Encender y apagar el aire acondicionado o dejarlo puesto al mínimo: esta es la solución para ahorrar luz

El calor ya está aquí y se va a quedar todo el verano. Por ello, enfriar la vivienda se antoja primordial para poder hacer frente a las altas temperaturas. El mejor aliado será el aire acondicionado, aunque es posible que por miedo a la factura de la luz no lo uses mucho.

¿Eres de esos que enciende y apaga el aire acondicionado constantemente para ahorrar luz? Si es así, siento decirte que estás haciendo todo lo contrario. Si buscas tener la mayor eficiencia energética, en esta información te detallamos qué es lo mejor para ahorrar luz y dinero.

Pero, ¿cuánto cuesta poner el aire acondicionado? En esta otra información puedes consultar nuestra calculadora para saber cuánto gasta un electrodoméstico.

¿Es bueno encender y apagar todo el rato?

Todo el mundo quiere tener la casa fresca en verano sin tener que pagar un dineral en la factura de la luz a final de mes. Por ello, suelen surgir varias dudas a la hora de usar el aire acondicionado.

Si tienes este electrodoméstico en una estancia pequeña del hogar, como puede ser una habitación, bastará con que esté encendido unos minutos para rebajar la temperatura ambiente. Lo lógico sería encender el aire acondicionado, apagarlo cuando la habitación este fría y, cuando vuelva a aumentar la temperatura, volver a encender el aparato, ¿verdad?

Lo cierto es que cada vez que enciendes y apagas un electrodoméstico estás realizando un consumo de energía mayor que cuando se mantiene encendido un buen rato. De esta forma, verás en la factura de la luz un aumento de precio cuando lo que buscabas era todo lo contrario.

Lo ideal es dejar encendido el aire acondicionado al mínimo para que gaste lo menos posible. De este modo, la tecnología inverter actuará para mantener la temperatura constante y usando la menor energía posible.

Qué es la tecnología inverter

La mayoría de equipos de aire acondicionado cuenta con la tecnología inverter. Gracias a este sistema, el compresor se adapta y regula su velocidad y potencia para mantener la misma temperatura en la habitación.

Por ejemplo, si seleccionas 25 grados, el aire acondicionado enfriará hasta llegar a dicha temperatura. Una vez el ambiente alcance la temperatura deseada, el compresor funcionará al mínimo para mantener esos grados y ahorrar energía. Además, el aparato no se apagará ni volverá a encender, sino que trabajará al mínimo de potencia necesaria.

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