El fraude al seguro del coche se duplica y 4 de cada 100 siniestros son falsos
A más crisis, más fraude. La crisis está duplicando el fraude al seguro del coche, que según Línea Directa ahora 4 de cada 100 siniestros son intentos de fraude, el doble que hace 4 años, de entre los que se detectan. Este fraude lo pagan todos los conductores: Línea Directa calcula que cada seguro de coche tiene un sobrecoste de 38 euros al incluir los costes de conductores que engañan a las compañías. En general suelen ser jóvenes menores de 26 años y PYMES.
>> NUEVOS DATOS: Este es el perfil de conductor que estafa al seguro con partes de coche falsos
Contenido de la información:
- Incluso con siniestros falsos
- El aumento del fraude en los seguros de coche podría suponer el aumento de los precios
- Hasta el 20 % de los partes al seguro son fraudes
- La picaresca se agudiza con la crisis en los fraudes al seguro
- Ojo con las peritaciones in situ de los seguros, pueden ser un fraude al no incluir el IVA
El 2º Barómetro del Fraude en el Seguro de Autos de Línea Directa ha analizado más de 30.000 casos de estafas al seguro del coche de los dos últimos años y, según los datos de la compañía, 4 de cada 100 siniestros declarados en 2012 fueron un engaño, el doble que en 2009, y un 72 % más que en 2011.
Además, según el informe, la estimación del coste total del fraude para el ramo de autos ha aumentado en casi un 30 % respecto al Barómetro anterior, superando la barrera de los 1.000 millones de euros; una cantidad que equivale a 3 veces la suma de los 4 planes PIVE de ayuda a la compra de vehículos.
En este sentido, Francisco Valencia, Director de Gobierno Corporativo de Línea Directa, revela que “de acuerdo con los datos que manejamos en la compañía, por culpa de los conductores que defraudan al seguro, cada asegurado abona anualmente un 16 % de más en su póliza. Esto supone que de los 230 euros que un conductor paga de prima media por un seguro a Terceros (el más común durante la crisis), 38 euros corresponden a los costes asociados al fraude, un 52 % más que hace dos años”.
Tipología del fraude al seguro del coche y del defraudador
Intentar incluir dentro de un parte daños ajenos al accidente sigue siendo el fraude más común en nuestro país, alcanzando el 74 % del total de los casos. Los fraudes cometidos por los proveedores (11 %), los montajes (9 %) y querer hacer pasar como un golpe una avería mecánica (2 %) le siguen a más distancia. En lo referente a las lesiones, mucho menos frecuentes pero de importe mucho mayor, la simulación de lesiones copan el 98 % de los casos, mientras que declarar lesiones preexistentes al accidente suponen un 2 % de total de los intentos de estafas.
Sin embargo, lo que más preocupa a las compañías de seguros no es la picaresca de los conductores, sino el fraude organizado a gran escala, tanto por su elevado coste económico como por su gran peligrosidad social. Además, este tipo de fraude organizado precisa de la connivencia de determinados proveedores como talleres de reparación, peritos, médicos o abogados y aunque el número de partes fraudulentos de bandas organizadas sea menor, su cuantía económica es mucho mayor.
En cuanto al perfil del defraudador, se mantiene estable respecto al estudio de 2011: jóvenes menores de 26 años y PYMES, dos colectivos muy afectados por la crisis. Sin embargo, su evolución es diferente: mientras que la frecuencia de jóvenes que engañan al seguro sube 6 puntos, las empresas bajan alrededor de 5.
Por meses, julio, que coincide con un periodo vacacional, es el que más fraude registra, con un 12 %. Por el contrario, febrero es el menos con menos estafas, con apenas un 5,7 % del total.
