El 80 % de los consumidores revisa la fecha de caducidad ahora, pero con la nueva norma de consumo preferente ¿hay garantías?
La Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU) quiere demandar a todas las partes implicadas en el proceso que ha eliminado la fecha de caducidad de los yogures la máxima transparencia en los motivos que pueden justificar este importante cambio para los hábitos alimentarios de los consumidores.
En una encuesta elaborada por CECU, cerca del 80 % de usuarios declara revisar siempre las fechas de caducidad o consumo preferente antes de comprar un producto, lo que supone que se preocupan por ello y que, por tanto, el cambio de un sistema de caducidad por otro de preferencia para el caso de los yogures incidirá en la decisión de los ciudadanos a la hora de consumirlos fuera de plazo, con lo que deben existir las máximas garantías para evitar riesgos sanitarios para la población.
Muchos consumidores muestran sus dudas sobre si un producto de estas características puede no caducar nunca. En este sentido, CECU exige que se muestren las evidencias y avances científicos que puedan justificar este cambio de política y, mientras no se publiquen esos argumentos, recomienda a los usuarios que tomen la nueva fecha de consumo preferente como fecha de caducidad para este producto.
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Asimismo, CECU demanda a las empresas una total transparencia a la hora de establecer los criterios que determinen las nuevas fechas de consumo preferente.
En cualquier caso, dado el importante índice de consumo de este producto por parte de los españoles y ante un cambio de estas características, CECU entiende que es necesaria la realización de campañas formativas e informativas al respecto por parte de las administraciones en conjunto con las asociaciones de consumidores.
Piden que se alargue la fecha de caducidad en todos los alimentos que sea posible
La Federación de Usuarios y Consumidores Independientes, FUCI, ha remitido una carta a la ministra de Sanidad y Consumo, Ana Mato, y al ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, en la que solicita que se instrumenten las medidas legislativas necesarias que “pongan freno al desperdicio de alimentos y se alargue la fecha de caducidad en todos los productos que sea posible”.
El presidente de FUCI, Gustavo Samayoa, considera que el Gobierno debe “establecer una serie de medidas encaminadas a paliar este problema que se da en todos los países industrializados y cuya solución podría paliar en gran parte la situación de crisis que está viviendo nuestro país”.
Para Samayoa, los responsables de este desperdicio son todos los agentes económicos, desde productores a consumidores pasando por industria y distribución. Por eso FUCI ha propuesto medidas aplicadas a todos los sectores.
Ante la responsabilidad del consumidor, Samayoa, considera que es necesario formarle e informarle facilitándole la labor a través de campañas informativas de sensibilización sobre el desperdicio de recursos y posibles fórmulas de ahorro, pero sobre todo concienciarles del drama que supone este desperdicio, especialmente en tiempos en los que mucha gente carece de recursos”.
Fechas
También ayudar con un nuevo marcado de fechas. “Para ello, es necesario que se produzca una revisión del etiquetado para que sea más eficiente, yendo más allá de la exigencia legal, así como un nuevo marcado de fechas, realizados con nuevos métodos tecnológicos en los que se pueda alargar la fecha de ciertos alimentos sin mermar un ápice su calidad o seguridad”.
Igualmente hay que tratar de informar de las diferencias entre consumo preferente -indica hasta cuando el producto mantiene todas sus cualidades de sabor, olor y textura y sus propiedades nutritivas intactas- y fecha de caducidad -a partir de ese momento no se debe consumir ya que no es seguro desde el punto de vista sanitario-, que muchas veces crean confusión al consumidor.
Nuevas medidas a productores, industria y distribuidores
A la par que propone soluciones para los consumidores, FUCI insta al Gobierno a aplicar medidas con productores, industria y distribuidores. “No todo puede ser imagen en los alimentos, no se deben tirar por el hecho de que no sean perfectos, lo que más importa es la calidad de los productos”, señala el Presidente de FUCI. “Deben colaborar en un etiquetado más eficiente, en el nuevo marcado de fechas, instarles a que reduzcan los márgenes en productos unipersonales o que al menos no induzcan a comprar grandes cantidades que no son necesarias y acaban en la basura.
Por último el Presidente de FUCI, Gustavo Samayoa, añade “no nos podemos tampoco olvidar de ayudar a los Bancos de Alimentos, sabemos que tienen una demanda muy importante y que incluso están desbordados por la solidaridad de los españoles, pero se les deben dar más medios y recursos que faciliten su tarea para que la gente pueda continuar siendo solidaria”.
