Ellas son más detallistas y responsables y los hombres se esfuerzan en destacar en el trabajo

Ellas son más detallistas y responsables y los hombres se esfuerzan en destacar en el trabajo
NOTICIA de Javi Navarro
07.02.2008 - 20:48h    Actualizado 22.12.2022 - 18:14h

Las mujeres son más detallistas, responsables y se acercan más a sus superiores que sus compañeros masculinos, por su parte los hombres se muestran más interesados en alcanzar puestos directivos o destacar en el ámbito laboral. Los más jóvenes buscan el cambio y las nuevas experiencias profesionales, siempre en entornos laborales en los que es más importante la relación con los demás y el apoyo de jefes cercanos.

Hombres y mujeres son diferentes en su forma de trabajar. Ésta es una de las conclusiones que se extraen del informe “La personalidad del trabajador contemporáneo”, elaborado por Grupo Actual y Randstad. En él se analizan los rasgos de personalidad de los trabajadores gracias a los resultados obtenidos de casi seis mil encuestas respondidas por trabajadores de Randstad de toda la geografía española en los test PAPI (Personality and Preference Inventory – Inventario de Personalidad y Preferencias). El informe pone de manifiesto que hombres y mujeres muestran diferencias en casi la totalidad de las escalas analizadas, a través de 120 preguntas agrupadas en 20 dimensiones que evalúan el interés por el liderazgo, la planificación, la relación con los demás o el pensamiento teórico de los trabajadores. De hecho, según los datos obtenidos por Grupo Actual y Randstad, las mujeres buscan trabajo en edades más tempranas que los hombres, mientras que cuando ambos superan los 30 años, hay una mayor cantidad de hombres que de mujeres que sigue buscando un puesto de trabajo. Además, los datos de esta investigación confirman que las mujeres están más orientadas a la tarea, es decir, muestran más responsabilidad por lo que hacen y presentan un elevado compromiso y espíritu de esfuerzo. Ellas son más detallistas y ellos buscan el éxito profesional

De los 5.708 participantes en este estudio, el 55,7 % fueron mujeres y el 44,3 % hombres. Tras agrupar los datos por sexo, el informe destaca que las mujeres se decantan por un entorno laboral más estructurado y un trabajo más cuidado, puesto que se inclinan más que los hombres por entornos en los que las pautas de trabajo y sus procedimientos estén bien establecidos, sin dejar nada a la improvisación (obtienen puntuaciones más altas en las escalas de Rol de trabajador duro, Ritmo de trabajo o Necesidad de terminar una tarea). Ellas son más detallistas, mientras que ellos ofrecen enfoques más estructurados y globales (se diferencian de las mujeres por unas mayores puntuaciones en Pensamiento teórico). Tras la revisión de las respuestas ofrecidas por trabajadores y trabajadoras, las mujeres se alejan de la media por su cercanía con los jefes (se inclinan más por el aspecto Necesidad de apoyar a sus superiores), a los que intentan respaldar en todo lo necesario, muchas veces por propia iniciativa, lo que redunda en un entorno de trabajo agradable y cordial.

Media mayor de las mujeres
Diferencias altas (mayores a 0.5) Ninguna dimensión
Diferencias bajas (entre 0.1 y 0.5) Necesidad de apoyar a sus superiores
Orden
Ritmo de trabajo
Necesidad de terminar una tarea
Cordialidad
Rol del trabajador duro
Necesidad de normas
Atención a los detalles
Diferencias despreciables entre sexos
Necesidad de pertenecer a grupos
Necesidad de cambio
Necesidad de relaciones cercanas con los demás
Media mayor de los hombres
Diferencias altas (mayores a 0.5) Necesidad de controlar a los demás
Rol de líder
Necesidad de logro
Necesidad de protagonismo
Diferencias bajas Pensamiento teórico
Necesidad de imponerse a los demás
Contención emocional
Facilidad para tomar decisiones
Planificación

Por su parte, los hombres, también en contraste con las mujeres, están bastante más interesados en alcanzar puestos directivos o destacar en el ámbito laboral a través del éxito profesional. Aquí es donde se encuentran las mayores diferencias entre hombres y mujeres. Les estimula controlar el trabajo de otros desde una posición de líder y no desdeñan ser centro de atención cuando surge la ocasión, tal y como demuestra que obtienen puntuaciones más altas en la Necesidad de control hacia los otros, su Rol de líder o la Necesidad de logro. Tras el análisis de las encuestan también destaca que a los hombres les resulta más fácil tomar decisiones rápidas, sobre todo si éstas ayudan a alcanzar los objetivos que se persiguen. Además, se definen como menos expresivos, con una mayor contención emocional que en casos extremos puede transmitir una imagen de frialdad y poca o nula implicación afectiva. En el trabajo se muestran más creativos que las mujeres y parecen aportan mayor cantidad de soluciones originales. Pero no todos los datos arrojan diferencias por cuestión de sexo. Según el informe elaborado por Grupo Actual y Randstad, mujeres y hombres no difieren en el valor que le dan a las relaciones personales en el ámbito de trabajo, al trabajo en equipo o la cercanía física con los compañeros. Los jóvenes buscan nuevas experiencias y los mayores una carrera profesional

