El éxito de una empresa está cada vez más en la satisfacción de los trabajadores jóvenes

La generación actual de profesionales son jóvenes muy preparados que buscan valores muy diferentes a los de años anteriores. En la actualidad buscan una satisfacción laboral cuya base se encuentra en la motivación, no solo a través de incentivos económicos, si no a través de un reconocimiento, un sentimiento de equipo y sobre todo un buen clima laboral, factor clave que marca la diferencia y garantiza el éxito de una empresa.

A estas necesidades de los nuevos trabajadores cualificados se añade el problema del talento, cada vez más escaso para las organizaciones y que provoca problemas como su retención o la fuga de cerebros a otras compañías de la competencia. Un gran número de compañías ya están tomando conciencia del bajo índice de compromiso que tienen los jóvenes empleados, por lo que los directivos empiezan a invertir en ellos. El buen funcionamiento de una empresa depende en gran parte del ánimo y el esfuerzo con el que sus trabajadores desempeñen las tareas.

Para que los jóvenes interioricen el ADN de la empresa necesitan ser motivados y para ello las organizaciones han de invertir en estas variables para promover su capital humano. De esta manera, los empleados trabajan a gusto, en un clima laboral de confianza y atención, consiguiendo que se trabaje mejor y se logre una cuenta de resultados más óptima.

En palabras de Rosa Alonso, directora de la consultora Alma Social, “es habitual en estos tiempos que las empresas incluyan en sus plantillas jóvenes con preparación extraordinaria pero sin valores como el compromiso, la fidelidad o la identificación. Procurar que esos valores se construyan es un paso clave en la formación de equipos”. Esta consultora desarrolla un “laboratorio de ideas” que emprende caminos relacionados con la I+D en RSC, “procurando soluciones exclusivas para cada uno de nuestros clientes”, añade Alonso.

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