De mayor quiero ser futbolista o profesora, pero no político
¿Qué quieres ser de mayor? Los más pequeños lo tienen claro: “De mayor quiero ser futbolista o profesora, pero no políticos, que son los culpables de la crisis”. Así de claro tienen los niños lo que no quieren ser de mayores. Entre las profesiones menos deseados, existe consenso entre niños y niñas: basurero (10,6 %) y médico (9,2 %), pero la anécdota está en el oficio de político. Por primera vez en las nueve ediciones de la encuesta de Adecco ‘Qué quieres ser de mayor’ aparece la de político dentro del ranking de las menos deseadas por los pequeños, situándose en sexto lugar, elegida por el 4,4 % de los encuestados.
Y, ¿cuáles serían los jefes ideales para los niños? En esta otra información puedes consultar quiénes serían los superiores ideales tanto para ellos como para ellas.
Contenido de la información:
Las profesiones menos deseadas
Las profesiones menos deseadas tampoco han sido ajenas a las respuestas ocurrentes y creativas de algunos de los pequeños. Una niña vasca de 6 años asegura que no querría “ser cuidadora de comedor”, mientras que otro chico de 8 afirma que él sería cualquier cosa siempre que no tuviese que “hacer deberes” y un chico andaluz de 10 años no querría verse en la piel del Presidente del Gobierno. Otras originales profesiones no deseadas son ladrón, copiloto, limpiador de alcantarillas o trabajar con cocodrilos. Sin embargo, la respuesta más contundente es la de un niño vasco de 5 años que asegura que en el futuro lo que no quiere es “ser pequeño”.
De mayor quiero ser…
Y, ¿qué quieren ser los niños españoles de mayores? Las diferencias entre ambos sexos son claras y las respuestas siguen siendo similares a las anteriores ediciones de esta encuesta. Futbolistas y profesoras son las profesiones que los más jóvenes eligen un año más.
Ellos, el deporte
Si hablamos de ellos, el 36,5 % quiere desempeñar trabajos afines con el deporte, un porcentaje muy superior al del año pasado (29,8 %), seguidos de los relacionados con las ciencias (13 % frente al 23,6 % de 2012), la seguridad pública (9,8 %) y la sanidad (6,7 %). En concreto, un 26,7 % de los niños quiere ser futbolista, seguido a gran distancia de los que quieren ser policía (5,6 %), ingeniero (5,3 %), médico (4,9 %) y profesor (3,9 %). Se incrementa de nuevo el porcentaje de niños que quieren ser médicos, tras dos años en los que la profesión no era considerada en los diez primeros puestos del ranking.
Ellas: la enseñanza
En cambio, el 23,8 % de las chicas apuesta por los trabajos relacionados con la educación y la enseñanza, porcentaje que se mantiene en valores similares a los del año pasado. En segundo lugar se sitúan las profesiones relacionadas con los animales (14,2 %), que suben una posición con respecto a 2012, y los trabajos del ámbito sanitario (13,5 %). El 11,7 % de las pequeñas sueña con desempeñar una profesión de artista. Si atendemos a profesiones concretas, en primer lugar se encuentra la profesión de maestra, con un 23,1 % (más de dos puntos porcentuales por encima del dato de 2012), seguida de veterinaria (10,7 %), doctora (7,5 %), peluquera (5 %) y policía (3,6 %), profesión esta última que por primera vez aparece tan arriba del ranking.
En palabras de Margarita Álvarez, directora de Marketing y Comunicación de Adecco: “el hecho de que las profesiones con más éxito entre niños y niñas sean futbolista y profesora no es casual, sino que el valor más relevante para ellos, según diversos estudios, es el reconocimiento, mientras que en el caso de las niñas es la benevolencia y la ayuda a los demás”. Pero, más allá de estas profesiones, que se repiten casi de forma sistemática año tras año, también hemos encontrado respuestas más originales.
Las profesiones más curiosas
Buscando entre las profesiones más curiosas, encontramos jóvenes que quieren ser agente secreto, amazona, bailarín de breakdance o incluso, miembros de la policía científica, los conocidos como C.S.I., profesión que hace unos años no aparecía en las respuestas de los niños. También los hay a los que les gustaría ser aventureros, arqueólogos o inventores, y desde hace unos años pisan con fuerza las respuestas relacionadas con los videojuegos: diseñarlos o probarlos empiezan a ser deseos estables entre los encuestados. Como siempre, hay otros que van más allá en sus pretensiones, es el caso de un niño de Baleares de 5 años que quiere ser jedi (en alusión a los personajes de “La Guerra de las Galaxias”) o una niña valenciana de 6 a la que le gustaría ser princesa, incluso un niño de 5 años de mayor quiere ser “desempleado”. Otras profesiones originales son “ser de los que van al monte con los quads”, “médica de gatos” o “hada de los dientes”.
Ellos futbolistas y ellas profesoras
Adecco ha presentado los resultados de su VI encuesta sobre qué quieren ser de mayores los niños. Si hablamos de los niños, el 25,2 % quiere desempeñar trabajos afines con el deporte, un porcentaje ligeramente inferior al del año pasado (31 %), seguidos de los relacionados con las ciencias (15,8 %) y la seguridad pública (14,1 %). En concreto, un 16,5 % de los niños quiere ser futbolista, seguida de la de policía (6,8 %), profesor (5,6 %), ingeniero (5,4 %) y médico (4,5 %). Es destacable que vuelve a entrar en el ranking de las profesiones más deseadas la de ingeniero, también en puestos a la cabeza en la encuesta de 2008, pero no en los resultados de 2009. Por el contrario, la profesión de veterinario, la tercera más votada el pasado año, abandona estas primeras posiciones en 2010.
