Días de calor extremo por la ausencia de lluvias antes del verano
En la Península Ibérica, si se produce una ausencia de precipitaciones el mes anterior al verano, pueden aumentar hasta un 80 % el número de días de temperatura extrema. Así lo confirma un estudio recogido por la revista PNAS que incluye a la Península Ibérica como región de riesgo de este fenómeno, según el trabajo de investigadores suizos. Sus conclusiones sugieren que las temperaturas extremas están relacionadas con la ausencia de lluvias poco antes del verano en más regiones de las que se pensaba.
“En el estudio hemos encontrado una señal clara para la Península Ibérica: existe una correlación significativa entre los déficits de precipitación y el número de días cálidos”, afirma Brigitte Mueller, autora principal del estudio e investigadora en el Instituto para la Ciencia Atmosférica y Climática en Zurich (Suiza). Además, destaca que “si se produce una ausencia de precipitaciones el mes anterior al mes más cálido del año, es posible que aumente entre un 70 y un 80 % el número de días cálidos por encima de la media”.
Temperatura extrema y descenso de humedad
Brigitte Mueller y Sonia I. Seneviratne, investigadora en el mismo instituto, examinaron la relación entre el descenso de la humedad en la superficie del suelo y las temperaturas extremas a escala global.
Los resultados, publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Science (PNAS), revelan que si gran parte de América del Sur, la Península Ibérica, y el este de Australia reciben lluvia por debajo de la media. La posibilidad de tener días cálidos por encima de la media aumenta un 70 %. En gran parte de Norteamérica y Europa del este, el déficit de lluvia aumenta al 60 % la probabilidad de días cálidos. En gran parte de Norteamérica y Europa del este, la falta de lluvia aumenta al 60 % la probabilidad de días cálidos.
Más humedad para evitar días extremos
El trabajo recoge que unas condiciones más húmedas que la media reducen las posibilidades de días de extremo calor entre un 30 y un 40 %. Según Mueller, la relación entre la humedad del suelo y la temperatura del aire podría operar a escalas geográficas mayores que las que en la actualidad se asumen.
Los investigadores añaden que unas condiciones de superficie del suelo húmedas, donde haya más precipitaciones que lo normal, “prohíben” la ocurrencia de días cálidos en diversas regiones. En el caso de la Península Ibérica, la información obtenida de los déficits del agua en el suelo podría ayudar a mejorar la predicción de estos acontecimientos extremos.
Recuerda seguir estas recomendaciones para el calor extremo para prevenir los efectos de las altas temperaturas.