¿Eres de los de coche deportivo o ecológico?
El 39 % de los automovilistas españoles confiesa sentirse más atraído por la compra de un vehículo deportivo que de uno ecológico, según se desprende de un estudio elaborado por la escuela de negocios ESCP Europe, bajo el título “Green car marketing”. Queda claro que la popular “conciencia verde” de la que tanto se habla en la industria del automóvil y que el Ejecutivo intenta impulsar con políticas fiscales y programas de ayudas, aún no ha calado en la conciencia de los conductores españoles que en el 40 % de los casos nunca ha considerado la alternativa de adquirir un vehículo híbrido o eléctrico, y eso que todos los encuestados confirman de manera unánime estar preocupados por el medio ambiente, la realidad es que la mayoría (el 96 %) no conoce a nadie de su entorno que haya comprado o tenga ya un vehículo de bajo consumo.
Por otra parte, el estudio de ESCP Europe revela que uno de los factores principales que echan atrás a los conductores a la hora comprar un vehículo “verde” es su elevado precio, tanto es así que el 33 % de los españoles lo consideran extremadamente caro comparado con un coche convencional -incluso hasta el doble-, catalogándolo como “producto de lujo” al alcance todavía de muy pocos.
Además, una gran mayoría de los automovilistas (el 64 %) dice sentirse poco satisfecho con la información que proporcionan las marcas sobre las ventajas de sus vehículos híbridos o eléctricos, sobre la autonomía de sus baterías, los puntos de reparación… hasta el punto de que el 69 % asegura no conocer ningún coche con estas características.
Verde=Japón
No obstante, el estudio revela que entre aquellos consumidores más informados existe una asociación de ideas entre vehículos verdes y marcas japonesas. Esto explica que los fabricantes considerados más ecológicos sean, por este orden, Toyota, Honda, Audi y Lexus.
Menor consumo
Finalmente y con independencia del factor precio, el informe analiza también cuáles son los factores que más peso tienen para el consumidor final a la hora de inclinarse por la compra de un vehículo de bajas emisiones.
En este sentido, la fiabilidad y seguridad del vehículo son considerados como prioritarios, seguidos del menor consumo y la eficiencia energética. Otras consideraciones son, curiosamente, el silencio del motor y diseños modernos, pero también que el Estado ofrezca ayudas para su adquisición, desarrollando infraestructuras suficientes para facilitar la recarga de baterías.