En cambio, el 26,3 % de las niñas apuestan por los trabajos relacionados con la enseñanza, dato que coincide matemáticamente con el del año pasado (26,1 %). En segundo lugar se sitúa la sanidad (18,3 %) y las carreras relacionadas con animales (8,7 %). Entre estos grupos de profesiones más elegidas por las niñas, hay que destacar que el relacionado con el mundo de los artistas (cantantes, actrices, bailarinas) baja de la segunda posición (13,9 %) que ocupaba en 2009 a la cuarta (8 %).
Si atendemos a profesiones concretas, en primer lugar se encuentra la profesión de maestra, con un 24,6 %, seguida de veterinaria (8,3 %), doctora (7,6 %), abogada (4 %) y peluquera (3,4 %).
PROFESIÓN DESEADA NIÑOS | PROFESIÓN DESEADA NIÑAS | ||
Futbolista | 16,51 % | Profesora | 24,64 % |
Policía | 6,75 % | Veterinaria | 8,33 % |
Profesor | 5,63 % | Médico | 7,61 % |
Ingeniero | 5,44 % | Abogada | 3,99 % |
Médico | 4,50 % | Peluquera | 3,44 % |
El hecho de que las profesiones con más éxito entre niños y niñas sean futbolista y profesora no es casual, sino que el valor más relevante para los niños es el reconocimiento, mientras que en el caso de las niñas es la benevolencia y la ayuda a los demás.
Pero, más allá de estas profesiones, que se repiten casi de forma sistemática año tras año, también hemos encontrado respuestas más originales. Buscando entre las profesiones más curiosas, encontramos niños que quieren ser explorador, vaquero del oeste, astronauta o agente de la Interpol. Una niña madrileña de 7 años asegura que de mayor quiere ser “bruja buena”. De Madrid es también el niño de 7 años que quiere ser presidente del Gobierno, el único con inquietudes políticas entre los encuestados. Sólo dos niñas, de 4 y 5 años, quieren ser mamás, las únicas entre todos los participantes en la encuesta.
Barrendero y basurero, a la cola de sus preferencias
Pero los niños tienen claro no sólo lo que quieren ser de mayores, sino también lo que no quieren ser. Entre los oficios menos deseados existe consenso entre niños y niñas: barrendero (13,1 %) y basurero (10,8 %) son los oficios menos atractivos a los ojos de los más pequeños.
Sin embargo, algunas de las profesiones más deseadas por algunos son también las que despiertan menos simpatía en otros. Es el caso de la figura del médico que, tras barrendero y basurero, se sitúa en tercer lugar entre las profesiones menos llamativas para niños y niñas (7,6 %).
Con los profesores ocurre lo mismo: mientras que un porcentaje importante de encuestados la han elegido como su profesión favorita, también está presente entre las menos deseadas: en el caso de los niños en cuarto lugar (6,8 %) y en el caso de las niñas en quinta posición (5,1 %).
En el caso de éstas, el cuarto lugar del ranking de las profesiones que despiertan menos interés lo ocupa el oficio de limpiadora, que representa el 7,1 % de las respuestas. Este resultado es la prueba de que las niñas intentan desvincularse cada vez más de las actividades asociadas tradicionalmente al género femenino.
Las profesiones menos deseadas tampoco han sido ajenas a las respuestas ocurrentes y creativas de algunos de los pequeños. Dos niños de Madrid, de 10 y 11 años, respectivamente, y uno de Andalucía, de 10, aseguran que no les gustaría ser “vagabundos”, mientras que “payaso” es la profesión menos deseada para tres niños catalanes y una niña de Castilla y León. Algunos afirman, como si de una profesión se tratase, que no quieren ser ni “timadores” ni “ladrones”. Y otros tienen muy claro que quieren tener un puesto de trabajo sólido, pues no les gustaría ser “sustitutos”.
Pequeños, pero con vocación propia
Los niños españoles no ven en sus padres el reflejo de su futuro profesional. Así de claro lo tienen y así de tajantes son las cifras al respecto: tan sólo un 4,6 % de los encuestados quiere seguir los pasos profesionales de sus padres. Esta cifra supone un descenso, puesto que hace un año el porcentaje de niños que querían trabajar en la misma profesión que sus padres ascendía al 7 %.
El entorno de libertad que les rodea hace que, en la actualidad, los más pequeños tengan mayor independencia a la hora de tomar decisiones. Parece que quedaron atrás las sagas profesionales de obligado cumplimiento para los descendientes.
Lo que sí parece claro es que los más pequeños de la casa apostarían por la profesión de sus padres (3,39 %), en detrimento de la de sus madres (1,19 %).
No obstante, tanto en el caso de unos como de otras, la mayor parte de los niños (90,32 %) quieren seguir los pasos de sus padres, mientras que las niñas prefieren ver reflejado su futuro en sus madres (52,63 %), Ello demuestra, una vez más, que los niños tienden a tomar como modelo a su padre, mientras que las niñas prefieren verse reflejadas en su madre.
