El alfa caroteno y la longevidad
Los niveles en sangre elevados del antioxidante alfa-caroteno, presente en alimentos como las zanahorias, el brócoli o las espinacas, se relacionan con un menor riesgo de muerte durante un período de 14 años. Así lo indica un nuevo estudio, publicado en la edición on line de la revista Archives of Internal Medicine, que muestra que el mayor consumo de frutas y verduras previene la muerte prematura.
“Los daños que produce el oxígeno en el ADN, las proteínas y los lípidos pueden estar implicados en el desarrollo de enfermedades crónicas como cardiopatías y cáncer”, explica los autores de este estudio, liderado por Chaoyang Li, investigador del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (EE. UU.) y publicado en la edición on line de la revista Archives of Internal Medicine.
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Los científicos señalan que aunque algunos estudios sugieren que un mayor consumo de frutas y verduras está asociado con un menor riesgo de enfermedades crónicas, los ensayos aleatorizados controlados no han demostrado ningún beneficio de los suplementos de beta-caroteno.
“Por tanto, otros carotenoides diferentes al beta-caroteno pueden contribuir a la reducción del riesgo de enfermedades, y sus efectos sobre este riesgo merecen investigación”, subrayan.
Los expertos evaluaron la relación entre el alfa-caroteno y el riesgo de muerte entre 15.318 adultos mayores de 20 años que participaban en el Estudio de Seguimiento de la Tercera Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. Los participantes se sometieron a un examen médico, proporcionaron muestras de sangre entre 1988 y 1994 y se les realizó un seguimiento hasta 2006 para determinar si habían fallecido y la causa.
En el transcurso del estudio fallecieron 3.810 participantes. El riesgo de muerte fue menor entre los que presentaban niveles más altos de alfa-caroteno en la sangre. En comparación con los sujetos que tenían niveles de alfa-caroteno en sangre de entre 0 y 1 microgramo por decilitro, el riesgo de muerte durante el período del estudio fue un 23 % más bajo para los que tenían concentraciones de entre 2 y 3 microgramos por decilitro.
Además, dicho riesgo fue un 27 % más bajo para los que tenían concentraciones de entre 4 y 5 microgramos por decilitro, un 34 % más bajo para los que tenían concentraciones de entre 6 y 8 microgramos por decilitro y un 39 % más bajo para los que tenían concentraciones de 9 microgramos por decilitro o más.
“La asociación entre las concentraciones séricas de alfa-caroteno y el riesgo de muerte por todas las causas fue significativa en la mayoría de los subgrupos estratificados por características demográficas, hábitos de vida y factores de riesgo para la salud”, afirman los autores.
Las ventajas del alfa-caroteno
Los investigadores añaden que el alfa-caroteno es similar desde el punto de vista químico al beta-caroteno, aunque podría ser más eficaz a la hora de inhibir el crecimiento de las células cancerígenas en el cerebro, el hígado y la piel.
“Los resultados de un estudio sobre la relación entre el consumo de frutas y verduras y el riesgo de cáncer de pulmón sugieren que el consumo de verduras amarillo-anaranjadas (zanahorias, batatas y calabaza) y verde oscuro (brócoli, judías verdes, guisantes verdes, espinacas, nabos verdes, berzas y lechugas de hoja), con un contenido elevado de alfa-caroteno, estaba más estrechamente asociado con una reducción del riesgo que el consumo de todos los demás tipos de verduras”.
Los resultados apoyan el mayor consumo de frutas y verduras como una forma de prevenir la muerte prematura y sugieren la necesidad de realizar investigaciones clínicas sobre los beneficios para la salud del alfa-caroteno.
Los carotenoides, entre los que se incluyen el beta-caroteno, el alfa-caroteno y el licopeno, los producen plantas y microorganismos y actúan como antioxidantes que contrarrestan estos daños. El cuerpo humano obtiene carotenoides principalmente mediante la ingestión de frutas y verduras ricas en estos nutrientes, o mediante suplementos de antioxidantes.