El alquiler ahoga a las familias: 1 de cada 3 hogares destina más de la mitad de sus ingresos a la vivienda
El alquiler en España se ha convertido en un desafío económico y social, con precios que empujan a miles de familias al límite de sus recursos. Según datos recientes, el gasto medio de los hogares en alquiler ha subido un 27,7 % entre 2015 y 2022, colocándose como una de las principales preocupaciones económicas para las familias, especialmente en ciudades como Madrid y Barcelona.
Los contratos temporales del alquiler siguen siendo la norma, de modo que los inquilinos cada vez están más preocupados por su situación. Según un el estudio Vivir de alquiler: inseguridad garantizada por ley, elaborado por el Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA), más del 80 % de los inquilinos de Barcelona y el 60 % en Madrid han cambiado de casa en al menos dos ocasiones en los últimos 5 años.
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Una carga económica insostenible
En España, cerca del 40 % de los hogares en alquiler destinan más del 40 % de sus ingresos a la vivienda y suministros, una situación conocida como sobreesfuerzo. Este porcentaje es aún mayor en las grandes ciudades: más del 50 % de los hogares en Madrid y Barcelona enfrentan esta realidad. Un análisis más detallado revela que:
- Uno de cada tres hogares dedica más del 50 % de sus ingresos al alquiler.
- En Madrid, el 69,7 % de los inquilinos destinan más de lo recomendado (30 %) al alquiler y suministros. En Barcelona, la cifra es del 64,8 %.
Aunque, los más afectados son las personas solas y familias con hijos. El impacto del precio del alquiler varía según el tipo de hogar:
- Las personas que viven solas son las más afectadas: la mitad destina más del 50 % de sus ingresos al alquiler.
- Las familias con hijos menores también enfrentan una carga considerable: el 50 % dedica más del 40% de sus ingresos al pago de vivienda y suministros.
- Incluso los hogares de parejas, que tienen menor esfuerzo relativo, enfrentan dificultades: el 59 % de ellos destina más del 30% de sus ingresos al alquiler.
La pobreza tras pagar el alquiler
Después de cubrir los gastos de vivienda, la realidad es aún más alarmante. Más de la mitad de los inquilinos en Madrid y Barcelona (55 % y 48,1 % respectivamente) caen en situación de pobreza severa relativa, quedándose con menos de 561 euros por unidad de consumo al mes. Esto deja a muchas familias sin recursos para cubrir otras necesidades básicas.
A pesar del esfuerzo económico extremo, las tasas de impago se mantienen bajas, lo que desmiente ciertos mitos. En 2023, solo el 9,8 % de los hogares en Madrid y el 7,2 % en Barcelona reportaron retrasos en el pago del alquiler. Esto demuestra que, para muchas familias, la vivienda es la última prioridad que dejan de pagar, incluso en condiciones de estrés financiero.
Contratos temporales, un modelo insostenible
El predominio de contratos temporales y de temporada contribuye al aumento acelerado de precios. Estas modalidades benefician a caseros e inmobiliarias, quienes obtienen mayores ingresos con cada renovación o mudanza forzosa. Además, los portales inmobiliarios fomentan esta dinámica al publicar precios de oferta que son un 30,92 % superiores a los precios reales del mercado.
Pero, ¿cuál es la previsión del precio de la vivienda para el próximo año? Según otros estudios, se prevé que el precio de la compra o alquiler siga aumentando en 2025 por la falta de oferta.