¿Y cuáles son esas profesiones preferidas por los niños y ejercidas por sus padres? La favorita sigue siendo, un año más, la de profesor, elegida por el 26 % de los pequeños que quieren ser como sus progenitores, seguida de médico (con un 14 %), ingeniero (con un 12 %) y abogado (con un 8 %). De forma más modesta también está presente la figura del arquitecto, del empresario y del farmacéutico, además de algunos oficios como el de cocinero o asistente social.
Mejor estudiar mucho tiempo
Los niños parecen tener muy presente que una buena formación será garantía para acceder con éxito al mercado laboral, pues la mayoría aseguran que estudiarán durante mucho tiempo antes de iniciar su andadura profesional. Concretamente, un 71,7 % de los encuestados lo cree así frente a un 21,1 % que preferirá finalizar sus estudios lo antes posible para incorporarse a un puesto de trabajo. Este alto porcentaje de pequeños que reforzarán su preparación académica es ligeramente superior en el caso de las niñas, prueba de una tendencia que se aprecia en los últimos años: el número total de mujeres que cursa estudios universitarios y de postgrado es superior al de hombres.
Por su parte, un 5,3 % compaginará ambas cosas, mientras que un 1,8 % no sabe o no contesta.
Destinos razonables para el sueldo
Una vez que nuestros niños consigan su primer empleo e inicien su andadura en el mercado de trabajo, ¿a qué destinarán su sueldo? De nuevo los datos arrojan un resultado claro: la familia vuelve a adquirir protagonismo. Y es que un 20,8 % de los niños y un 17,1 % de las niñas afirman que sus familiares serán los principales destinatarios del dinero que ganen. Ejemplo de ello es la ocurrente respuesta de un niño canario de 12 años que dice que el dinero lo destinará “para pagarle la uni a su hermana”.
Es destacable que, en el caso de los niños, se trata de la primera opción, mientras que las niñas se muestran algo más pragmáticas y creen que, además de la familia (que se sitúa en segundo lugar), su salario servirá, en primer lugar, para cubrir las necesidades básicas (17,3 %). Los más pequeños son también muy precavidos y no dudan en situar el ahorro entre las primeras opciones (8,4 %), si bien existe una pequeña diferencia por sexos: el 8,7 % de los niños afirma que su prioridad será ahorrar, mientras que en el caso de las niñas el porcentaje es ligeramente menor: 7.9 %.
Otra de las respuestas más repetidas nos muestra la faceta más solidaria de los encuestados: un 8,1 % del total de los niños destinará el dinero a ayudar a los más necesitados. En este punto también existe un pequeño desfase entre niños y niñas, y es que estas últimas (9,7 %) conceden mayor importancia a esta opción frente a los niños (6,2 %).
Para muchos de ellos, su labor altruista ya tiene un destino concreto, como es el caso de una niña vasca de 12 años que afirma que donará su dinero “a los niños de Haití” o un niño andaluz de 8 años, que destinará su dinero a ” la gente pobre de África”.
Los hay incluso que ya piensan en su futura casa y en los altos precios de la vivienda, como el caso de una niña de 11 años de Castilla y León, que destinará su sueldo a “pagar la hipoteca”.
Al calor de la familia tras la jubilación
Adecco se ha planteado, un año más, dar un gran salto en el tiempo y preguntar a los niños sobre la última etapa de su vida: la jubilación. ¿Qué harán ellos cuando ya no tengan que trabajar y disfruten de todo su tiempo para ellos mismos?
Las respuestas han sido numerosas, y algunas de ellas de lo más divertidas, pero entre todas se han repetido dos de forma sistemática: dedicarse a la familia y viajar. La familia vuelve a ser el eje sobre el que gira la vida de la mayoría de los encuestados, puesto que un 16,2 % de los niños y un 22,2 % de las niñas aseguran que, cuando se retiren, se dedicarán a cuidar de su familia.
En la segunda opción ya existe una importante diferencia entre sexos: el 10,7 % de los niños quiere dedicarse a viajar por el mundo, mientras que el 14,1 % de las niñas serán más hogareñas y se dedicarán a las labores domésticas, actividad que sólo un 0,8 % de los niños ha considerado. Esto muestra que, a pesar de la notable incorporación de la mujer al mundo laboral, los más pequeños continúan asociando las tareas del hogar al sexo femenino más que al masculino.
Opciones ociosas tampoco faltan entre sus preferencias, pues “el no hacer nada” (7,3 %) y “vivir la vida” (5,9 %) son dos respuestas recurrentes entre los pequeños.
Pero no todos apuestan por estas actividades más comunes, sino que hay quienes aprovecharán su tiempo libre durante la vejez para “tirarse en el sofá y jugar a la Play”, “ir a la piscina” o “no madrugar”. Los hay que durante sus últimos años activarán su faceta más artística y se dedicarán a “hacer museos de juguetes”, “tocar el piano”, “escribir libros” o “ser director de cine”. Otros serán capaces de mantener el ritmo a pesar de la edad e “irán de fiesta”, “se irán a vivir a París” o serán “comentaristas de fútbol”. Algunos serán más activos y no querrán jubilarse, pues darán un vuelco a su carrera para convertirse en “psicólogo”, “peluquera”, “enfermera”, “bombero” o “astronauta”. Finalmente, los más conformistas simplemente se dedicarán a “comer y dormir”, “hacer lo que hacen los mayores” o “aburrirse en casa”.
