El sector de la vivienda demanda que haya un certificado de riesgos medioambientales al comprar una casa

Las lluvias torrenciales que se están dando en los últimos años, como la provocada por la DANA que ha arrasado la provincia de Valencia, está poniendo de manifiesto la necesidad de activar medidas de protección más exigentes en edificios residenciales, tanto en los de nueva construcción como en los ya existentes. Desde el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE) y la consultora CoHispania, reclaman que exista un informe técnico que recoja los riesgos medioambientales que pueda tener una vivienda en venta o en alquiler.

Informe de riesgos medioambientales

Se trata de un documento que realiza la evaluación ambiental de un inmueble determinado en función de su ubicación y características. Este informe se clasifica por riesgos naturales, tales como inundaciones, terremotos, incendios, etc. A raíz de la extraordinaria riada producida en Valencia, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha editado una serie de guías para saber qué medidas se pueden tomar para protegerse de las riadas. Disponer barreras como taludes, diques, muros estancos o elementos de protección temporales para contener la inundación es una de ellas.

“Sin embargo, estas medidas de protección no habrían servido en la mayoría de los casos por la altura y la fuerza que llevaba el agua. Además, el arrastre de los coches y su impacto contra las puertas de los garajes empeoró la situación producida por la riada”, comenta Alfredo Sanz, presidente del CGATE.

Por ello, desde el CGATE instan a implementar planes de emergencia para los residentes en zonas inundables. Este aspecto es clave a la hora de tomar la decisión sobre comprar o no un inmueble. Además, también se pretende proteger tanto a los consumidores como al sistema financiero en su conjunto. En esta otra información puedes consultar si vives en una zona inundable en los próximos 100 años.

Revisar la normativa de garajes y sótanos en la zonas con mayor riesgo de inundación es el primer paso que proponen desde el CGATE. Para ello, recomiendan la elaboración de un informe técnico a la hora de vender o alquilar una vivienda. En dicho documento se debe recoger, entre otros puntos, que el comprador es consciente de que está adquiriendo una propiedad en una zona inundable.

Otras medidas

Pero, ¿qué sucede con las viviendas ya ocupadas? En estos casos, el CGATE recomienda no almacenar en los garajes o sótanos subterráneos elementos que sean susceptibles de estropearse y reubicarlos a plantas superiores. Además, en el caso de los edificios con comunidades de vecinos, también es recomendable que las instalaciones eléctricas y las calderas se encuentren en zonas elevadas donde el agua no pueda llegar nunca en caso de inundación.

“Es fundamental que se prevean elementos de cierre con la suficiente resistencia como para soportar una eventual presión producida por la altura del agua. También se pueden adoptar medidas de impermeabilización que eviten la absorción de la humedad en elementos estructurales”, afirma Sanz.

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