Mapa del fraude en España: distribución territorial y costes
Línea Directa también ha dibujado el mapa del fraude en España de acuerdo a su propia cartera de clientes, algo que ya hizo en 2011. Para ello, la compañía, que cuenta con una cartera de más de 1,8 millones de coches, ha analizado todos los casos detectados el pasado año y los ha cruzado con el total de siniestros declarados en cada provincia. Según los resultados, Jaén, Ciudad Real y Murcia son los territorios donde esta práctica es más habitual y Ávila y Huesca los que menos estafas registran.
El importe medio de cada intento de estafa ronda los 885 euros, una cifra que superan 11 provincias. Entre ellas, destaca Pontevedra, con un coste que triplica la media nacional: 2.858 euros, donde ha tenido lugar algún caso importante de banda organizada. En el lado contrario volvemos a encontrarnos a Ávila, con una media de 110 euros, ocho veces menos que la media general.
¿Qué opinamos los españoles sobre el fraude?
Además del estudio, Línea Directa ha querido pulsar la opinión de los conductores españoles sobre el fraude, para lo que ha realizado 2.400 entrevistas por toda la geografía nacional. Las conclusiones son reveladoras: casi 3 millones de conductores (10,7 %) reconocen haber cometido un fraude al seguro alguna vez en su vida y cerca de 9 millones (33 %) no lo consideran especialmente grave. Además, otros 8 millones (30 %) no dudarían en participar en esta estafa si tuvieran la seguridad de quedar impunes.
Las razones de ello, son, en opinión de los conductores de nuestro país, de índole cultural, puesto que el 70 % de los encuestados achaca a nuestra idiosincrasia la tendencia a engañar a la compañía de seguros. Sin embargo, los niveles de fraude son equiparables al detectado en otros países, como Reino Unido o Estados Unidos, donde según la Coalition Against Insurance Fraud, el 66 % de los conductores consideran que no es especialmente grave defraudar al seguro.
En cuanto a los objetivos de los defraudadores también resultan claros: el 26 % para arreglar un daño para el que no se tenía cobertura, mientras que el 11 % encuentra una “sólida” justificación moral en que “lo hace todo el mundo”.
Incluso con siniestros falsos
Un 30 % más. Eso es lo que ha aumentado el número de casos de fraude en el ramo del automóvil en el último año debido a la crisis económica. La alta tasa de paro, superior al 20 %, el descenso de las matriculaciones de vehículos a mínimos históricos y el envejecimiento del parque, han contribuido de manera decisiva a que el fraude se haya disparado, según el primer Barómetro sobre el Fraude en el Seguro de Autos presentado por Línea Directa. Esto supone que las primas que pagan los asegurados a sus compañías aseguradoras son un 10 % más caras.
El 75,3 % del fraude total detectado el año pasado en el sector de los seguros perteneció al ramo del automóvil, de acuerdo con los últimos datos de ICEA. Un fraude que Línea Directa estima en unos 780 millones de euros anuales, una cifra superior a la facturación anual de la gran mayoría de las aseguradoras de autos del país.
De acuerdo con los datos de la compañía, esto supone que cada asegurado paga anualmente más de un 10 % en su póliza por culpa de los conductores que estafan al seguro. Un ejemplo: para un seguro a Terceros -el más habitual en tiempos de crisis- un conductor paga una prima media de 230 euros, de los que 25 euros corresponderían a los costes asociados al fraude.
Tipología del fraude
Alrededor del 95 % de los engaños se localiza en los seguros de coches, frente al 5 % de las motos. Los colectivos más afectados por la crisis son también los que más fraude registran. En este sentido, los jóvenes menores de 26 años representan el 38,5 % del total del fraude, seguidos de las empresas con flotas de coches, especialmente las PYMES, con un 28,2 %. Aunque lo que más preocupa a las compañías de seguros es el fraude organizado que, en algunos casos, se perpetran en connivencia con determinados proveedores, como talleres de reparación, peritos, médicos o abogados, además de bandas especializadas en estafas a gran escala. En este sentido, aunque el número de partes fraudulentos de bandas organizadas sea menor, la cuantía económica que suponen es mucho mayor.
