El ‘botellón’ empieza antes
El consumo de alcohol se extiende entre los más jóvenes y cada vez antes. Los adolescentes y universitarios no son conscientes de las consecuencias negativas derivadas del consumo de alcohol, ni siquiera de la posibilidad de desarrollar un proceso adictivo. Además, los más jóvenes empiezan cada vez antes el consumo, en mayor cantidad y con bebidas de más graduación, según un estudio liderado por investigadores de la Universidad de Valencia, Miguel Hernández de Elche y Jaume I de Castellón, que han llevado a cabo un estudio, financiado por el Plan Nacional sobre Drogas, que identifica los distintos tipos de consumidores y establece el perfil característico de cada uno.
“Hay una tendencia generalizada a pensar que los universitarios, por tener más edad y en teoría mayor acceso al alcohol, lo consumen más que los adolescentes, pero no es cierto. Los varones de secundaria y los universitarios consumen las mismas cantidades de alcohol durante el botellón. Y lo mismo ocurre entre las mujeres”, declara Begoña Espejo Tort, investigadora principal del estudio en la Universidad de Valencia.
Los estudiantes de secundaria y los universitarios consumen las mismas cantidades de alcohol durante el botellón
Los científicos recogieron datos de 6.009 jóvenes de 14 a 25 años entre 2007 y 2009 en tres ciudades españolas (Valencia, Castellón y Alicante) y seleccionaron para este trabajo a aquellos con episodios de consumo intensivo.
Según sus resultados, los varones son quienes más beben y buscan la borrachera, aunque asocian en menor grado su ingesta con la posibilidad de desarrollar un proceso adictivo.
“Hemos observado que los universitarios han tenido una progresión de menos a más. Cuando eran adolescentes bebían menor cantidad y en la universidad aumentan el consumo. Sin embargo, los adolescentes de hoy consumen al mismo nivel que los universitarios”, subraya Espejo.
¿Qué ocurrirá con estos adolescentes en unos años?
Si los estudiantes de secundaria ingieren cantidades de alcohol similares a las de los universitarios de su mismo sexo, esto indica que cuando lleguen a los 20 años, las consecuencias de este consumo serán mucho mayores que las derivadas del consumo de los universitarios actuales. La experta subraya que tendrá repercusiones negativas “en sus estudios, en el trabajo, en sus relaciones personales y en su economía”.
“Casi todos los adolescentes que consumen alcohol se han iniciado hacia los 13 o 14 años con destilados -bebidas de alta graduación- y en grandes dosis, mientras que los universitarios se iniciaron en su momento entre los 14 y 15 años, pero con un consumo relativamente bajo y con fermentados como la cerveza”, asegura la experta.
Por otro lado, los adolescentes aluden a aspectos personales para justificar este consumo, mientras que los universitarios hacen referencia a cuestiones asociadas al control del ocio.
El motivo principal para el consumo de alcohol para ambos grupos es la diversión. “Beber es el objeto. La economía solo la nombran los universitarios. Casi un 70 % -frente a un 20 % de los adolescentes- alude al motivo económico para hacer botellón”, explica Espejo.
Ninguno percibe las consecuencias
Respecto a las consecuencias asociadas al consumo de alcohol, ni los más jóvenes ni los universitarios son conscientes de estas, ni los que beben mucho, ni los que lo hacen en menor cantidad. Tan solo perciben aquellas consecuencias que aparecen reiteradamente en las campañas de televisión, como las asociadas a la conducción, los problemas relativos a peleas y agresiones, así como las cuestiones físicas -vómitos, mareos hasta caerse, resaca, etc.-.
“En general, todos los jóvenes consideran que su consumo no tendrá consecuencias negativas. Creen que para que eso ocurra tienen que estar mucho más tiempo ingiriendo bebidas alcohólicas, pero esto no implica que el problema no exista ya, sino que no lo perciben como tal”, concluye la investigadora.
Los autores del estudio alertan de la necesidad de intervenir en estos grupos para reducir el consumo y hacerlo de forma diferenciada. En el caso de los más jóvenes, que aluden a cuestiones de mejora personal a la hora de justificar por qué beben alcohol, se deberían reforzar campañas enfocadas a aspectos como la autoestima y el manejo de las relaciones interpersonales. Para los universitarios habría que centrarse más en la formación de hábitos de ocio.
Los jóvenes consumen alcohol desde primero de ESO
Según un estudio del Instituto de Investigación en Atención Primaria y el Institut Català de la Salut, el consumo de alcohol entre los pre-adolescentes es elevado. Los chicos se inician en el consumo antes de que las chicas. El porcentaje de jóvenes que declara haberse emborrachado aumenta con la edad y es similar en ambos sexos.
El estudio, presentado y premiado como mejor trabajo en las V Jornadas de Intercambio de Experiencias del SAP Bages-berguedà, se hizo a 259 alumnos de primero (13 años) y tercero de ESO (15 años) de 5 centros educativos (IES Castellet, SES Castellbell, IES Vacarisses, Academia Montserrat y Colegio Virgen del Rosario) de 8 municipios del Bages Sur: Castellbell i el Vilar, Castellgalí, Marganell, Monistrol, Pont de Vilomara, Rellinars, Sant. Vicente y Vacarisses.
El objetivo era describir el consumo de alcohol entre los adolescentes de una zona semi rural como es el Bages, en la província de Barcelona.
Resultados preliminares
El 45 % de los alumnos de primero de ESO y el 74 % de los de segundo, han bebido al menos medio vaso de bebida alcohólica alguna vez. Entre estos alumnos que alguna vez han consumido alcohol, los resultados preliminares muestran lo siguiente:
No se detectó consumo entre semana, pero sí en cambio el fin de semana. De hecho, un 10 % de los alumnos de primero de ESO y un 21 % de tercero consumen los fines de semana.
También lo hacen en fiestas familiares, donde son más los jóvenes que consumen alcohol (34 % de los alumnos de primero de ESO que han probado el alcohol y 44 % de los de tercero). De la misma manera, la mitad de los chicos de tercero de ESO que han probado el alcohol (50 %) reconoció que se había emborrachado alguna vez en el último año. Este porcentaje es menor en el caso de los alumnos de primero de ESO (23.5 %). No hay mucha diferencia entre sexos. Respecto a si alguna vez se habían emborrachado, el 33 % de los jóvenes de tercero que han probado el alcohol reconocieron haber consumido en alguna ocasión más de 5 bebidas alcohólicas de una sola vez. En el caso de los chicos y chicas de primero de ESO, el porcentaje baja a 9.5 % y 2.5 % respectivamente. Finalmente, más de la mitad de los jóvenes manifestaron que creían que el alcohol hacía las fiestas más divertidas.
Conclusiones
Según la doctora Laia Font, una de las autoras del estudio, “lo que se ha visto de momento, con los datos preliminares de que disponemos, es que el inicio del consumo de alcohol entre los jóvenes se hace durante la ESO y que el consumo de ocio (con amigos, borracheras, …) aumenta mucho durante los cursos “.