Eduardo Molet alerta: la falta de viviendas en venta hunde a las pequeñas inmobiliarias en España

Eduardo Molet, consultor inmobiliario.
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NOTICIA de Javi Navarro
07.04.2025 - 11:54 CET    Actualizado 07.04.2025 - 11:54 CET

La falta de viviendas en venta está obligando a cerrar a muchas pequeñas inmobiliarias en España. Según el consultor Eduardo Molet, “hay demanda, hay dinero, pero no hay casas”, lo que deja sin producto que vender a numerosas oficinas. Molet advierte que sin una reforma urgente “lo peor aún está por llegar” y que esta situación está “hundiendo a muchas pequeñas oficinas”.

La legislación agrava la falta de viviendas

Los datos son claros: según idealista, el stock de viviendas cayó un 15 % en 2024, con descensos del 29 % en Madrid y del 23 % en Barcelona. “Nunca habíamos vivido una contracción tan profunda. En muchas capitales de provincia simplemente no hay producto que ofrecer”, explica Molet.

El consultor apunta directamente a la legislación actual como una de las causas principales: “La inseguridad jurídica, la rigidez de los controles de precios y las trabas al alquiler han expulsado a muchos propietarios del mercado”. A su juicio, “cuando al propietario se le castiga con normativas que limitan su rentabilidad o dificultan los procesos de desahucio, opta por vender, transformar su vivienda en alquiler turístico o directamente dejarla vacía”.

Precios al alza y acceso más difícil

La tensión entre la oferta y la demanda ha disparado los precios: en 2024, la vivienda subió un 11 % de media, y se prevén nuevos aumentos del 5 % en 2025 y del 3 % en 2026. “El acceso a la vivienda es cada vez más difícil para las familias y, aun así, los precios siguen subiendo”, advierte Molet, quien lo atribuye a “un mercado intervenido sin aumentar la oferta”.

En el alquiler, la situación no es mejor. En 2024, los precios subieron un 14 %, alcanzando máximos históricos en 49 de las 50 capitales de provincia. “El alquiler se ha convertido en un lujo”, lamenta Molet, que critica que “las políticas actuales han hecho menos atractivo el alquiler de larga duración para los propietarios”.

Hipotecas más baratas, pero sin casas que comprar

Aunque la bajada del euríbor y la reactivación del crédito hipotecario han reanimado ligeramente el mercado —tal y como destacan como una gran ventaja desde otras inmobiliarias especializadas en viviendas de lujo—, Molet recuerda que “las condiciones financieras son favorables, sí, pero ¿de qué sirve que haya hipotecas más baratas si no hay casas que comprar?”. Sin duda, las inmobiliarias más afectadas son las que cuentan en su catálogo con pisos más económicos, que coinciden con ser los más demandados y entre los que existe menor oferta.

Además, señala otro problema de fondo: “La oferta de obra nueva está completamente paralizada por trabas burocráticas, lentitud en la concesión de licencias y una fiscalidad desincentivadora”.

Un aviso para el futuro

Finalmente, Molet lanza un aviso: “El mercado necesita seguridad jurídica, libertad para pactar entre partes y políticas que realmente incentiven la creación de vivienda, no que penalicen al que la pone en el mercado. Sin una reforma profunda, lo peor aún está por llegar”.



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