Un mundo más humano… y sin crisis
Los más pequeños de la casa no son ajenos a las grandes problemáticas del mundo actual. Ésta ha sido otra de las grandes conclusiones de la encuesta de Adecco y la Fundación Adecco, a través de la cual también se ha profundizado en las cuestiones que más preocupan a los niños españoles. ¿Qué cambiarían ellos si fuesen “jefes del mundo”?
Los conflictos bélicos siguen siendo, un año más, la mayor preocupación de los niños y es que un 34,1 % de los encuestados afirma que lo primero que harían si fuesen dirigentes mundiales sería acabar con las guerras y con las armas. Una cuestión que también ocupaba el puesto de honor en 2009, con un porcentaje considerablemente mayor: 52,8 %.
Puede que este descenso se deba a que este año, por primera vez, ha entrado con fuerza otra problemática de la que los niños son cada vez más conscientes. La crisis económica no sólo es una preocupación constante de sus mayores, sino que los más pequeños la sitúan como el segundo problema que atenderían si la dirección del mundo estuviese en sus manos. En concreto, un 31,4 % de los niños lo considera como un problema mundial de primera magnitud.
La pobreza y el hambre que sufren los países más desfavorecidos, que en 2009 se situaba en segundo lugar (34,9 %), ocupa el tercer lugar este año, con un 25,8 %. Y es que los niños españoles son capaces de ver más allá de su entorno más directo y mirar con atención hacia problemáticas que no les tocan tan de cerca, pero que forman parte de su día a día a través de los medios de comunicación.
Preservar el medioambiente y hacer un uso eficiente de los recursos naturales es el cuarto problema que los niños solventarían, una prueba más de que los más pequeños son conscientes de las cuestiones que forman parte del debate de la opinión pública. En concreto, un 21,9 % así lo considera, cifra que supone un descenso respecto a 2009, cuando el porcentaje se situaba en un 32,3 %.
No obstante, la voluntad altruista de los más pequeños da paso a otras respuestas más individualistas que responden a las inquietudes personales de los niños encuestados. Algunos, si fueran “jefes del mundo”, harían uso de su poder para que los niños pudiesen eludir parte de sus responsabilidades habituales. Es el caso de un niño andaluz de 11 años que haría que “no hubiese cole”; una niña de Castilla y León de 12 años que “quitaría los exámenes”; un niño madrileño de 10 años que defiende que “los padres hagan lo que quieran los niños”; o una niña de 6 años de Cataluña que haría que “siempre hubiese vacaciones”. Algunos se harían cargo del problema de la vivienda, como una niña andaluza de 8 años, que aboga por “no pagar la casa”.
Otras respuestas dan más protagonismo a la fantasía y a la creatividad. Así, nos encontramos con ocurrencias de lo más variopintas: que haya “coches voladores”; que “todo sea hinchable”; que “tengamos alas”; que “haya columpios en todos los sitios”; que “todos tengamos videoconsolas gratis”; o que “las tiendas de ropa estén abiertas todo el tiempo”.
La VI encuesta de Adecco y Fundación Adecco ¿Qué quieres ser de mayor? también ha querido conocer qué consejos darían los hijos a sus padres para no perder su empleo, qué harían ellos para ahorrar o si preferirían incorporarse rápidamente al mercado laboral o, por el contrario, continuar estudiando durante mucho tiempo. Éstas y las ya tradicionales preguntas sobre su futuro laboral configuran una completa radiografía de las inquietudes profesionales y personales de los niños españoles, entre los que han participado 2.200 niños con edades que van de los 4 a los 16 años.
Originales medidas anticrisis
¿Cuál es la solución a la grave situación económica que vive nuestro país? Ésta es la pregunta que, desde hace ya tiempo, se hacen economistas, políticos y directivos de todo el mundo. A los ojos de los niños la situación no parece tan compleja y ellos no dudan en sugerir medidas sencillas para que tomen nota el gobierno y la sociedad española en general. Cuatro han sido las claves que la mitad de los encuestados han planteado.
La medida “estrella”, sugerida por el 16,4 % de los niños, es algo tan simple como no malgastar, medida que gana terreno respecto a la pasada edición de la encuesta, cuando este porcentaje se situaba en un 7,2 %. A continuación, para el 14,6 % de los niños españoles la creación de nuevos empleos es la solución para reflotar la economía. Un 14 % más reivindicativo aboga por “cambiar al presidente”, lo que refleja que, por primer año, los más pequeños se muestran críticos con la clase política de nuestro país. Esta crítica se acentúa más en el caso de los niños que en el de las niñas, pues entre los primeros ésta es la primera solución que proponen para sortear las dificultades. Por su parte, las niñas sitúan el cambio de presidente del gobierno en tercer lugar como la solución idónea.
MEDIDAS ANTICRISIS NIÑOS | MEDIDAS ANTICRISIS NIÑAS | ||
Cambiar presidente | 15,2 % | No malgastar | 16 % |
Más empleo | 12,3 % | Más empleo | 14,3 % |
No malgastar | 10,7 % | Cambiar presidente | 9,9 % |
Ns/nc | 7,7 % | Bajar precios | 8,4 % |
Bajar precios | 6,8 % | Ahorrar | 6,5 % |
En cuarto lugar, un 10,2 % cree que la mejor solución anticrisis pasa por bajar los precios, medida en la que coinciden niños y niñas prácticamente.
