa entre inmigrantes y nativos (15 puntos porcentuales para hombres, 4 para mujeres). Esta brecha tiende a reducirse con el tiempo, con algunos grupos, como las mujeres latinoamericanas, incluso superando las tasas de empleo de los nativos después de cinco años.
Los inmigrantes, especialmente los de países no pertenecientes a la UE, a menudo se concentran en trabajos poco cualificados y mal pagados. Sin embargo, algunos grupos, particularmente los de Europa del Este y América Latina, muestran movilidad ascendente con el tiempo.
Los inmigrantes tienden a tener períodos de desempleo más cortos que los nativos, posiblemente debido a una mayor presión económica para encontrar trabajo rápidamente. Inicialmente, tienen menos probabilidades de recibir prestaciones por desempleo, pero esta diferencia disminuye con el tiempo.
Efecto de la inmigración en los trabajadores españoles
Y con respecto al impacto de la inmigración sobre los resultados laborales de los trabajadores nativos, la presión sobre el sistema sanitario y el nivel de criminalidad, la evidencia disponible indica varias conclusiones:
La inmigración no afecta significativamente las oportunidades de empleo y salarios de los trabajadores nativos en España. Estos resultados están en línea con los obtenidos para otros países europeos.
El uso del Sistema Nacional de Salud por parte de los inmigrantes es similar al de los nativos en los mismos grupos de edad. Sin embargo, los inmigrantes tienen menos acceso a especialistas y tienden a usar más los servicios de urgencias.
Aunque la tasa general de delincuencia no ha aumentado sustancialmente con la inmigración, la tasa de condenas entre los inmigrantes es mayor que entre los nativos. Esta diferencia se explica fundamentalmente por factores demográficos y socioeconómicos, puesto que una parte significativa de la población inmigrante está compuesta por hombres jóvenes con bajo nivel educativo, un grupo demográfico que tiende a tener tasas de delincuencia más altas independientemente de la nacionalidad.
Alarmismo injustificado
Por lo tanto, a la luz de la evidencia empírica, el alarmismo asociado con la inmigración parece estar en gran medida injustificado. De hecho, la inmigración podría ayudar potencialmente a mitigar los desafíos planteados por el envejecimiento de la población española, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema de pensiones y estimulando el crecimiento económico.
Cuando la inmigración es beneficiosa para la sociedad
No obstante, para que la inmigración tenga un impacto positivo duradero, debe ir acompañada de políticas de integración adecuadas que permitan a los inmigrantes acceder a empleos de calidad.
Los componentes clave de las políticas deben incluir:
- Integración de los inmigrantes a través del acceso a la educación, atención sanitaria y políticas de inclusión cultural.
- Gestión y selección de flujos migratorios, potencialmente basados en habilidades y necesidades del mercado laboral.
- Coordinación a nivel europeo para gestionar eficazmente los flujos migratorios y evitar desigualdades en la distribución de responsabilidades entre los Estados miembros.
La conclusión del análisis de FEDEA Es que, “aunque la inmigración presenta desafíos, también ofrece beneficios potenciales significativos. La clave está en desarrollar e implementar políticas que maximicen estos beneficios mientras se abordan los posibles impactos negativos a través de estrategias efectivas de integración y gestión”, destaca Raquel Carrasco en su informe.
Es posible consultar el trabajo completo de Raquel Carrasco titulado ‘Algunas reflexiones sobre el fenómeno de la inmigración en España: Percepción social versus efectos reales‘ (FEDEA, Colección Apuntes, no. 2024-26 Madrid).