Por tipología del siniestro fraudulento, los daños materiales son mucho más frecuentes que los daños corporales. La frecuencia de fraude material alcanzó un 96,1 % del total y los fraudes de daños corporales un 3,9 %, aunque su coste medio es de mayor envergadura.
Según el estudio de Línea Directa, el engaño más generalizado en daños materiales es declarar dentro de un parte de accidente daños ajenos al siniestro, práctica que alcanza el 62,6 % de los casos. En daños corporales, la simulación de una lesión y la agravación de sus síntomas es el fraude más común, pues suponen el 95,5 % del total de casos detectados. El esguince cervical es un ejemplo de ello.
Mapa del fraude en España
Línea Directa también ha querido analizar la dimensión real de esta práctica delictiva en España, dibujando un mapa del fraude en nuestro país. Para establecer un índice ponderado y proporcional, ha registrado todos los casos de fraude de los dos últimos años cruzando los datos con el total de siniestros declarados y la frecuencia de fraude en cada provincia.
Según los resultados de este barómetro, de media, dos de cada cien siniestros declarados en España son una estafa.
Teniendo en cuenta las 50 provincias que componen nuestro país, Granada (3,09 %), Ciudad Real (2,86 %) y Málaga (2,8 %) son las regiones donde esta práctica es más habitual, mientras que Ávila (0,19 %), La Rioja (1,46 %) y Albacete (1,49 %) tienen los índices más bajos. En el Índice Ponderado de Fraude, los intentos de fraude detectados en la primera (Granada) multiplican por más de 16 los casos de la menos fraudulenta (Ávila).
Sin tipificación penal específica
A través de este estudio, la compañía aseguradora pretende establecer un canal de diálogo permanente entre todos los agentes implicados y mejorar, en la medida de lo posible, los mecanismos de detección del fraude en nuestro país.
A diferencia de lo que ocurre en países como Estados Unidos y Gran Bretaña, España no cuenta con un órgano especializado de lucha contra el fraude en seguros ni tampoco con un tipo penal específico, pues está englobado dentro del intento o tentativa de estafa.
Según Francisco Valencia, Director de Gobierno Corporativo de Línea Directa, “el fraude no es sólo un delito contra las aseguradoras. Es un delito contra la sociedad y contra los clientes que no defraudan, que tienen que abonar hasta un 10 % más en sus primas. Por eso, es esencial que la sociedad española tome plena conciencia de una práctica que merma nuestra economía y nuestras posibilidades de crecimiento”.
Línea Directa, que ha obtenido más de veinte premios ICEA en los últimos años por su labor en la lucha contra este delito, cuenta con un departamento especializado en la detección del fraude. Gracias a un equipo formado por más de 20 personas y al uso de sofisticados métodos de detección y análisis, la compañía ha logrado descubrir más de un 30 % de casos fraudulentos en el último año y ha evitado pagar cerca de 16 millones de euros a los defraudadores. Además, Línea Directa se ha destacado en la lucha contra el fraude organizado, colaborando de forma habitual con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la detección y encausamiento de los presuntos defraudadores.
Para la elaboración de este informe, se han analizado más de 23.000 casos fraudulentos registrados por la compañía en los dos últimos años de una cartera total de casi 1,7 millones de clientes.
El aumento del fraude en los seguros de coche podría suponer el aumento de los precios
Los casos de fraude continúan imparables en el sector de los seguros, especialmente en el de auto. Los expertos achacan este fenómeno a la crisis. Concretamente, y según datos de ICEA (Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras y Fondos de Pensiones), el fraude en el sector de los seguros de coche ha aumentado un 15 %, pasando de 101.615 a 118.470 casos, lo que supone un peligro tanto para las compañías de seguros como para los clientes, que podrían experimentar un ligero aumento en los precios.