Más allá del carácter inocente de sus respuestas, muchas de las soluciones que ofrecen los niños nos han de servir a los mayores para recapacitar. Para algunos de los encuestados, la solidaridad se perfila como una solución simple pero efectiva a la hora de paliar los efectos de la crisis, puesto que una forma de evitarla es que “los ricos ayuden a los demás”, que “a los ricos les descuenten algo de su sueldo” o que “se reparta mejor el dinero”. Algunos pequeños asumen el papel de economistas por un momento y proponen medidas como “bajar los impuestos o que no los hubiera” o “reducir el sueldo de los funcionarios”.
Y si estas soluciones nos parecen difíciles de llevar a la práctica hay algunos que proponen medidas aún más imaginativas, como que “los reyes nos den dinero”, “fabricar más billetes de 50 euros” o que directamente “regalen dinero”.
Otros incluso se atreven a dar consejos a nuestros dirigentes para suavizar los efectos de la crisis. Destacan respuestas como “poner como presi a José Mota”, “promocionar España a nivel turístico”, “cambiar el euro por la peseta”, “no dar dinero a los extranjeros”, “dar menos dinero a los deportistas” o “cárcel para los políticos que roban”.
Por último, un 8,2 % de los niños encuestados no ve una solución fácil al complejo problema de la crisis y no sabe qué responder ante tal cuestión. Una niña de La Rioja, por ejemplo, reconoce abiertamente que “me creo demasiado pequeña para opinar”.
Papá, hazme caso si no quieres perder tu trabajo
La mayor parte de los niños encuestados (86,5 %) no han visto a sus padres perder su empleo a causa de la actual coyuntura económica. Puede que sea por los consejos que han recibido de mano de sus pequeños, pues éstos no escatiman en recomendaciones para que sus progenitores conserven su puesto de trabajo.
Casi la mitad de los encuestados (45,5 %) cree que el secreto está en la productividad laboral, pues aconsejan a sus padres que “trabajen duro”. Un 23,6 % cree que, ante la pérdida del empleo, hay que ser proactivo y dinámico en la búsqueda de un nuevo trabajo, mientras que un 18,2 % cree que la formación desempeña un papel fundamental y proponen a sus mayores que se reciclen continuamente.
Frente a estos sabios consejos, y como en el resto de preguntas, existen respuestas ocurrentes que no pasan desapercibidas, como es el caso de una niña catalana que les anima a ir a “trabajar con buena cara”, o un niño de Castilla y León que cree que el remedio más infalible para no perder el empleo es “hacer la pelota al jefe”.
También nos encontramos con actitudes más emprendedoras, como la de un niño de Cataluña que considera que, si sus padres se quedan en paro, deberían “montar una granja”, la de una niña madrileña que cree que “deberían hacerse funcionarios” o la de un niño de Castilla y León que plantea como solución “invertir en Bolsa”.
Sea de una forma u otra, lo que sí tienen claro estos niños es que apoyarían de forma moral a sus padres si tuviesen que pasar por el difícil trago de enfrentarse al desempleo. De hecho, algunos de los consejos a este respecto han sido que “no se desanimen”, que “piensen en la gente que no tiene trabajo”, “que sean constantes” o que “sean positivos”. En cualquier caso, y a pesar de ser pequeños, no dudarían en mostrar su apoyo en todo momento, como es el caso de un niño de Castilla y León, que afirma tajante que “no les dejaría sin ayuda ya que son mis queridos padres”.
Sencillos consejos para ahorrar
Hasta los más pequeños saben que ahorrar se convierte en una premisa de obligado cumplimiento en época de crisis.
Respecto a este tema, las respuestas de los niños españoles no dejan de ser realistas, puesto que el 48,1 % considera que lo fundamental es saber priorizar y no malgastar el dinero en bienes de los que podamos prescindir. En segundo lugar, un 27,5 % de los encuestados cree que pueden aportar su “granito” guardando la paga, mientras que un 2,7 % se muestra más escéptico y no confía en poder hacer nada para contribuir al ahorro familiar.
Existen respuestas que hacen referencia a aspectos más concretos y personales de los niños y niñas encuestados. Tal es el caso de un niño canario que “metería la paga en una hucha”, una niña andaluza, que “guardaría 200 euros en un banco” o un niño de Castilla y León, que “vendería cosas que no utilizo”.
Algunos de ellos piensan en su ahorro individual y es en este punto donde hemos encontrado las respuestas más disparatadas y creativas. Tal es el caso de una niña madrileña de 9 años que “compraría con el dinero de sus padres”; un niño de 8 años de Castilla y León que “escondería su dinero para que no lo cogiese nadie” o un niño andaluz de 8 años que “se portaría bien para que sus padres le dieran un sueldo”.
Otros ofrecen sencillos consejos para conseguir dinero, tales como el de una niña catalana de 8 años, para la cual “pedir dinero en la calle” puede ser una buena opción; o el de un niño de Andalucía de 7 años, que “cambiaría monedas y billetes por galletas”.
¿Cuáles son las profesiones que más atraen a los niños?
