Esto hay que tener en cuenta antes de contratar un seguro médico privado
¿Estás pensando en contratar un seguro de salud privado? La opción de elegir la sanidad privada como complemento de la sanidad pública está ganando cada vez una mayor popularidad. Aunque para contratar seguro médico privado y hacerlo bien, hay tener en cuenta una serie de aspectos de forma previa a lanzarte a contratarlo. No todos los seguros privados cubren las mismas cosas ni ofrecen los mismos servicios.
En este artículo te contamos qué aspectos debes tener en cuenta antes de contratar un seguro de salud privado para que se ajuste a tus necesidades.
Contenido de la información:
¿Qué estas buscando?
Uno de las primeras cuestiones que tienes que plantearte es qué tipos de servicios vas a necesitar. Existen muchos tipos de seguros médicos privados que cubren diferentes especialidades.
Por este motivo lo primero que hay que saber ante de contratar cualquier seguro médico privado es qué servicios va a ofrecerte y si vas a hacer uso de ellos.
Por norma general la mayoría de los seguros médicos privados cuentan con servicios de atención primaria, es decir, de medicina general como enfermería y pediatría y una serie de especialidades (reumatología, digestivo, neurología, rehabilitación, obstetricia…). Es importante antes de decidirte por un seguro u otro que compruebes que servicios se incluyen en la póliza del seguro.
Tipos de seguro según el pago
Existen tres tipos de seguro en función de la forma en la que se pagan. Este hecho va relacionado de forma directa al tipo de uso que vas a hacer del seguro.
Seguros con copago
¿Vas a utilizar el seguro de forma muy esporádica? ¿Sólo ante situaciones muy puntuales? Quizá te interesen los seguros con copago. De los tres tipos, los seguros con copago son los que cuentan con una cuota mensual más barata. Pero, cada vez que vayas a hacer uso de un servicio concreto del seguro vas a tener que pagar una parte proporcional del servicio, por eso se denomina copago. Tendrás que pagar una cuota por cada vez que hagas uso del servicio. Esta cuota añadida depende de la compañía con la que tengas el seguro contratado.
Por eso es fundamental que te plantees si vas a hacer un uso habitual del seguro o no. Este tipo de seguros salen rentables en aquellos casos en los que se hace uso de ellos de forma puntual.
Seguros sin copago
Los seguros privados sin copago son los que están dirigidos a personas que van a hacer un uso habitual y frecuente de los servicios. La principal diferencia con los seguros de copago es que en este tipo de seguros la cuota mensual es más alta pero no tienes que pagar nada por hacer uso de los servicios.
En las pólizas de seguros sin copago se incluyen todos los servicios médicos. Lo único que tienes que pagar es la cuota mensual prefijada.
Seguros contrareembolso
Como su nombre indica, en los seguros contrareembolso es el cliente el que paga la totalidad del precio por los servicios médicos que demanda y de forma posterior se le hace el reembolso de la cantidad que corresponda, que suele ser entre el 70 y el 100 %.
La diferencia con los seguros anteriores es que en este caso además de la cuota mensual, cada vez que hagas uso de un servicio concreto deberás de pagar la cantidad exigida por el servicio y de forma posterior obtendrás la cantidad que te corresponda.
La ventaja de este tipo de seguros es que puedes acudir al médico que quieras independientemente de que tenga acuerdos o no con la compañía de seguros con la que tengas el contrato.
Periodos de carencia
Los periodos de carencia es el tiempo obligatorio que hay que esperar desde que contratas un seguro médico privado hasta que puedes hacer uso de sus servicios.
La finalidad de los periodos de carencia es evitar que las personas se den de alta para hacerse una prueba concreta y se den de baja de forma inmediata.
Depende del servicio del que quieras hacer uso, tendrás que tener en cuenta unos periodos de carencia diferentes. Los tiempos de espera más altos son los de las mujeres embarazadas de cara al parto y postparto que suelen variar en función de la compañía entre los 6 y los 10 meses.
Por este motivo es fundamental que tengas en cuenta a la hora de contratar un seguro privado los periodos de carencia. Si te urge hacerte un prueba concreta y vas a contratar un seguro de salud para ya tenerlo para futuras ocasiones, mira bien cuál es el periodo de carencia para hacerte esa prueba concreta.
Coberturas
Las coberturas de los seguros de salud privado a rasgos generales son de atención primaria y medicina general como pediatría o enfermería además de las diferentes especialidades como rehabilitación, neurología, digestivo, reumatología…
Aunque además de las especialidades que puedan llegar a cubrir los seguros, hay otros aspectos fundamentales a la hora de contratarlo:
¿Cubre la hospitalización?
