El elevado precio y la escasa autonomía lastran al coche eléctrico
Según un estudio de la consultora Deloitte, España es el segundo mercado europeo que más interés muestra ante la llegada del vehículo eléctrico. Aunque también afirman que su elevado precio así como la escasa autonomía son las principales desventajas para la implantación de este tipo de vehículo desde el punto de vista de los usuarios.
España es un mercado atractivo para la implantación del vehículo eléctrico, según la opinión de los propios usuarios de automóvil, pero existen una serie de barreras a día de hoy que es necesario superar para que la implantación de este tipo de vehículo sea una realidad en nuestro país en los próximos años. Este es el sentir general que se desprende de un informe que ha llevado a cabo Deloitte en los principales mercados automovilísticos de Europa (Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia, Reino Unido y Turquía) en el que han participado más de 4.760 encuestados (1.673 en España) y que analiza el grado de conocimiento actual y las inquietudes de los ciudadanos en relación a la llegada del vehículo eléctrico, así como el interés por su compra.
En este sentido, España es el segundo mercado europeo que más interés muestra ante la posibilidad de adquirir un vehículo eléctrico. El 82 % de encuestados comprarían o se han planteado la posibilidad de comprar un vehículo eléctrico. Además, en España hay mayor disposición a pagar por un vehículo eléctrico que en el resto de países, aunque la mayoría demanda precios más competitivos (el 18 % de los encuestados españoles pagaría más de 23.000 euros por adquirir un vehículo eléctrico frente al 12 % de europeos, mientras que un 44 % de españoles pagaría menos de 15.000 euros frente al 60 % en Europa).
Barreras para la implantación del vehículo eléctrico
Precio y autonomía son las dos principales barreras que debe superar el vehículo eléctrico para su efectiva implantación. En relación con el factor precio, tanto en España como en Europa la mayoría de los encuestados (57 % en Europa y 60 % en España) no pagaría más por un vehículo eléctrico de lo que paga por uno convencional. La flexibilidad en el precio es por tanto un factor clave, puesto que el vehículo eléctrico no puede ser percibido como un producto exclusivo.
En relación con la autonomía, los encuestados reclaman la máxima posible (en España el 82 % de encuestados esperan que un vehículo eléctrico les proporcione una autonomía media de al menos 320 kilómetros) pero sus recorridos diarios son cortos (la mayoría de los encuestados reconoce recorrer una distancia media diaria con su automóvil de hasta 80 kilómetros). Es necesario, por tanto, concienciar del uso del vehículo eléctrico como medio urbano, no para distancias largas.
Oportunidades para el vehículo eléctrico
El grado de conocimiento del vehículo eléctrico en España es mayor que en Europa, pero es necesaria una mayor potenciación de esta información. Siete de cada diez encuestados españoles reconocen tener conocimiento en relación al vehículo eléctrico, mientras que en Europa el porcentaje es del 60 %, pero tan sólo uno de cada diez tiene un conocimiento profundo. Es necesario generar más información para acercar las expectativas de los conductores al concepto real de vehículo eléctrico.
Otra de las oportunidades del vehículo eléctrico es la recarga de las baterías de los automóviles. España es el país europeo en el que más rápido se quiere hacer la recarga de baterías del vehículo eléctrico, y además los usuarios consideran muy importante contar con una amplia disponibilidad de centros de recarga (tanto en los hogares como en gasolineras o estaciones específicas de carga, espacios públicos y en el lugar de trabajo). Cuanto más se puedan cumplir las expectativas de los usuarios en este sentido, mayor será el grado de aceptación de este tipo de vehículo.
En Europa, al contrario, los países consultados no consideran tan necesario que el vehículo eléctrico se pueda cargar en zonas públicas, estaciones específicas o el lugar de trabajo, y consideran más importante contar con un centro de recarga en el propio hogar.
Alta sensibilidad frente a la eficiencia de consumo
En relación con el consumo de los actuales motores de gasolina, de las respuestas de los encuestados se desprende que un coche convencional más eficiente en consumo haría frente al vehículo eléctrico. Así, en España uno de cada dos encuestados dejaría de considerar la compra de un vehículo eléctrico si los motores actuales de gasolina consiguieran reducir su consumo por debajo de los 3 litros, mientras que, en el lado contrario, un similar porcentaje de encuestados (74 %) consideraría comprar un vehículo eléctrico en el momento en que el litro de combustible actual superara los dos euros de coste.