El 17,1 % de ellos quiere ser futbolista, el 10,1 % policía y el 7 % ingeniero. En el caso de las niñas, el 22,7 % de ellas quiere ser profesora, el 14,6 % veterinaria (opción que se ha duplicado en el último año hasta alcanzar el segundo puesto más repetido) y el 12,2 % médico.
PROFESIÓN NIÑOS PROFESIÓN NIÑAS Futbolista 17,1 % Profesor 22,7 % Policía 10,1 % Veterinario 14,6 % Ingeniero 7,0 % Médico 12,2 % Médico 5,6 % Actor 3,7 % Piloto 4,1 % Peluquero 3,6 % Arquitecto 3,7 % Cantante 3,6 % Estos resultados de la encuesta de Adecco ¿Qué quieres ser de mayor?, realizada a 2.000 niños, coincide con el estudio “La jerarquización de los valores en la escuela”, del que es coautora Beatriz Becerro de Bengoa. Según éste, los valores más relevantes para los niños son el reconocimiento y la benevolencia. La psicóloga afirma que el resultado de la encuesta Adecco-fundación Adecco va en esa dirección: ” la profesión más deseada por parte de las niñas es sin duda la enseñanza, que está directamente relacionada con la benevolencia, con la ayuda a los demás, siguiendo además un modelo claramente significativo en su vida cotidiana que les aporta bienestar. Por otro lado, los niños han optado por el reconocimiento: ser futbolista o policía supone ser admirado por los demás e implica un renombrado reconocimiento por parte de la sociedad”.
Fuera de la tónica general, también hay niños que quieren seguir a sus ídolos y ser cantantes, modelos, actores, bailarines, famosos e, incluso, luchadores de pressing catch; otros sorprenden con profesiones de lo más modernas como tuneador de coches, probador de videojuegos, timbaler (percusionista) o rapero. Por último, hay algunos con aspiraciones muy dispares que van desde el niño de 8 años que quiere ser sacerdote, al de 13 que quiere ser francotirador, o el de 8 cuya vocación es ser estafador. Por último, destaca un solo niño de Castilla La Mancha de 10 años que quiere ser presidente del Gobierno, el único con vocación política y dotes de mando.
En general, es muy curiosa la situación que se da cuando se compara lo que quieren ser de mayores con la profesión que, según ellos, les parece más “chula”. La diferencia sobretodo estriba cuando se comparan los dos grupos de edad: casi la mitad de los más pequeños de entre 4 a 10 años coincide en la elección y quiere ser de mayor lo que en realidad más le gusta. Sin embargo, entre los mayores de 11 a 17, el porcentaje disminuye hasta el 31,2 %. De modo que mientras los más pequeños sueñan con ser pilotos de carreras, astronautas, o amazonas, los mayores resultan atraídos por estas profesiones, pero, sin embargo, no son las más elegidas para sus futuras carreras profesionales. Ellos prefieren ser policías, ingenieros, médicos o profesores. Esta decisión puede estar guiada por el mundo de fantasía en el que viven aún los niños de entre 4 a 10 años y las dosis de mayor realismo que empiezan a guiar las decisiones de los que tienen entre 11 y 17 años.
¿Creen nuestros hijos que el dinero da la felicidad?
La respuesta es NO para el 75 % de los niños españoles, una opinión abrumadora que revela cómo la vocación de los futuros trabajadores españoles parece estar por encima de un sueldo opulento. Esta es la principal novedad de la 4º edición de la encuesta ¿Qué quieres ser de mayor?, elaborada por la empresa de RRHH Adecco y su Fundación a más 2.000 niños con y sin discapacidad de entre 4 a 17 años de toda España.
Otra de las conclusiones más interesantes de la encuesta es que los niños ya no quieren ser como sus padres, pero en cambio sí que les gustaría que sus hijos siguieran sus pasos profesionales. Este año hemos querido averiguar no sólo cuáles son las aspiraciones de los futuros trabajadores de España, sino también, la profesión que les gustaría que ejercieran sus hijos. Suposiciones aún muy lejanas en el tiempo, pero que desvelan una forma de pensar diferente a la de sus progenitores, dejando en evidencia una clara brecha generacional.
La vocación por encima del sueldo
Adecco y la Fundación Adecco han querido dar respuesta a una de las preguntas más complicadas sobre el futuro de nuestros hijos: ¿Cómo se plantean los niños su futuro profesional en un mundo marcado por el consumismo y el materialismo? Cuando se les planteó a los 2.000 niños encuestados qué era más importante para ellos, si un trabajo que les gustara o ganar mucho dinero, el 75 % respondió rotundamente la primera opción, prueba de que para los niños españoles la vocación es más importante que un sueldo elevado. Por el contrario, un 19,8 % antepone el salario a la vocación y un 5,3 % dice que ambas condiciones son igual de importantes.
Si analizamos estas respuestas por sexos, se comprueba cómo el porcentaje de niñas que priorizan la vocación asciende hasta el 81,4 %, frente al 68 % de niños, de hecho, uno de cada cuatro niños aspira a ganar mucho dinero aunque no ejerza una profesión que le guste. Este porcentaje, en cambio, desciende hasta el 14,8 % en el caso de las niñas, que reflejan una orientación más vocacional en sus carreras profesionales.