Depende del tipo de seguro. Si no cubre la hospitalización será la persona la que debe asumir los gastos de estancia en el centro y los tratamientos. Es un punto fundamental porque las estancias en hospitales suelen ser caras.
¿Hay límites de las sesiones de terapia?
Si estás acudiendo a sesiones de una terapia concreta, tienes que analizar detenidamente este punto. Imagina que estás en pleno tratamiento y tienes que acudir a un total de 2 sesiones de terapia pero el seguro sólo te cubre 10. Las otras 10 terapias restantes las vas a tener que abonar de tu bolsillo.
Por eso si te encuentras en esta situación tienes que analizar con detalle cuántas sesiones te cubre en los casos de terapia o recuperación. Puede que si tiene un límite de sesiones y necesites dar muchas más, no te merezca la pena el seguro que estás mirando.
Pruebas diagnósticas
Existen infinidad de pruebas diagnósticas y en función de tus necesidades es fundamental que verifiques cuáles se incluyen y cuáles no.
No es lo mismo tener que hacerte una analítica completa que una resonancia magnética, una ecografía o un tac. Por este motivo uno de los puntos más importantes a la hora de elegir el seguro es qué tipo de pruebas se incluyen para ante casos de emergencia, no tener que pagar de más.
Cobertura dental
El dentista no lo cubre la sanidad pública. Por este motivo si estás pensando en contratar un seguro médico privado, es importante que compruebes si te cubre los servicios dentales. De esta forma podrás beneficiarte de las visitas al dentista.
Aunque diferentes compañías incluyan servicios de cobertura dental, no todos incluyen las mismas coberturas. Por ejemplo, una compañía puede cubrir hasta 3 visitas al dentista en un año y otra cinco.
Es importante verificar estos puntos para poder sacarle el mayor partido al seguro.
¿Incluye asistencia a domicilio?
Es un valor añadido importante a la hora de contratar un seguro privado. En caso de ponerte muy enfermo en lugar de tener que hacer el esfuerzo de acudir al hospital tan sólo tendrás que solicitar al médico que vaya a tu casa.
¿Tiene servicio de urgencias?
Ante situaciones excepcionales de emergencia contar con un buen servicio de urgencias que te pueda atender en el momento es fundamental.
¿Ofrece consultas online?
En la actualidad los trámites online en sanidad se han vuelto muy comunes debido a la pandemia. Este es un factor añadido puesto que para transmitir los resultados de una prueba o para consultas informativas supone una gran ventaja que te llamen para comunicártelo y te eviten que tengas que desplazarte hasta el centro.
Con este tipo de consultas además ante caso de dudas puedes enviar contenido digital como imágenes o vídeos a tu médico para que te orienten con un diagnóstico y te digan si es necesario que acudas a una consulta presencial o no.
Lo que no cubren
Aunque cada compañía tiene establecidas sus coberturas y sus excepciones, a rasgos generales, las pólizas de los seguros médicos privados no suelen incluir los siguientes puntos:
- Enfermedades preexistentes
- Lesiones y enfermedades de accidentes laborales o de deportes de riesgo
- O accidentes de coche por negligencia del cliente
- Epidemias declaradas. No cubren los gastos por la pandemia 2020.
- Daños provocados por fenómenos naturales como pueden ser terremotos o inundaciones
- Asistencia a personas con adicciones
- Enfermedades congénitas previas a contratar el seguro
- Intervenciones quirúrgicas para fines estéticos
- Cirugía de la vista para quitar miopía, hipermetropía o astigmatismo
- Medicamentos salvo los que se suministren bajo periodo de hospitalización.
Enfermedades preexistentes
A la hora de contratar un seguro de salud privado, la compañía va a hacerte un cuestionario de salud para saber cuál es tu estado de salud. En muchos casos el seguro no va a cubrir enfermedades preexistentes, ya sean crónicas o patologías previas.
En aquellos casos en los que sí se incluyan puede que esto suponga un aumento de la cuota.
Por tanto si vas a contratar un seguro privado porque sufres alguna enfermedad crónica o patología previa, éste es el aspecto más importante que debes tener en cuenta antes de contratarlo.
Cuadro médico
Cada compañía tiene un cuadro médico diferente. El cuadro médico es el conjunto de médicos y de centros de salud que están asociados al seguro privado de salud que vas a contratar.
Si lo que quieres es tener un seguro privado pero que te atienda un especialista concreto o un centro concreto, tienes que mirar detenidamente que se incluye en el cuadro médico del seguro que vas a contratar.
Limitaciones de los seguros
Hay algunos seguros de salud que cuentan con limitaciones en términos de edad o de ámbito de actuación.
