Europa busca nuevas formas de energía a través de paneles solares flexibles impresos en plástico
Para cumplir los objetivos marcados en la estrategia Europa 2020 resulta esencial cambiar cómo y dónde se obtiene energía. Una opción alternativa en este sentido es la tecnología de paneles solares de plástico impreso, y un nuevo proyecto financiado con fondos europeos se ha puesto en marcha para lograr avances en el diseño de estos paneles avanzados, flexibles y de plástico que pueden integrarse en nuevos edificios y dispositivos móviles de consumo.
Se trata del proyecto SUNFLOWER («Vatios orgánicos novedosos, flexibles, sostenibles, eficientes y fiables»), que durará cuatro años y cuenta con una financiación de más de 11 millones de euros en virtud del tema «Tecnologías de la información y la comunicación» (TIC) del Séptimo Programa Marco (7PM) de la Unión Europea. En esta iniciativa colaboran investigadores de Bélgica, Francia, Alemania, Italia, España, Suecia, Suiza y Reino Unido.
Los socios del proyecto se proponen generar energía solar empleando paneles de plástico impreso reciclables y de alta eficiencia. La electricidad resultante sería segura y ecológica y podría producirse a escala local. Las celdas fotovoltaicas de plástico impreso forman parte de la generación más novedosa de tecnologías para la obtención de energía solar. Con ellas se pueden fabricar paneles solares flexibles, livianos y económicos. No obstante, aunque hasta ahora esta nueva tecnología ha representado un progreso positivo y en la dirección correcta, queda mucho trabajo por hacer en lo que se refiere a mejorar la eficiencia y la vida útil de los paneles.
Los investigadores de SUNFLOWER opinan que estos problemas se pueden resolver empleando máquinas de impresión a gran escala con las que producir en serie los paneles a partir de rollos de materiales flexibles. Esto supondría una mejora con respecto a los paneles rígidos y basados en el silicio que se utilizan en la actualidad. Incrementando la eficiencia y la vida útil de las celdas y, al mismo tiempo, abaratando los costes de producción con tecnologías respetuosas con el medio ambiente, los socios del proyecto confían en que su labor nos acercará a un mundo en el que todos puedan tener acceso a sistemas de producción de electricidad eficientes y ecológicos.
En palabras del coordinador del proyecto, el Dr. Giovanni Nisato del Centro Suizo de Electrónica y Microtécnica (CSEM) : «Tenemos la ocasión de desarrollar una tecnología óptima para la fabricación en la UE, por su elevado grado de automatización, la necesidad de personal muy cualificado, el bajo consumo de energía que entraña y la gran proximidad a los proveedores y los mercados.»
Las ventajas fundamentales de los paneles solares de plástico impreso son precisamente la flexibilidad, su bajo peso y su reducido coste. Permitirán el desarrollo de aplicaciones de consumo tales como paneles solares en rollos o bien paneles integrados de manera tridimensional en estructuras arquitectónicas. A largo plazo, también posibilitarán la creación de campos de paneles solares más económicos y sólidos que funcionen como parques solares. Se trata de una oportunidad muy destacada para que la UE amplíe su base de innovación en energías alternativas.
El consorcio del proyecto consta de socios empresariales, institucionales y académicos a los que une el propósito de comercializar lo antes posible las técnicas desarrolladas. Además, los socios empresariales se encuentran bien situados en la cadena de suministro para distribuir los futuros productos basados en celdas fotovoltaicas de plástico impreso, un requisito importante para que este proyecto surta un efecto socioeconómico notable.