El infalible truco de Arguiñano para limpiar el pescado rápido y no dejar ninguna espina
Limpiar el pescado es una de las tareas de cocina que más suelen resistirse. Porque dejar bien limpios los lomos para disfrutar de la comida sin tener que sacarte espinas de la boca es sencillo, pero siempre y cuando la técnica sea la adecuada.
¿Te gustaría saber limpiar el pescado para comprar las piezas frescas y enteras en la pescadería? Un cuchillo bien afilado, un poco de maña y algunos de los mejores trucos de Arguiñano. Esto es lo único que necesitas para dejar el pescado perfecto y evitar sustos como que se te quede una espina de pescado en la garganta.
Cuál es la mejor forma de limpiar el pescado
Dependiendo del tipo de pescado, la forma de sacar las espinas y los lomos varía. Aunque en todos ellos hay dos imprescindibles para hacerlo bien: Por un lado, un cuchillo específico para limpiar el pescado bien afilado y, por otro, paciencia para respetar el producto y sacar los mejores lomos aprovechando cada una de las partes. A continuación puedes consultar la técnica concreta para limpiar y sacar los lomos de la merluza, uno de los pescados más habituales de los hogares.
Cómo limpiar la merluza
El proceso para limpiar una merluza y dejarla libre de espinas es muy sencillo. Arguiñano explica que la clave está en introducir el cuchillo en el lugar adecuado y ayudarse con los dedos para facilitar la extracción de la espina central. Para ello, con el cuerpo de la merluza entre las manos, lo primero que hay que hacer es un corte desde la parte superior hasta la cola en vertical, justo en la parte central, al lado de donde se encuentra la espina principal.
A continuación, con el primer corte hecho, hay que ayudarse con los dedos para hacer hueco en esa zona y ampliar ligeramente el corte efectuado previamente con el cuchillo. Para que puedas hacerte una idea, en la siguiente imagen Arguiñano señala el hueco exacto por donde hay que introducir el dedo.
Hecho este paso, el lomo de un lateral se despega de la espina y esta queda bastante separada de la carne, tal y como aparece en la siguiente imagen.
Lo siguiente que hay que hacer es introducir el cuchillo justo en esa zona que ha quedado más separada para terminar de sacar el lomo.
Una vez llegue el cuchillo al final de la junta, hay que sacar la espina central.
A continuación hay que sacar los lomos. Para ello, hay que hacer un corte en la mitad del filete de merluza para dividir el cuerpo en dos partes y quitarle la piel. Es decir, que este paso se compone de dos movimientos. Por un lado, hacer un corte hacia abajo para llegar hasta el final de la carne.
A continuación, pasar el cuchillo por la parte inferior del lomo, entre la carne y la piel. Este último corte debe hacerse en zigzag para que la piel pueda salir entera de una sola pasada.
Si se queda alguna parte negra, como la que puedes ver en la siguiente imagen, puede quitarse con piel muy fácilmente. Lo único que hay que hacer es coger un poco de papel de cocina y raspar la zona negra hasta eliminarla. No hay que hacer mucha fuerza porque prácticamente sale solo.
Con el lomo limpio, le quita la zona más dura que es la aleta del pescado y, listo. Ya tiene un tronco de carne de merluza limpio y listo para cocinar.
Antes de freírlo, Arguiñano lo hace en dados para preparar una receta con trozos pequeños de filete de merluza.