Para el análisis de los datos, se dividió la muestra en tres grandes grupos según su edad (menores de 25 años, de entre 26 y 30 años y mayores de 30 años), lo que ha puesto de manifiesto resultados significativos. Tras estudiar los datos de esta división, la investigación confirma que los más jóvenes buscan entornos laborales en los que es más importante la relación con los demás (cuentan con una puntuación alta en la Necesidad de pertenecer a grupos), la existencia de normas que les guíen y el apoyo de jefes cercanos (en concreto, en la escala de Necesidad de apoyar a sus superiores). Este mismo grupo de edad, con menos experiencia laboral, valora en mayor medida las relaciones personales y los ambientes más cordiales. Son más impulsivos, menos sedentarios (buscan situaciones y experiencias múltiples) y demuestran tener más ambición que sus mayores. Eso sí, los que comienzan su vida laboral son los más trabajadores, puesto que son quienes alcanzan puntuaciones más altas en Rol de trabajador duro, en la Necesidad de logro y, principalmente, en la Necesidad de terminar una tarea. Por su parte, los trabajadores mayores de 30 años se interesan más por perfiles de tipo organizativo, es decir, prefieren crecer dentro de la empresa y ya no son tan proclives a cambiar de entorno. Les atrae alcanzar en su carrera profesional puestos importantes con gente a su cargo a los que organizar y dirigir. A medida que van adquiriendo mayor experiencia, aumenta la facilidad para la toma de decisiones en virtud de una autoconfianza y seguridad en sí mismos forjadas por los años de experiencia vital y profesional, tal y como demuestra su mayor puntuación en la Necesidad de imponerse a los demás y, sobre todo, en la de Facilidad para tomar decisiones. Los del Sur, los más sociables

Como culminación del análisis de los datos disponibles, se procedió a buscar diferencias generadas por la ubicación geográfica. Para este análisis, se han utilizado perfiles de las 17 comunidades autónomas, pero, para hacer más compresivas las estimaciones, se dividió el territorio nacional en cuatro grandes superficies: Norte (que comprende Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, La Rioja y Aragón), Levante (Cataluña, Valencia, Murcia y Baleares), Sur (Andalucía y Canarias) y Centro (Extremadura, Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha). Según los datos del estudio, destaca que los candidatos de la zona Centro manifiestan un mayor interés por aspectos vinculados al liderazgo y la dirección de equipos, puesto que son quienes obtienen mayores puntuaciones en la escala de Rol de líder o Necesidad de controlar a los demás. Por el contrario, los trabajadores de la zona de Levante son los menos interesados en desempeñar funciones de mando o liderazgo y parecen menos preocupados por las relaciones personales en el trabajo (muestran menos puntuaciones en la Necesidad de pertenecer a grupos o la Necesidad de relaciones cercanas con los demás). Los trabajadores de la zona Sur muestran una preferencia por el liderazgo y las relaciones personales en el trabajo, tal y como pone de manifiesto sus puntuaciones más altas en la Necesidad de relaciones cercanas con los demás y la segunda más alta en Necesidad de pertenecer a grupos. Mientras que los participantes de la zona Norte son los más equilibrados desde un punto de vista de equidad en las variables analizadas, adoptando valores promedio en todas ellas. ¿Qué es el PAPI?

En un momento socio laboral donde las empresas luchar por la retención del talento, se hace indispensable conocer las fuentes de motivación de los trabajadores, de cara a facilitar la permanencia y fidelización. En este sentido, los cuestionarios que permiten conocer cómo es la personalidad de un individuo se han posicionado como asesores incuestionables en la mayoría de los procesos de selección de personal, puesto que su capacidad de diagnóstico en la selección les confieren unas características técnico-científicas de gran valor. Estos instrumentos llevan varias décadas siendo utilizados en el mundo de los Recursos Humanos hasta alcanzar altas cotas de efectividad y credibilidad. Entre los test más usados destaca PAPI (Personality and Preference Inventory – Inventario de Personalidad y Preferencias). Esta prueba, originaria del ámbito académico norteamericano, es actualmente utilizada en todo el mundo desde la década de los 60, siendo cientos de miles de personas las que anualmente responden sus 120 preguntas. Un análisis exhaustivo de esas respuestas permite perfilar a una persona en 20 variables distintas. La relación con los demás, el estilo a la hora de organizar, la habilidad para enfrentarse a situaciones de tensión o la capacidad creativa son algunos de los rasgos con las que se identifica la personalidad de los usuarios. Todo ello aderezado con un sistema de control de la sinceridad que permite identificar la tergiversación o manipulación de las respuestas malintencionadas. Tanto si comparamos a los trabajadores por sexo, edad o zona geográfica, no debemos olvidar que estamos hablando de diferencias entre medias. No hay que interpretar los datos aquí discutidos como determinantes, puesto que considerar el sexo, edad o ámbito geográfico de un candidato no es suficiente para elaborar un perfil del mismo.



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