El interés por irse a vivir a un pueblo cae en picado hasta niveles previos a la pandemia
Cuatro años después de la pandemia, ¿qué ha sido del vamos a vivir al pueblo? Vivir en una zona rural, rodeado de naturaleza, respirando aire puro y con una casa con jardín se convirtió en uno de los grandes deseos durante los meses de confinamiento. ¿Pero, qué ha pasado con este estilo de vida una vez superada la crisis sanitaria? Este fenómeno llegó a su punto álgido en la primera vera de 2021, cuando el 5,8 % de todos los contactos a anunciantes en idealista se producían en viviendas ubicadas en pueblos de menos de 5.000 habitantes. Estos son los datos que se desprenden de un estudio que ha presentado el portal inmobiliario sobre la demanda de viviendas en pueblos de menos de 5.000 habitantes. De hecho las personas que quieren vivir en un pueblo quieren que tenga entre 5.000 y 10.000 habitantes, al menos.
Sin embargo, explica Francisco Iñareta, portavoz de idealista, que la tendencia ha ido disminuyendo junto con la pérdida de interés por vivir en estas zonas. Tres años después de este pico, el portal inmobiliario muestra que solamente el 4,7 % de los contactos son sobre viviendas ubicadas en estas zonas rurales, según las cifras recogidas del cuarto trimestre de 2023. El peso de estas búsquedas se sitúa por debajo incluso del interés que tenían antes de la crisis sanitaria, en el primer trimestre de 2020, cuando el dato ascendía al 5,2 %.
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Zonas donde más se ha perdido el interés de vivir en pueblos pequeños
¿Ya no hay interés por irse a vivir a uno de los pueblos que dan casa y trabajo? Idealista detalla que es precisamente en las provincias más despobladas donde este fenómeno se ha notado en especial, puesto que en Cuenca, el 46,8 % de todos los contactos de la provincia llegaron a ser sobre pequeños municipios. En la actualidad, este dato se sitúa en el 29 %, lo que supone un descenso de 17,8 puntos.
Le siguen zonas de Teruel, que pasó de un interés del 48,8 % hasta el 35,9 % actual y Huesca, que ha pasado del 48,5 % al 35,6 % en la actualidad. Huelva también ha perdido interés, con un descenso que va desde el 38,3 % hasta el 27,4 % en la actualidad y Cáceres, donde ha pasado de representar el 27,8 % hasta el 17,3 % en la actualidad.
Pueblos que sí mantienen el interés por nuevos potenciales vecinos
En el otro extremo, las provincias donde más ha crecido este interés se encuentran zonas como Badajoz, Jaén, Granada y Málaga. Los datos de Idealista muestran que en la provincia de Badajoz ha crecido del 5,3 % hasta el 6,5 % en la actualidad.
- En Jaén ha pasado del 7,2 % hasta el 8,1 %
- En Granada del 10 % al 10,7 %
- En Málaga del 2,8 % hasta el 3,3 %
- En Guipúzcoa del 2,4 % al 2,8 %
- En Sevilla del 1,1 % al 1,2 %
Por otra parte, en grandes ciudades, se mantiene. Es el caso de Las Palmas, donde el peso se ha mantenido en el 0,1 % desde primavera de 2021. En la provincia de Barcelona, los contactos en las zonas de menos de 5.000 habitantes suponen el 1,6 % del total, frente al 1,8 % registrado en primavera de 2021, mientras que en Madrid ha pasado del 1,8 % al 1,3% de interés en la actualidad.
Por qué ha bajado el interés por mudarse a un pueblo
De las cifras se desprende que el interés de las familias por vivir en estas zonas rurales parece haber retrocedido hasta los niveles prepandemia, puesto que en casi todas las provincias el peso de los contactos en pueblos de menos de 5.000 habitantes era superior en los momentos anteriores al confinamiento que al registrado en la actualidad. ¿Pero, cuáles son los motivos?
Las personas que dejan la ciudad para irse a vivir a un pueblo cada vez son menos porque el interés decrece. Iñareta explica que el supuesto éxodo al mundo rural nunca llegó a producirse, “pero sí aumentó de forma significativa el interés particular por establecer el domicilio en zonas alejadas del entorno urbano”. Porque se ofrecían a menor precio viviendas de mayores dimensiones, con posibilidad de disfrutar de jardines o incluso huertos con los que escapar de la dureza de los procesos de confinamiento, añade. A lo que se suma que parecía que el teletrabajo podría convertirse en una solución mayoritaria de alejarse de los grandes centros sin perder rendimiento.
Pero superados los baches de la pandemia, el director de Idealista señala que las familias han vuelto a poner el foco en el entorno urbano. “Sacrifican esos metros cuadrados extra o las parcelas a cambio de contar con mejores servicios”. A pesar de las ventajas fiscales que tiene irse a vivir a un pueblo, la tendencia muestra que cada vez hay un menor interés por este estilo de vida.
Las zonas donde más se ha perdido el interés
La mayor diferencia de contactos registrados por Idealista se da en Teruel, puesto que en invierno de 2020 el dato se situaba en el 58 % y en la actualidad se sitúa en el 35,9 %. Le siguen las siguientes localidades:
- Cáceres, donde los contactos han pasado de un 34,9 % en 2020 hasta un 17,3 % actual
- En Zamora el interés ha pasado de representar un 27,7 % en prepandemia hasta situarse en el 13,5 % actual
- Soria mostraba un 32,3 % antes de la crisis sanitaria y se encuentra en un 20,2 % en la actualidad
- En Cuenca el interés ha pasado de un 40,3 % antes de la pandemia hasta un 29 % en la actualidad.
- En Madrid, en el primer trimestre de 2020 supusieron el 1,5% de los contactos, mientras que en la actualidad suponen el 1,3%.