Europa quiere que se reduzca a la mitad la comida que se tira por estar próxima a la fecha de caducidad
Cada año en Europa se tira a la basura la mitad de los alimentos en buen estado. Por ello, el Parlamento Europeo se está planteando medidas urgentes que exigen a la Comisión Europea que se reduzca el desperdicio de comida a la mitad para 2025. Los diputados proponen, por ejemplo, aclarar la diferencia entre las fechas de caducidad y de consumo preferente para evitar el derroche de alimentos en buenas condiciones. La diversificación del tamaño de los envases y la educación sobre alimentación son otras de las propuestas.
Según datos de la Comisión Europea, la generación anual de residuos alimentarios en los 27 Estados miembros asciende a 89 millones de toneladas, es decir, 179 kilos por habitante. Los residuos alimentarios alcanzarán en 2020 los 126 millones de toneladas (un aumento del 40 %) a no ser que se tomen medidas preventivas. La media en España es de 547 kilos de basura generados al año por persona.
Los eurodiputados manifiestan su preocupación por el hecho de que todos los días se tire una cantidad considerable de alimentos en perfecto estado. Por ello, piden a la Comisión que tome medidas prácticas para reducir a la mitad el desperdicio de alimentos de aquí a 2025. El informe de la comisión de Agricultura también sugiere establecer objetivos específicos de prevención de los residuos alimentarios para los Estados miembros.
Los diputados opinan que todos los Estados miembros deberían permitir que los comerciantes reduzcan el precio de los alimentos frescos por debajo del coste de producción cuando estén próximos a la fecha límite para la venta, con el fin de reducir la cantidad de alimentos no vendidos que se tiran.
Fechas de caducidad y consumo preferente
El 18 % de los consumidores europeos no comprenden la frase “consúmase preferentemente antes del”. El informe exhorta a la Comisión y a los Estados miembros a que aclare el sentido de las indicaciones de fechas en las etiquetas de los alimentos (“consúmase preferentemente antes del”, “fecha límite” y “fecha de caducidad”) con objeto de “reducir la incertidumbre sobre la comestibilidad de los alimentos y de facilitar al público información precisa”.
Los diputados consideran que el etiquetado con doble fecha (fecha límite para la venta y fecha límite de consumo) también puede ayudar a reducir el desperdicio de comida.
Tamaño de los envases
La optimización de los envases puede desempeñar un papel importante en la reducción del despilfarro de alimentos. Los diputados respaldan la diversificación del tamaño de los envases para ayudar a los consumidores a adquirir cantidades adecuadas. En este sentido, la industria agroalimentaria debe analizar las ventajas de ofrecer más productos a granel y de tener más en cuenta los hogares unipersonales.
Educación sobre alimentos y otras propuestas
Los diputados proponen introducir cursos de educación sobre alimentos en todos los niveles de enseñanza, incluida la secundaria.
La comisión parlamentaria también pide al Consejo y a la Comisión que proclamen 2013 Año Europeo contra el Desperdicio de Alimentos, “lo que sería un importante instrumento de información y promoción para sensibilizar a los ciudadanos europeos y llamar la atención de los Gobiernos nacionales sobre este importante tema”.
Reducción de los costes de suministro de productos agrícolas
Los eurodiputados también votarán un informe del diputado francés José Bové (Verdes/aLE) que propone opciones estratégicas para ayudar a los agricultores a reducir los costes de producción.
El texto alerta de que “el aumento de los costes de producción y las dificultades para repercutirlo a lo largo de la cadena de distribución alimentaria puede poner en entredicho, a corto plazo, la supervivencia de algunas empresas y provocar la destrucción del tejido productivo en varios Estados miembros, lo que agravará el problema de la balanza comercial en términos de importaciones y la dependencia de la volatilidad de los mercados exteriores”.
Los diputados piden a la Comisión y a los Estados miembros que mejoren la transparencia de los precios de los insumos de producción agrícola y que garanticen la aplicación de las normas de competencia y su cumplimiento a todo lo largo de la cadena del mercado de alimentos.
Según datos de Eurostat, los costes de los insumos para los agricultores de la UE aumentaron de media casi un 40 % entre 2000 y 2010, mientras que los precios a la producción aumentaron de media en menos de un 25 %.