Para evitarlo, se están llevando a cabo diversas iniciativas desde ICEA para detectar los fraudes. Éstas han conseguido notables resultados. En terminos cuantitativos, por cada euro invertido en la lucha contra el fraude, han conseguido recuperar 52 euros. En cuanto a costes, destaca que en Autos el coste inicial fue de 334 millones de euros y el coste pagado 119 millones de euros, lo que implica un fraude evitado de 215 millones de euros, es decir, el 64,46 por ciento sobre el coste inicial.
Un dato curioso es saber que en la lucha contra el fraude las redes sociales e Internet están jugando un papel decisivo. En ese sentido, crece el número de personas que se topan con un caso de fraude y lo ponen en conocimiento de la aseguradora.
Hasta el 20 % de los partes al seguro son fraudes
En los tiempos que corren, el 20 % de los partes al seguro son fraudes, como pérdidas falsas de teléfonos móviles o presuntos robos son solo algunos de los ejemplos de fraude al seguro. Según un estudio de FICO llevado a cabo en EE. UU. y Canadá, el 35 % de las aseguradoras creen que el fraude es un 10 % de su volumen de negocio y el 31 % eleva esa cifra hasta el 20 %.
El estudio realizado entre 260 compañías de seguros de EE. UU. y Canadá muestra cómo una tercera parte de las entidades no se siente correctamente protegida ante el fraude que cometen los tomadores. El estudio destaca que los mayores problemas de las compañías de seguros son la falta de control y seguimiento sobre la información sobre sus clientes -lo que les hace perder negocio- y las nuevas altas, sobre todo cuando los tomadores subestiman el valor de los productos asegurados o dejan sin rellenar algunos datos esenciales, como el número de kilómetros anuales que realizan con el coche asegurado, y que afectan al coste de la póliza.
Costes cuando los partes al seguro son fraudes
En el estudio, el 35 % de las compañías considera que los costes del fraude representan hasta el 10 % de sus siniestros, mientras que el 31 % cree que ese ratio llega hasta el 20 % de su negocio. Más de la mitad (el 57 %) espera, además, que las pérdidas por fraudes crezcan este año en las ramas de seguros personales, mientras que sólo el 5 % cree que se reducirán.
Los profesionales encuestados creen que las pérdidas por fraude serán tan altas que afectarán a las áreas de hogar, compensaciones para trabajadores y seguros de auto. En lo que se refiere a fraudes en los seguros personales, el 58 % cree que se incrementará en seguros privados, un 69 % en seguros de compensación laboral y un 56 % en seguros de automóvil. La mayoría (el 51 %) cree que el fraude se debe a la falta de recuperación económica en zonas de bajo crecimiento.
“En general, la industria considera que el fraude supone un volumen de negocio del 10 %, pero cuando se pregunta a los profesionales, nos damos cuenta de que esa cifra es bastante mayor”, afirma Antonio García Rouco, director general de FICO España. “El fraude es un factor importante en las cuentas de las entidades de seguros y cada vez lo es más; por ello, las compañías deben realizar verdaderos esfuerzos para proteger a los buenos clientes y descubrir el fraude organizado”.
A la hora de luchar contra el fraude, el 20 % de los profesionales consultados citó la analítica predictiva, aunque también se usan equipos antifraude (17 %), análisis cruzado para detectar fraude (8 %) y reglas de negocio para reducir los fraudes conocidos (7 %).
La picaresca se agudiza con la crisis en los fraudes al seguro
Debido a la actual crisis económica, el fraude a los seguros de automóviles se dispara. Según una agencia de detectives, el éxito de las investigaciones por fraude en los seguros de automóvil alcanza el 90 % y, en los casos relacionados con los seguros de vida, el éxito alcanza el 95 %. Este tipo de investigaciones se aplica a un perfil determinado por personas naturales del norte de África y Sudamérica. El fin es siempre percibir una compensación económica. Las pérdidas económicas para las compañías de seguros que suponen estos engaños son de varios millones de euros.
