De ruta por el Almendralejo más romántico de la mano de José de Espronceda y Carolina Coronado
Desde hace cinco años, un sábado del mes de junio, los almendralejenses (gentilicio de los habitantes de Almendralejo, en Badajoz) se engalanan con sombreros de copa, levitas y casacas, como si del don Juan de Lord Byron se tratara, figura muy ensalzada en los poemas románticos. Y las damas, ataviadas con corsés, polisones y miriñaques que abultan las faldas y marcan la cintura, lucen elegantes y coloridos vestidos, sombrillas y abanicos, decorados con múltiples lazos y puntillas, para aliviar el calor de una tarde de primavera en la localidad. Es la festividad del romanticismo literario español de Almendralejo, que homenajea a los oriundos José de Espronceda y Carolina Coronado en la V Ruta Literaria sobre el Romanticismo.
Almendralejo es, además de tierra de cordialidad, vino y gastronomía, la cuna de José de Espronceda y Carolina Coronado, dos de los máximos representantes del romanticismo literario español. Haciendo honor a su tradición cultural, el 5 de junio la localidad se engalana para viajar al siglo XIX. Su población se viste con los mejores trajes de la época y en cada rincón de la ciudad se escuchan románticos versos y se asiste a representaciones teatrales.
Capital de la comarca de Tierra de Barros, con fértiles extensiones de terreno cruzadas por la Ruta de la Plata. ‘Ciudad de la Cordialidad’, por el trato afable y acogedor de sus vecinos. ‘Ciudad Internacional del Vino’, por sus plantaciones de vid, sus bodegas, algunas de ellas galardonadas con los premios más prestigiosos del mundo, por su producción de cava y licores, y por ser la sede del Consejo Regulador de la D. O. Ribera del Guadiana. Ciudad de rica y variada gastronomía, con productos tan tradicionales como el cerdo ibérico o las aceitunas, cultivadas en las grandes extensiones de olivares que rodean la ciudad. Por todo esto, que no es pecata minuta, es conocida Almendralejo.
Pero esta ciudad pacense de gran riqueza histórica es también sinónimo de cultura. Es la ‘Ciudad del Romanticismo’, la cuna de José de Espronceda y Carolina Coronado, dos grandes literatos del siglo XIX y dos de las figuras más importantes y representativas del romanticismo literario español. Este movimiento artístico promueve la imaginación, la libertad de expresión y de sentimientos, rechazando el academicismo encorsetado del neoclasicismo predecesor.
V Ruta Literaria sobre el Romanticismo
Así, Almendralejo hace honor a su tradición artística y cultural y viaja, por quinto año consecutivo, al romanticismo del siglo XIX. Los farmacéuticos se convierten en boticarios, los camareros en taberneros, los dependientes de las tiendas en mercaderes de la época, las calesas de caballo pasean por las calles adornadas con mil colores y la ciudad entera se prepara para recibir al visitante con gentileza y agrado.
Durante toda la jornada, que este año se celebra el 5 de junio, se puede disfrutar de lo mejor de la gastronomía de la zona, participando en La Ruta de la Tapa o degustando. En sus restaurantes y terrazas hay platos tan tradicionales como La caldereta, El cochinillo a la extremeña, El arroz con liebre, un buen plato de jamón ibérico o unas sabrosas aceitunas Manzanilla o Verdiales, recogidas y aderezadas cuidadosamente de la manera más artesanal; y, por supuesto, catar sus blancos frescos y afrutados, sofisticados tintos y su mejor cava, la espuma del Guadiana. Todo esto, mientras se escuchan versos románticos y se asiste a representaciones teatrales en cada rincón de la ciudad.
Por las calles de Almendralejo
Esta ciudad extremeña fue testigo de algunos de los amores románticos que inspiraron los primeros versos de una bella adolescente y precoz revolucionaria, Carolina Coronado. La poetisa paseaba por el antiguo Parque El Espolón, que hoy lleva su nombre, recitando de forma apasionada “…
tú eres el tiempo que mis horas guía, tú eres la idea que a mi mente asiste, porque en ti se encuentra cuanto existe, mi pasión, mi esperanza, mi poesía…” o llorando la muerte de un amor que los historiadores intuyen imaginario en versos como “…
Fácil de comprender, amante Alberto, es que perdieras en el mar la vida, mas no comprende el alma dolorida cómo yo vivo cuando tú ya has muerto…”.
En el Palacio de Monsalud, actual ayuntamiento de la localidad, nació un polifacético José de Espronceda que, desde la niñez, destacó por su imaginación y destreza con la pluma. Más adelante se convirtió en el máximo exponente del romanticismo español por su uso arriesgado de los versos y la mezcla de los diferentes géneros en sus obras. Espronceda cantaba a la libertad en su letra “Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar, sino vuela un velero bergantín…” y exaltaba el amor romántico de la poesía de su paisana Carolina Coronado respondiendo así a sus poemas apasionados: “Dicen que tienes trece primaveras y eres portento de hermosura ya, y que en tus grandes ojos reverberas la lumbre de los astros inmortal…”.
También los Jardines de Santa Clara, el Parque de La Piedad, el Convento de San Antonio, la Casa-palacio de los Marqueses de la Encomienda, el Palacio de Justicia o la Plaza del Altozano, hoy Plaza de Espronceda, fueron escenario decorativo de tertulias literarias y encuentros de escritores importantes de la época que, junto a Espronceda y Coronado, hacían de la literatura su válvula de escape y arma de lucha.
Almendralejo rinde homenaje a estos dos ilustres ciudadanos de fama internacional y a la huella que su literatura y el siglo XIX dejaron plasmada en cada rincón de la localidad. Es la Ruta Literaria sobre el Romanticismo una muestra de agradecimiento de todo un pueblo a estos, sus vecinos, por todo su legado cultural.