El medio ambiente está contaminado con tóxicos y sustancias nocivas ¿Sabes cómo te afecta?
En su último informe, el profesor Francisco Mares, doctor en medicina natural, explica que una de las claves de la lucha contra el envejecimiento y muchas enfermedades crónicas, es la identificación de vías útiles para desintoxicar y limitar nuestra exposición a elementos tóxicos presentes en el aire, el agua y los alimentos. La conclusión es muy sencilla, a mayor nivel de contaminación, peor es nuestro estado de salud y más rápidamente envejecen nuestras células.
Según el profesor, los conceptos de limpieza interna y desintoxicación se manejan desde hace siglos. La desintoxicación del cuerpo desde el enfoque de la medicina natural se refiere a la limpieza de los intestinos, riñones, hígado pulmones y la sangre, puesto que estos son los órganos que participan en le eliminación de xenobióticos y sustancias de desecho del cuerpo.
Un xenobióticos es todo compuesto químico que no forma parte de la composición de los organismos vivos. Algunos de ellos son tóxicos y pueden dañar el cuerpo de una manera insidiosa y acumulativa. Si el sistema de desintoxicación interna se sobrecarga, los metabólicos pueden acumularse, causando estragos en nuestros procesos metabólicos normales, pudiendo favorecer la aparición de alergias, intolerancias alimentarias y otras manifestaciones clínicas.
De los casi 10 millones de sustancias químicas conocidas, aproximadamente 100.000 productos químicos (que se van incrementado cada año) son mezclados o se mezclan para formar millones de productos o preparados comerciales que son utilizados a diario en nuestras vidas. Entre la extensa lista de productos químicos y contaminantes industriales, encontramos, herbicidas, pesticidas, algunos aditivos sintéticos, metales pesados sustancias que actúan como disruptores hormonales, residuos de medicamentos y gases de combustión. Lamentablemente, muchos de ellos nunca han sido analizados suficientemente para así poder determinar sus efectos sobre la salud y el medio ambiente.
La exposición prolongada a ciertos tóxicos, puede provocar alteraciones metabólicas y genéticas que puedan estar afectando el crecimiento celular, así como el comportamiento y la respuesta inmune. Esto se debe a que sus estructuras moleculares pueden interactuar con el ADN humano. La organización Mundial de la Salud (OMS), atribuye el 80 % de las enfermedades declaradas, a factores de riesgo ambiental.
Metales pesados como…
El plomo, mercurio, cadmio, arsénicos, níquel y aluminios, están incluidos dentro de esta categoría. Estos metales tienden a acumularse en el cerebro, los riñones, y el sistema inmunológico. La peligrosidad de los metales pesados es mayor al no ser química ni biológicamente degradables. Una vez emitidos, principalmente debido a la actividad industrial y minera, pueden permanecer en el ambiente durante cientos de años, contaminando los suelos y acumulándose en las plantas y los tejidos orgánicos. Además, su concentración en los seres vivos aumenta a lo largo de la gran cadena alimentaria.
Los metales pesados y sobre todo el mercurio, tienen una gran afinidad por las moléculas de azufre, de enzimas y aminoácidos como la N-Acetil-Cisteina, el acido alfa-lipoico y el glutatión. Estas sustancias representan una vía de eliminación de metales pesados importantes junto con el mineral selenio. Por esta razón el aporte de antioxidantes y aminoácidos Azufrados a través de la dieta o mediante suplementos alimentarios, favorecerá los procesos de eliminación de metales pesados.
Complementos de yodo y radioactividad…
Los complementos de yoduro de potasio son productos que se administran en caso de accidente nuclear para saturar la glándula tiroides e impedir la fijación del yodo radiactivo.
Si se toman antes o poco después de la irradiación, se puede disminuir el riesgo de cáncer a largo plazo. Pero no protegen frente a la radiación externa ni contra sustancias radiactivas que no sean el yodo radiactivo. Una fuente natural de yoduro de potasio son las algas Kelp.
Tóxicos ambientales, (dioxinas, bencenos, pesticidas, gases…)
La exposición humana a las dioxinas y sustancias similares a la dioxinas, se han asociado con una gran variedad de efectos tóxicos, incluyendo inmunotoxicidad, defectos y alteraciones del desarrollo neurológico, cambios en la hormonas tiroideas y asteroideas así como en la función reproductiva tanto animal como humana. En vista del alto potencial de toxicidad de este tipo de sustancias y compuestos, es preciso realizar grandes esfuerzos para reducir los actuales niveles de exposición a los mismos.
Los contaminantes atmosféricos se han relacionado con toda una serie de efectos adversos para la salud, incluyendo infecciones respiratorias, enfermedades cardiovasculares y el cáncer de pulmón. Las intervenciones para reducir la contaminación del aire en interiores, incluyen el cambio de uso domestico de combustibles sólidos e combustibles más limpios y la tecnología de ventilación en los hogares, así como la implantación de generadores de ozono en las escuelas y entornos laborales, así como geriátricos y guarderías.
¡PODEMOS ELIMINAR ESTOS TOXICOS?
Dependiendo de su naturaleza, los xenobióticos sufrirán diversos procesos de transformación dentro de nuestro organismo. El hígado es el principal centro de desintoxicación del cuerpo. Actúa como un filtro para la eliminación de sustancias extrañas y los desechos de la sangre. Los xenobióticos que son eliminados por el hígado incluyen el alcohol, disolventes, formaldehido, plaguicidas, herbicidas y aditivos alimentarios. Los procesos de desintoxicación hepática tiene como finalidad transformar los xenobióticos en compuestos que el cuerpo reconoce y puede manejar con seguridad y así poder ser eliminados por los riñones como orina, la piel como sudor, pulmones como aire o monóxidos exhalados, y los intestinos como heces. El óptimo funcionamiento del hígado es esencial para una buena salud y ello se consigue favoreciendo los propios procesos naturales de eliminación.
Los síntomas de toxicidad en el hígado pueden ocasionar síntomas o alteraciones psicológicos y neurológicos tales como depresión, dolor de cabeza, confusión mental, enfermedad mental, reflejos anormales del sistema nervioso , así como hormigueo en las manos , entre otros muchos síntomas que ya os iré comentando en próximas publicaciones.
Cabe añadir a todo esto, las ya conocidas y denunciadas durante años “radiaciones electromagnéticas” o electro smog. Hoy por fin, (después de una lucha casi titánica) reconocidas ya por la Organización Mundial de la Salud (OMS), del cual os hablaré en mi próximo articulo.
Conclusión…
Proceder a una desintoxicación hepática y renal cada cambio de estación, se hace ya imprescindible para nuestras vidas. Tomar de vez en cuando un suplemento natural que contenga un buen complejo antioxidante, para que controle los niveles de oxidación, capaces de equilibrar nuestro maravilloso PH interno. Contactar con nuestro Médico o Terapeuta Naturópata, para que nos oriente de la mejor forma posible.