El desigual acceso a la educación, un factor de exclusión para muchas mujeres
El acceso a la educación sigue siendo un problema mundial que limita en mayor medida a las mujeres. En la India, según datos del FPNU (Fondo de Población de las Naciones Unidas), la tasa de alfabetización es de un 77 % en hombres y un 55 % en mujeres. Según datos del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), en la India tan sólo el 13,5 % de los jóvenes consigue acceder a estudios superiores.
En todo el mundo, el colectivo de mujeres tiene mucho más complicado el poder aprender a leer y escribir, puesto que viven en una situación de desigualdad que les hace más vulnerables. Esta situación se da especialmente en los extractos socioeconómicos más bajos y en las zonas rurales, como en el estado de Karnataka (India), ámbito de actuación de la ONG “Niños de la India”, donde el 43 % de mujeres es analfabeta, frente al 24 % de hombres.
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“Niños de la India”, ONG fundada en 2010 por un grupo de jóvenes, lucha en contra de desigualdades del colectivo juvenil en esta nación con recursos tan limitados. Gracias a uno de sus proyectos, “Ayúdales a estudiar“, jóvenes sin recursos podrán acceder a una formación universitaria, gracias a la financiación de la organización que ya ha facilitado a 31 jóvenes el acceso a una carrera.
La organización garantiza también el acceso de las mujeres a un 50 % de estas ayudas. Este apoyo implicará que las familias pospongan la edad en la que contraen matrimonio, puesto que en las zonas rurales es muy común que las chicas se casen aproximadamente a los 15-16 años.
La mayoría de los matrimonios en la India son concertados y son los propios padres los que prefieren que las mujeres se encarguen de las tareas domésticas y de los niños pequeños, así como que se casen para dejar de ser una carga para la familia. Por otra parte, la concertación de matrimonios en la India perjudica especialmente a la mujer, puesto que es su familia la que tiene que pagar una dote y prefiere que ésta trabaje a que tenga estudios.
Aunque las carreras universitarias en la India tienen un coste mucho menor que en España (una carrera completa cuesta de media 300 euros), este precio sigue siendo muy elevado para una familia rural que subsiste con menos de 0,90 euros al día.
Roobina, una joven de 18 años que ha empezado Magisterio este año gracias a la ayuda económica de Niños de la India, explica: “Prácticamente todas las chicas de mi edad en mi pueblo están casadas y ya tienen hijos”. Ella es muy consciente de los problemas a los que se enfrentan las mujeres en el mundo rural, tal y como expresa: “Tuve la suerte de poder estudiar Bachillerato gracias al apoyo de mi familia que conocen de mi deseo de ser profesora, pero la mayoría de mis compañeras no tuvo la misma suerte”.
Mientras que muchas familias no tienen ningún interés en que sus hijas estudien, muchas otras están dispuestas a retrasar los matrimonios si existe la posibilidad de que adquieran una formación. Al igual que Roobina, Laxmi también está cursando Magisterio gracias al apoyo de los socios y padrinos de Niños de la India. Su madre expresa su alegría porque su hija está estudiando: “Su vida será buena y tendrá un buen trabajo, no tendrá que trabajar en el campo como nosotros. Somos una familia pobre, si mi hija estudia podremos mejorar nuestra situación económica y las oportunidades de nuestros nietos”. Los padres de Laxmi son agricultores y los dos juntos ganan cerca de 30 euros al mes.