En cuanto a la edad, hay algunos seguros que a partir de los 65 o 70 años aumentan el precio si quieres contratarlos. Por otra parte, hay otros que directamente no hacen contratos con personas que superen esta barrera de edad.
En cuanto a los límites geográficos, normalmente los seguros de salud privado suelen tener un ámbito de actuación nacional. Sin embargo es conveniente que compruebes que puedes acudir y hacer uso de los servicios del seguro fuera de tu Comunidad Autónoma.
Si además eres una persona que viaja mucho, debes considerar si hay algún tipo de seguro que tenga cobertura también en el extranjero.
Ventajas de los seguros privados
Las ventajas de los seguros privados de salud frente a los servicios de la sanidad pública es que los tiempos de espera para poder visitar a los especialistas son mucho menores que si se solicita a través de la seguridad social.
Además los diagnósticos suelen ser más rápidos en los seguros privados puesto que puedes pedir cita directamente con el especialista sin tener que pasar de forma previa por el médico de cabecera a que te derive al especialista.
Los seguros médicos privados cuentan con un ámbito de actuación por norma general a nivel nacional mientras que para poder acceder a consulta médica en la seguridad social tienes que estar empadronado en ese lugar.
Aunque como principal desventaja, la sanidad pública en España es gratuita y los seguros privados tienes que pagarlos mes a mes.
Una buena opción es tener un seguro médico privado como complemento de la sanidad pública para en casos de emergencia poder tener acceso a los servicios.
¿Qué seguro elegir?
En resumen, después de haber detallado todos los aspectos a tener en cuenta, a la hora de tomar una decisión deberás anteponer tus necesidades a todo lo demás. ¿Qué uso vas a hacer del seguro? En función de la respuesta, será mejor que elijas uno u otro. Por ejemplo si vas a hacer uso de este seguro muy pocas veces lo más recomendable es que contrates un seguro con copago puesto que la cuota inicial es más barata. Aunque tendrás que abonar una cantidad cada vez que uses los servicios.
Sin embargo si por situaciones personales concretas vas a hacer un uso habitual de este seguro es mejor que lo contrates sin copago. La cuota mensual es algo más alta pero te evitas tener que pagar cada vez que uses el servicio una cantidad de dinero.
Esta norma debes aplicarla a todos los puntos que se han detallado en el artículo. Si tienes enfermedades preexistentes, cuáles son los servicios médicos que necesitas, si tienes que ir a terapia, las limitaciones de los seguros…
¿Cuánto cuesta?
El abanico de precios de las pólizas de salud puede variar mucho dependiendo de la opción contratada. Así, por ejemplo, los que no tienen copagos tendrán un precio más elevado que el resto. En todo caso, este mercado es muy amplio, por lo que no resultará difícil encontrar opciones baratas y adaptados a tus necesidades particulares.
Para que te hagas una idea, las cifras más habituales en el mercado para los seguros con copagos parten de los 25 € y pueden llegar hasta los 55 €. Por su parte, los que son sin copago parten de unos 45 € y pueden alcanzar los 80 €. En todo caso, cabe puntualizar que esta cifra puede variar enormemente en función de las características del asegurado, su modo de vida e incluso su estado de salud previo a la contratación.
¿Cuál es el mejor seguro médico privado?
A modo de resumen, para elegir el mejor seguro médico que cubra tus necesidades, tendrás que tener en cuenta los siguientes factores para dar con la que mejor se adapte a ti:
1. Analiza tu estado de salud. Ésta es la clave para dar con una cobertura que satisfaga tus necesidades particulares. Así pues, si tienes alguna enfermedad en concreto, deberás tener en cuenta que tu seguro médico debe cubrirte todo lo relacionado con ella.
2. Compara opciones. Existen infinidad de alternativas de pólizas de salud en el mercado, así que lo ideal será analizar cada una de ellas para encontrar la más rentable.
3. Fíjate en el cuadro médico. Cada modelo te ofrece un grupo de profesionales médicos. Así pues, si quieres tratarte con alguno de referencia para ti, tendrás que fijarte en que esté incluido en el cuadro médico de la póliza que contrates.
4. Con o sin copago.
5. Fíjate en la edad límite para contratar. Algunas compañías fijan en los 50 el tope máximo de edad para contratarlo. Esto no es una norma general, así que, si tienes más años, bastará con encontrar una empresa que sí te asegure.
6. Con o sin periodo de carencia.
Por supuesto, a todos estos consejos puedes sumar los que recibas por parte de los profesionales de las compañías, puesto que quizás ellos te planteen alguna otra alternativa a considerar.