En función de la hora a que comas, engordas más o menos
Olvídate de las calorías que consumes y más de las horas a las que haces las comidas, porque la hora de la comida principal influye en la pérdida de peso. Una investigación llevada a cabo por Marta Garaulet, de la Universidad de Murcia, podría cambiar las futuras estrategias de adelgazamiento, que deberían tener en cuenta el momento de la comida y no solo el consumo de calorías, como se ha ido haciendo hasta ahora. Junto a investigadores de Harvard y Tufts se ha llegado a la conclusión de que no es simplemente qué se come, sino también cuándo se come lo que puede determinar la pérdida de peso.
“Nuestros resultados indican que aquellos individuos que comen tarde la comida principal del mediodía –después de las 3 de la tarde– muestran una pérdida de peso significativamente menor que los que comen temprano –antes de las 3–”, explica Marta Garaulet, catedrática de Fisiología de la Universidad de Murcia y autora principal de este estudio.
Frank Scheer, neurocientífico la Harvard Medical School y autor senior del estudio, destaca que futuras estrategias terapéuticas de adelgazamiento deberán tener en cuenta el momento de la comida y no solo el consumo de calorías y de macronutrientes, como se ha venido haciendo hasta ahora. Este estudio será publicado en febrero en la revista International Journal of Obesity.
Experimento con comensales tempranos y tardíos
Para llevar a cabo la investigación se ha contado con 420 participantes con sobrepeso que seguían durante 20 semanas un tratamiento de pérdida de peso basado en la dieta mediterránea. Se les dividió en dos grupos: los que comían temprano al mediodía y los comedores tardíos; de acuerdo con el momento de la comida principal del mediodía en España –donde se ingiere el 40 % de las calorías diarias totales–.
Otros resultados obtenidos por los investigadores demuestran que el horario del desayuno y de la cena –comidas más pequeñas y menos energéticas– no influyó en la pérdida de peso. Sin embargo, los comedores tardíos, quienes perdieron menos peso, también consumieron menos calorías durante el desayuno y era más probable que incluso se lo saltasen.
Además se han examinado también otros factores que desempeñan un papel en la pérdida de peso, tales como la ingesta de energía y el gasto, o las hormonas del apetito y la duración del sueño. Sorprendetemente, se ha encontrado que todos estos factores fueron similares entre ambos grupos. Sin embargo, los comedores tardíos resultaron ser más nocturnos y presentaron con más frecuencia una variante génica en el gen Clock, que codifica una proteína implicada en el reloj circadiano que marca los horarios de nuestro organismo.