El ahorro de los españoles, el más bajo de los últimos 15 años

La tasa de ahorro de los hogares españoles se sitúa en mínimos históricos tras situarse, según los datos de Eurostat, en un 9,4 % en los tres primeros meses del año. Una tasa que se sitúa en niveles de hace 15 años y que, como apuntan desde la Asociación de usuarios de Bancos, cajas y seguros (Adicae), es el resultado de la reducción de los ingresos de las familias mientras el gasto sigue aumentando.

Desciende la tasa de ahorro

Hace ahora un año las familias españolas pasaban por uno de los momentos de mayor recesión desde el inicio de la crisis. Esto se traduce en una disminución del consumo en los hogares españoles para hacer frente a la bajada de los ingresos. Lógicamente, esto también se tradujo en una menor tasa de ahorro que, en el segundo y tercer trimestre de 2013, rozaba el 11 %. Sin embargo, como constatan ahora los datos de Eurostat, la tasa de ahorro todavía iba a caer más. El gasto de las familias españolas ha seguido creciendo (subida de la luz, aumento del precio de la gasolina, entre otros muchos), situándose en cerca de 6.000 millones de euros el gasto global de los hogares, un 1 % superior al año anterior.

Aumenta el gasto, pero no los ingresos

Por su parte, los ingresos de los españoles se sitúan en cifras del año 2007. Basta un ejemplo: en el año 2011 los ingresos de los hogares españoles superaban los 700.000 millones de euros; en 2014 se quedan en 670.000 millones. Cifras que explican porque la capacidad de ahorro de los hogares españoles se ha visto seriamente mermada. Aprende aquí cómo calcular los ingresos familiares por municipios.

En el año 2009, la capacidad de ahorro de los hogares españoles se situaba en un 17 % (del ingreso total disponible), tasa que ha ido cayendo en estos últimos años hasta situarse en el 9,4 % de este año, una de las más bajas de Europa.

Menos patrimonio

Eurostat también ha detectado una severa reducción en lo que se denomina formación de capital bruto (patrimonio, ya sean activos financieros o bienes inmuebles). Así, la diferencia entre la adquisición y pérdida de activos se sitúa en los niveles más bajos desde el año 2000.

La distribución del ahorro también arroja cifras elocuentes, constatando además severas desigualdades. No solo lo refleja Eurostat, sino también las estadísticas del INE que desvelan que cuatro de cada 10 consumidores reconoce tener serias dificultades para llegar a fin de mes. Menos de la mitad de la población tiene ahora mismo capacidad de ahorro.

Menos consumo sostenible

La reducción del ahorro también se traduce en un menor consumo sostenible, y todo ello contabilizando las subidas constantes de productos tan básicos como la luz o la gasolina. Los consumidores siguen reduciendo gastos, un esfuerzo al que cada vez se ven abocadas más familias desde el inicio de una crisis que ya dura demasiado en el tiempo.

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