¿Es malo que los niños vean la televisión? Cómo evitarlo y negociar con ellos
“¿Me dejas ver la tele un ratito más?” Si sois padres, seguro que os suena de algo esta pregunta. Las pantallas son todo un atractivo para los niños y consiguen atraer su atención mucho más rápido que un libro o que otros juguetes, sobre todo si el ejemplo que tienen en casa es de un consumo habitual y diario de la televisión.
En la actualidad podemos consumir cualquier tipo de contenido que nos imaginemos a través de la televisión, desde vídeos de youtube, series y películas de plataformas en streaming hasta jugar a videojuegos. Y eso a los niños les encanta, pero ¿alguna vez te has planteado cuál debe ser el consumo adecuado de las pantallas que deben tener los peques de la casa? ¿O si el abuso de televisión tiene efectos negativos?
En este artículo detallamos los principales efectos que tiene el abuso de la televisión y otras pantallas en los niños, tanto a nivel psicológico como físico, y os dejamos una serie de consejos y prácticas para evitar un consumo excesivo de la televisión.
Contenido de la información:
¿Pueden ver los niños la televisión?
¿A qué edad dejo a mi hijo ver la tele? ¿Y cuántas horas? Es normal que si sois padres os asalten este tipo de dudas y lo más habitual es que pidáis consejos a otros padres o a familiares. Sin embargo la respuesta es más complicada que las experiencias que os puedan contar amigos o conocidos.
Si sentamos a un niño de entre 0 y 12 años delante de un televisor va a estar completamente embobado con los colores, movimientos y sonidos que salen de la pantalla. El motivo es que estos estímulos sólo los reciben de la televisión y por eso les resulta tan llamativo.
Sin embargo, hay estudios que evidencian que un abuso del consumo de la televisión en niños pequeños produce retrasos en su desarrollo. Esta es una de las conclusiones del estudio sobre la ‘Asociación entre el tiempo frente a la pantalla y el rendimiento de los niños es una prueba de detección del desarrollo‘ publicado en la revista médica JAMA. En concreto, demuestra que una alta exposición a las pantallas de niños de entre dos y tres años puede afectar a su capacidad de desarrollo.
Por tanto a la pregunta sobre si pueden ver los niños la tele, no podemos responder con rotundidad. Una alta exposición a la pantalla va a tener efectos negativos a nivel físico y psicológico como vamos a explicar en apartados posteriores, pero en cierta medida, un consumo esporádico con fines educativos y de entretenimiento, no tiene por qué afectar de forma negativa.
¿Cuánto tiempo debo dejar a mi hijo delante de la televisión?
Es evidente que un abuso excesivo de la televisión tiene efectos negativos en los más pequeños, pero ¿dónde está el límite? Ya sea para ver dibujos, vídeos de Youtube, películas o jugar a algún videojuego, las horas que los niños pasan delante de los televisores deben estar controladas por los padres.
La cantidad de tiempo que pueden pasarse delante de la tele va a variar en función de la edad y del tipo de contenido que estén viendo, puesto que no es lo mismo que enciendan la televisión para ver contenidos educativos que videos de youtube sobre videojuegos.
La Academia Americana de Pediatría que da las siguientes pautas sobre la cantidad de horas que pueden ver los niños la televisión según la edad.
- Los bebés y los niños de hasta 12 meses deben tener un uso extremadamente controlado, limitado y sólo cuando estén bajo la supervisión de los padres. El consumo de estos contenidos debe ser mínimo y para enseñarles.
No es nuevo que muchos padres optan por dejar al bebé en la trona delante de la televisión mientras ellos aprovechan a hacer las tareas de la casa, pero esto es un gran error. Los bebés están encantados porque los movimientos, colores y sonido de la tele son un gran estimulante para ellos, pero a la larga, va a traer consecuencias.
- Los niños de entre dos y cinco años pueden empezar a tener algo de contacto con las pantallas, aunque siempre debe ser un tiempo limitado y bajo supervisión. En torno una hora al día como máximo.
- De seis años en adelante los padres deben establecer limites coherentes respecto al contenido que usan
Es importante aclarar que cuando decimos que no es bueno que pasen mucho tiempo delante de la televisión también incluimos a las tablets, móviles, ordenadores o cualquier otro dispositivo similar.
Efectos del abuso de televisión en los niños
Los niños que están acostumbrados desde pequeños a pasarse horas y horas delante de la televisión van a sufrir las consecuencias tanto a nivel físico como psicológico. Algunos de los efectos derivados de una exposición continuada a las pantallas son:
- Obesidad a causa de una vida sedentaria
- Mala capacidad de concentración
- Pocas dotes sociales
- Retraso académico
- Problemas de sueño
Cómo conseguir un consumo responsable de televisión
Como hemos visto en el apartado anterior, un abuso del consumo de la televisión y de otras pantallas es malo para los niños. Sin embargo, no podemos meterles en una burbuja y que vivan completamente aislados de esta tecnología. La clave para un consumo responsable está en hacerles ver que la televisión debe ser un herramienta más para entretenerse y aprender que pueden usar de forma esporádica y que forme parte de su tiempo de ocio.
Además, para que el consumo de la televisión sea responsable, es importante tener en cuenta las siguientes cuestiones:
- Que los niños no sustituyan jugar con otros niños y socializarse por quedarse delante de la pantalla y que mucho menos en un día de buen tiempo prefieran encerrarse a ver la tele.
