El sistema electoral perfecto… no existe
En opinión de Asunción de la Iglesia, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Navarra, “no existe el sistema electoral perfecto”, sino “el más adecuado valorando muchos factores. Sin duda, la gobernabilidad es fundamental”. “En un sistema democrático el principio de respeto a la voluntad de la mayoría en la acción de gobierno, es también clave, pero también lo es la representación de las minorías. Por eso, con todos sus defectos, creo que el sistema electoral actual tiene que mejorarse en algunos aspectos, pero ha sido un sistema que ha favorecido 30 años de democracia en España, con alternancia de partidos. Cualquier cambio en este punto, debe hacerse valorando muy bien las consecuencias”, destacó.
De la Iglesia intervino en un encuentro digital con el diario digital lainformacion.com en el que explicó los pros y contras del sistema electoral actual y las posibilidades de cambiarlo. Asimismo, destacó la necesidad de reformar el Senado. Según la experta, el actual sistema “favorece” el bipartidismo, que es lo que se pretendía cuando se diseñó en 1977, y ha provocado una “sobredimensión” de las minorías territoriales. Pero destacó que también ha permitido gobernar con “cierta estabilidad”.
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Respecto a la posibilidad de realizar un referéndum para cambiar la Ley Electoral, explicó que “no está previsto” que la ley se someta a una consulta popular. “La iniciativa popular para su modificación está excluida por ser ley orgánica”, añadió. Sin embargo, se mostró optimista a que esta realidad cambie ante la “sensibilidad” creciente por estos temas. “Habrá que replantear las actuales formas de participación, abriendo más posibilidades”.
El caso de UPyD y Amaiur
Durante encuentro, se le preguntó sobre los casos de los partidos de UPyD y Amaiur. Tal y como señaló, “el sistema electoral con el conjunto de los elementos que lo conforman -circunscripción provincial, método D’Hondt, mínimo provincial- lleva siempre a ese resultado de ‘injusticia aritmética’ en el que los grandes perjudicados son los partidos minoritarios de implantación nacional, que pierden los votos en las circunscripciones pequeñas y medianas (de menos de 9 diputados) porque es muy complicado que saquen representación y fomentan, además el ‘voto útil’ concentrado en las opciones con posibilidades”.
Sin embargo, “la alternativa de la proporcionalidad pura, tendría efectos sobre la fragmentación parlamentaria y la formación de gobiernos estables”.
El método Hare
Finalmente, explicó en qué consiste el método de medición que proponen algunas formaciones minoritarias en sustitución del D’Hondt para que el reparto sea más equitativo. “El método Hare es más proporcional que el D’Hondt. Así como este último ordena los cocientes, el Hare, es un sistema primero de cocientes y después de restos. En cualquier caso, el Hare mejora la proporcionalidad, especialmente en las circunscripciones medianas (no en las pequeñas, que casi sigue igual, ni en las grandes, donde la proporcionalidad funciona mejor)”.
Si se aplicara en las actuales circunstancias “se reduciría la sobrerrepresentación de las fuerzas mayoritarias y permitiría una cierta corrección de la penalización de los partidos minoritarios de implantación nacional. Sería una corrección del sistema posible sin cambiar la Constitución”, destacó.
¿Adiós al Senado?
Respecto a la posibilidad de reformar el Senado, consideró que “en términos de utilidad y de economía, el tema se ha disparado y, directamente se cuestiona su existencia”.
“Su actual configuración no tiene sentido. Su reforma pasaría por modificar la Constitución. En mi opinión, tiene sentido un Senado, pero que funcione verdaderamente como foro de transmisión de la voluntad de las CCAA y no de repetición de los partidos”, apuntó.