Según la psicóloga Beatriz Becerro de Bengoa, para interpretar estas respuestas es conveniente valorar el contexto en el que se encuentran los niños. Sin embargo, es previsible que el interés por hacer lo que a uno le gusta ocupe un lugar privilegiado tanto para los pequeños como para los adolescentes:”Quizás los más pequeños empujados por la impulsividad egocéntrica para satisfacer sus intereses y los mayores ávidos de encontrar una salida dentro del mundo de confusión e inconformismo en el que se encuentran sumergidos”, explica la psicóloga. Esto, añadido a la enorme dificultad para ejercer la profesión a la que se dedican años de preparación, es motivo más que suficiente para elegir una profesión que realmente les interese dejando en un segundo plano el afán por ganar mucho dinero.
Generaciones con su propia vocación
Es curioso comprobar cómo los niños de hoy en día están creciendo en un ambiente en el que la libertad de elección impera en su toma de decisiones. En generaciones anteriores, la elección de la profesión a ejercer de un hijo podía estar ciertamente supeditada a la de sus padres o por una tradición familiar. Las sagas de médicos, abogados o militares pueden estar en vías de extinción, según los datos extraídos de la encuesta ¿Qué quieres ser de mayor? de Adecco y Fundación Adecco.
Tan sólo un 5,4 % de los más de 2.000 niños encuestados quiere ser lo mismo que sus padres, cifra que incluso ha caído con respecto a las respuestas del año pasado, cuando el porcentaje era del 7,8 %. Para la psicóloga Becerro de Bengoa, el hecho de que los más pequeños no quieran seguir los pasos profesionales de sus progenitores, está ligado a la edad, puesto que ” a medida que el niño va creciendo, va modificando su modelo a imitar, y pasa de querer ser como papá o mamá a seguir modelos más sociales, como puedan ser los deportistas más televisivos del momento”. Además, según la psicóloga este fenómeno evolutivo unido a la falta de conciliación familiar-laboral que impide a los padres pasar tiempo en casa con sus hijos, puede provocar que la reacción inmediata de los niños sea descartar automáticamente la profesión de sus progenitores.
Si analizamos las preferencias por sexo, se comprueba que son el doble de niños que de niñas los que quieren imitar a sus padres: en concreto, un 7 % de los niños desea ser como sus padres, frente a un 3,9 % de las niñas.
De la misma manera, es el padre el que suele representar la figura profesional a elegir, puesto que el 82,3 % de los niños quiere ser como él y un 55 % de las niñas también. ¿Las profesiones elegidas para continuar la saga? Profesor, médico y conductor, elegidos por un 20 %, 10 % y 7,5 % de los hijos.
Pero mientras que el porcentaje de niños con la misma vocación que sus padres desciende, este año se ha revelado una curiosa situación: un 20,4 % de los niños quiere que sus futuros hijos ejerzan su profesión, cifra cuatro veces superior al porcentaje de los niños que quieren ser como sus padres. Sin embargo, también existe una importante cantidad de niños, un 17,5 % del total, que ha respondido que le gustaría que sus hijos fueran lo que ellos decidieran.
Beatriz Becerro de Bengoa interpreta estas respuestas teniendo en cuenta que una vez el niño ha elegido su profesión, considera que ésta es la más correcta y por tanto, es la misma que elige para sus hijos. No obstante, la psicóloga hace hincapié en la edad, añadiendo que a partir de los 7 u 8 años, tras el desarrollo de la capacidad de abstracción y decisión del niño, se produce un cambio de actitud social, dando lugar a la comprensión de términos como libertad y respeto. Por tanto, no es de extrañar que un 24,4 % de los niños de 11 a 17 años conteste ante la pregunta sobre el futuro de sus hijos ” lo que ellos elijan”, mientras que sólo lo hace un 9 % de los pequeños de 4 a 10.
Y en general, ¿qué quieren que sean sus hijos? Los niños lo tienen claro: un 12,5 % de ellos quiere que sus hijos sean futbolistas, un 9,3 % que sean policías y un 6,9 % médicos. Parece que las sagas de abogados o militares podrían dejar paso a la de los futbolistas, si bien que se repita un Cristiano Ronaldo en una misma familia puede ser bastante complicado. En definitiva, parece importante la influencia de la televisión en estos niños que desean para sus hijos un futuro profesional marcado por la notoriedad social.
En cambio, un 12,5 % de las niñas quiere que sean médicos, un 11,6 % profesores y un 5,18 % veterinarios. En el caso de las niñas, las profesiones más elegidas son las tradicionales y relacionadas con la benevolencia y cuidado a los demás, en lugar del reconocimiento social.
Comprometidos con el trabajo, pero sin descuidar a su familia
Los expertos de empleo hablan mucho de la importante brecha generacional que se está abriendo en las empresas, especialmente desde que se produjo la incorporación de la Generación Y al mercado laboral. La manera de percibir y entender el trabajo ya no es la misma, y por tanto, tampoco los valores asociados a él.
Aunque aún no es posible descifrar cuáles serán los valores de la futura generación, sin clasificar aún con ningún nombre, podemos ver ciertas similitudes con la Y: se están educando con la tecnología y la TV y esperan respuestas inmediatas. Igualmente, se aprecia que el valor del ocio y la familia también está en alza entre ellos, y lo demuestran sus respuestas. Sin embargo, habrá que ver si se cumple otro de los valores que dicen diferenciar a la Generación Y, que es la decadencia del valor del esfuerzo.