- Que tengan presente que la televisión es un mero instrumento de entretenimiento, no una rutina que debe estar presente siempre en su día a día.
- Que hay actividades mucho más divertidas que ver la tele, sobre todo si existe la posibilidad de sustituir esta práctica por jugar con los padres u otros amigos.
Consejos para negociar las horas de pantallas
Cuando imponemos las cosas porque sí a los niños, no empezamos con buen pie. La palabra de un padre siempre va a prevalecer frente a la de un hijo en lo que a cumplir las normas de la casa se refiere, sin embargo, lo mejor es hacerles entender por qué no es bueno que pasen tantas horas delante de la pantalla y sobre todo, saber poner en valor otras actividades que resulten igual o más atractivas que ver la televisión.
De las primeras cuestiones que debemos plantearnos es, ¿qué le da la televisión a los niños para que les guste tanto? El truco para que se olviden de tanta tele y se centren en otras actividades es saber cómo despertar esa curiosidad para hacer esas otras cosas. Por eso es bueno hablar con ellos, crearles ese interés por leer un libro o por jugar a otro tipo de juegos.
A medida que crecen, será inevitable tener que negociar con ellos para establecer unas pautas de consumo de la televisión y otros dispositivos. A menor consumo de las pantallas, mejor, pero es cierto que en la actualidad los niños viven rodeado de las tecnologías. Por ello es prácticamente imposible negarles el acceso a estos dispositivos. Es en este momento cuando hay que saber cómo enfocar el tema y pautar unas horas al día o a la semana para que lo dediquen a las pantallas. Una posible idea es que ellos decidan como administrarse el tiempo, si por ejemplo decidís dejarle 3 horas a la semana, que sea el niño el que pueda organizarse para ver aquello que más le guste.
Prácticas en casa que no fomenten el uso de las pantallas
Un hijo siempre va a fijarse en lo que hacen los padres, por tanto, el primer consejo y el más básico es que en casa no haya un consumo constante de tecnología y de televisión. Si los padres llegan del trabajo y lo primero que hacen es sentarse a ver la televisión hasta que cenan, el niño va a ver completamente normal esta práctica.
Para ello es fundamental que en casa dispongan de los objetos y elementos que les inviten a hacer otras actividades. Nos referimos a libros para leer o para colorear o a juguetes. Sobre este último, la mejor forma de evitar que los niños pasen horas y horas delante de la televisión es saber atraer su atención a otras actividades más apropiadas para su edad.
Para conseguirlo es fundamental conocer sus gustos y aficiones. Saber si es un niño curioso y regalarle algún juguete STEM sobre ciencia y tecnología, si le apasionan las construcciones o si es más de puzles. Si le gusta cantar, bailar o jugar con muñecas. Dedicarse a algo que le guste le hará pasarse horas y horas centrado por completo a esa actividad y olvidarse de las pantallas.
Si a una persona adulta le puede llegar distraer más una pantalla que otra actividad, imaginaos a un niño. Por eso, hay que saber tomar ciertas precauciones y no tener en su habitación ningún tipo de pantalla. Si acostumbras a tu hijo de pequeño a leer antes de dormir en su cama cogerá la rutina y no tendrá una dependencia a ver la tele antes de dormir y desvelarse, porque tal y como ha quedado demostrado en estudios, mucha televisión provoca hiperactividad en los niños, lo que va a provocar que pierdan el sueño y quieran seguir viendo la tele hasta altas horas de la noche.
Quizá muchas familias tengan la costumbre de comer o cenar viendo la televisión, pero es mucho más recomendable para los niños que durante este tiempo os dediquéis a hablar de cosas en familia que a ver en silencio la televisión. Seguro que alguna vez habéis oído o dicho la frase, “como no comas, apago la tele“. Sin embargo, generar esta dependencia a la televisión para que el niño coma no es nada bueno.
Y si no es bueno que coman viendo la tele, no lo es mientras hacen los deberes. Básicamente porque van a estar pendientes de la televisión y no van a concentrarse ni van a prestar atención a sus deberes.
Para que los niños vean que la televisión no es algo super guay que pueden estar viendo a todas horas, una de las prácticas que los padres pueden llevar a cabo es fijar una serie de horas, incluso unos días concretos para su consumo. Podéis imponerles que la televisión sólo sea vea cierto tiempo al día o que directamente sólo la pueda ver los fines de semana. Es de esperar que protesten, que estén cabreados con vosotros y no quieran aceptar lo que les decís, pero con el tiempo, es uno de los mejores remedios porque consiguen entrar en una rutina en la que no necesitan la tele a todas horas.
Ten en cuenta qué contenidos ven. Con las smart TV todas las televisiones tienen acceso a una cantidad inmensa de programas de televisión, además de las personas que estén suscritas a plataformas en streaming, por no hablar del acceso ilimitado a vídeos de Youtube. En función de la edad, tendrás que tener siempre en cuenta qué contenidos son los apropiados para ellos, por ello, no dejes a su libre elección lo que quieran ver, puede que un día vayas a ver qué están viendo y te lleves una sorpresa.
Por el contrario, puedes enseñarle y animarle a ponerles programas que les sirvan de aprendizaje, que les estimulen el interés por aprender y que les ayuden a desarrollar habilidades.