El truco de Arguiñano para hacer la salsa bechamel casera ligera y sin grumos

El truco de Arguiñano para hacer la salsa bechamel casera ligera y sin grumos
NOTICIA de Jessica Pascual
26.02.2023 - 08:38h    Actualizado 12.03.2023 - 10:24h

Una salsa bechamel casera, que no quede muy espesa y sin grumos, es el complemento ideal para que las croquetas, los canelones o cualquier otro plato que lleve un gratinado por encima para que tengan un sabor especial y diferente. Por ello, en esta guía puedes consultar cómo preparar la salsa bechamel más fácil, suave y ligera de la mano de Arguiñano.

¿El truco? Hacerla sin mantequilla para que quede poco espesa, sin grumos y deliciosa. Para que puedas sorprender con ese toque casero a tus invitados con platos tan sencillos como verduras al horno, lasaña o pimientos rellenos, por poner algunos ejemplos.

¿Lo mejor de esta receta? Puedes hacerla en menos de 30 minutos, prepararla no tiene ninguna complicación y los ingredientes que necesitas para hacerla son los habituales de la despensa de casa.

Y para poner en práctica esta receta, qué mejor que probar a hacer las croquetas más cremosas de jamón de Dani García.

Si quieres aprender a hacer más básicos de la cocina, desde esta otra guía puedes consultar cuál es el mejor truco para preparar la receta de la auténtica masa de pizza italiana fina.

Ingredientes para hacer salsa bechamel

Para preparar la clásica receta de salsa bechamel solamente hay que tener sobre la mesa cuatro ingredientes básicos que son uno de los usuales de las despensas de los hogares:

  • 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra. En este caso la receta se hace con aceite, aunque la original es con mantequilla. Pero, según explica en su vídeo Arguiñano, al sustituir la mantequilla por el aceite se consigue una salsa mucho más suave y ligera.
  • 350 mililitros de leche
  • 2 o 3 cucharadas de harina de trigo normal
  • Una pizca de sal

De manera adicional, para dar un toque distintivo, Arguiñano propone añadir un poco de nuez moscada y perejil, para crear un sabor más personalizado en la salsa. Aunque estos dos ingredientes son opcionales.

Cómo hacer la salsa bechamel casera, suave y sin grumos

¿Quieres aprender a hacer una salsa bechamel para chuparse los dedos? Con esta receta puedes conseguir una bechamel de 10 en tan solo tres pasos y unos minutos.

Para empezar, lo primero que hay que hacer es coger una cazuela o una olla y ponerla en el fuego. A continuación echar las tres cucharadas de aceite de oliva en la olla y encender el fuego a temperatura suave.

Seguidamente, el segundo paso consiste en echar toda la cantidad de harina en la olla cuando esta empiece a coger temperatura. Y con unas varillas de cocina, empezar a remover la mezcla hasta que el aceite se integre con la harina. No dejar de remover la mezcla es crucial para evitar que se formen grumos o se estropee la salsa. Esta es precisamente una de las claves del éxito al elaborar la bechamel.

Mezclar la harina con el aceite

Lo siguiente que hay que hacer es incorporar la leche para empezar a crear la bechamel. Pero ojo, porque no hay que echarla hasta que la harina se mezcla por completo con el aceite y queda en la olla una masa de tono verdoso y textura un poco espesa.

Una vez que la mezcla de la cazuela esté bien integrada, hay que empezar a echar la leche. Es un paso que hay que hacer por partes y de poca cantidad en poca, porque si no la salsa no va a salir bien. Por tanto, hay que echar un chorro de leche y seguir removiendo la mezcla. Cuando pongas la leche en la cazuela y empieces a remover podrás comprobar que enseguida ligan los ingredientes, es decir, que empieza a formarse una pasta homogénea.

A medida que se vayan integrando los ingredientes de la cazuela, hay que ir echando más cantidad de leche a poquitos hasta que se acabe. Una vez todo integrado, deja que se cocine entre 10 y 15 minutos a fuego lento. Para saber cuándo está en su punto, puedes probarla. La regla general es que cuanto más tiempo la dejes cocinando, más suave va a quedar.

Mientras que se termina de hacer, hay que echarle una pizca de sal y, en el caso de querer innovar con el sabor, la nuez moscada, perejil o cualquier otra especia que te apetezca. Y listo, ¡a servir!

Lo ideal, según Arguiñano, es que la salsa no quede muy espesa para que al mezclarla con el plato que combina pueda impregnarse bien y mezclarse todo de manera homogénea. Y, en el caso de que quede muy espesa, no hay problema. Puedes añadir un poco más de leche hasta conseguir la textura deseada.

Puedes ver el vídeo completo por pasos de la salsa bechamel casera de Arguiñano a continuación:



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