La picaresca en el fraude a las aseguradoras abarca todo tipo de situaciones para poder burlar a la compañía y obtener la indemnización pertinente, sobre todo en momentos de crisis económica. Por esta razón, la actividad de los departamentos de siniestros de las compañías ha crecido considerablemente. La contratación de detectives privados por parte de las mutuas de seguros también ha aumentado con respecto a los últimos 3 años.
Para José María Alonso, Director Operativo de Zenit Detectives, “este tipo de casos se convierte en una forma sencilla de cobrar dinero para los estafadores con apuros económicos”.
En la rama del automóvil proliferan los casos de lesiones producidas por accidente de tráfico al conductor u ocupantes o incluso a un tercero por atropello o golpe producido por el vehículo. “Nuestro trabajo como detectives privados en este tipo de engaños consiste en el seguimiento del supuesto defraudador para comprobar que los datos aportados son reales”, concluye Alonso.
Ojo con las peritaciones in situ de los seguros, pueden ser un fraude al no incluir el IVA
La peritación e indemnización del vehículo in situ puede derivar en situaciones de fraude. Así lo ha destacado el Consejo Andaluz de Consumo, que ha decidido por unanimidad respaldar a los talleres frente a determinadas prácticas de algunas compañías aseguradoras que, amparándose en la Ley del Seguro, comprometen en buena medida la seguridad de los consumidores, pudiendo inducir incluso a situaciones de fraude. Si bien esta práctica indemnizatoria de algunas aseguradoras se realiza conforme a lo que marca la Ley del Seguro , lo cierto es que no cubre el total de la reparación, lo que está generando a los consumidores un grave perjuicio ya que cuando acuden al taller para reparar su vehículo, éste les exige el pago del 21 % de IVA que no han percibido con la indemnización.
De esta forma, la Secretaría General de Consumo dependiente de la Junta de Andalucía sale así al paso de la consulta realizada por la Federación Andaluza de Talleres (FATA) -miembro activo de Ganvam- sobre la costumbre, cada vez más habitual, de algunas aseguradoras de peritar in situ un vehículo y abonar la indemnización del daño a su titular al momento pero sin IVA.
El IVA lo asume el cliente o el taller
Este “sobrecoste” acaba disuadiendo en muchos casos al propietario del vehículo de ir adelante con la reparación, obligando al taller a tirar los precios con el menoscabo que supone para sus ya de por si maltrechas cuentas de resultados.
En otros casos, la negativa del taller a realizar la reparación sin liquidar el impuesto correspondiente empuja a los usuarios a acudir a un taller ilegal sin ningún tipo de control y con piezas de dudosa procedencia, lo que abarata el precio final a costa de comprometer la seguridad de los conductores.
Picaresca con los seguros
Por si fuera poco, la casuística no acaba aquí. La crisis está agudizando la “picaresca” y cada vez son más los usuarios que, habiendo recibido in situ la indemnización por el daño de su vehículo, prefieren destinar este importe a “tapar otros agujeros domésticos” que nada tienen que ver con el arreglo en el taller, lo que agrava la ya de por sí difícil situación de la posventa y repercute de forma negativa en la seguridad vial al favorecer la circulación de coches sin reparar.
Según el presidente de Ganvam, Juan Antonio Sánchez Torres, “estamos ante un claro ejemplo de cómo una medida con base legal puede provocar un efecto pernicioso a talleres, conductores e incluso a la hacienda pública. Es preciso revisar y actualizar determinadas normativas para evitar estas incongruencias que vienen produciéndose cada vez con más frecuencia a lo largo de toda la geografía española. Desde Ganvam aplaudimos la postura firme y congruente del Consejo Andaluz de Consumo que confiamos sirva para poner freno a estas prácticas de algunas aseguradoras”.