¿Por qué? Cuando se les pregunta a los 2.000 niños si estarían dispuestos a trabajar lo necesario e incluso hacer horas extras, o si por el contrario trabajarían sólo las horas firmadas en el contrato, la respuesta es casi unánime: el 77,4 % de los niños está decidido a trabajar lo necesario, frente al 22,6 % que dice que no hará horas extras. Esto podría reflejar que los niños parecen estar comprometidos con su trabajo y que entienden lo que supone realizar un esfuerzo por algo como es su profesión, con la que se sienten responsables. Incluso, se puede observar que el grado de compromiso apenas varía entre los sexos y las edades, puesto que el porcentaje en todos los casos es superior al 75 % de los encuestados.
Pero si vemos que los niños de hoy en día parecen ser responsables con su trabajo, aún lo son más con su familia, a la cual sitúan por encima no sólo de éste, sino incluso de un gran sueldo. Y es que casi el total de los encuestados tiene claro el papel que juega la familia en sus carreras profesionales, puesto que el 89 % de ellos prefiere pasar más tiempo con su familia que ganar mucho dinero.
La lectura de esta contundente respuesta, según la psicóloga Becerro de Bengoa, se basa en: ” los niños no se debaten entre el dilema trabajo o familia, para los pequeños está claro que existe una dependencia absoluta. Y para los mayores, esta independencia, a pesar de lo que se intente aparentar, no es un valor prioritario. La dependencia de los pequeños y la pseudodependencia de los más mayores se traduce en esa necesidad de pasar más tiempo con la familia. Muchas de las conductas agresivas de los niños son llamadas de atención provocadas por esa falta de tiempo al lado de sus familiares. Esta situación la entienden como socialmente establecida pero no dejan de revelarse contra ella”.
Conscientes de la importancia de los idiomas
En la sociedad actual todos los adultos somos conscientes de que los idiomas son fundamentales para poder acceder a un empleo y progresar en la carrera profesional. Una condición que parece que estamos inculcando a nuestros hijos habida cuenta de que el 70,8 % de los niños encuestados dice que saber idiomas puede ayudar a encontrar un trabajo, frente al 11,6 % que opina que no y el 17,6 % al que le da igual.
Por grupos, parece que entre las niñas el porcentaje de importancia de los idiomas asciende ligeramente hasta el 72,4 %, frente al 69,1 % de los niños, mientras que para los mayores también es más trascendental que para los más pequeños, siéndolo para el 73,5 % de los primeros, frente al 67,9 % de los segundos.
Además, también se les preguntó por la lengua que según ellos es la más importante. Y dentro del ranking de las mencionadas, destaca el inglés, con un 83,19 % de respuestas, seguida de lejos por el francés, con el 5,4 %, entre otros más minoritarios como el chino, el alemán y el ruso.
Familiar y ociosa jubilación
Adecco y la Fundación Adecco se plantearon ir más allá en el tiempo y preguntar a los 2.000 niños encuestados sobre su última etapa de la vida: la jubilación. Pregunta que para los más pequeños resultaba más que lejana, incomprensible, pero que les resultó muy fácil de responder cuando se les puso el ejemplo de sus abuelos. ¿Qué hacer cuando ya no tengan que trabajar más y disfruten de todo su tiempo para ellos mismos?
Las respuestas han sido infinitas y muchas disparatadas, pero entre todas ellas, se han repetido de manera sistemática tres: cuidar a la familia, hacer “nada” y viajar. La familia vuelve a estar en el centro de la vida de los niños, puesto que el 40,7 % de las niñas y el 30,7 % de los niños aseguran que cuando se retiren, se dedicarán a cuidar de su familia. En segundo lugar, la actividad más mencionada entre los niños para su jubilación resulta ser la más ociosa de todas: “el no hacer nada”, para el 20,8 % de los niños y el 13,36 % de las niñas. Y es en la tercera opción más elegida de los niños donde existe una importante diferencia entre sexos: el 8,3 % de los niños quiere dedicarse a viajar por el mundo, mientras que el 13,3 % de las niñas se dedicará a las tareas domésticas, actividad que sólo un 3,6 % de los niños ha mencionado.
Pero no todos los niños apuestan por estas actividades más comunes, sino que hay quienes aprovecharían su tiempo libre durante la vejez para ir a balnearios, jugar a la Play Station, hacer jarras de arcilla o hacer manualidades. Otros niños son más nostálgicos, como uno de 11 años que quiere ser actor y cuando se jubile quiere dedicarse a contar todas sus peripecias en un libro, o el de cinco años que invertirá todo su tiempo libre en “jugar con los juguetes de cuando era pequeño”.
También los hay muy activos y harán “todo aquello que siempre quise hacer”, saldrán mucho de fiesta, montarán un negocio o incluso aprenderán un nuevo oficio. Otros no se querrán jubilar nunca, como el niño de 10 años que quiere ser presidente del Gobierno, o el arqueólogo que quiere ser misionero cuando se retire. Por último, también los hay que cuando se jubilen “no quieren ser viejos” y “vivir sin preocupaciones”.
3ª edición de la encuesta ¿Qué quieres ser de mayor?
Se repiten y consolidan las aspiraciones profesionales de los más pequeños. Así, en el caso de los niños predominan los trabajos relacionados con el deporte (un 23,8 %), seguidos por la seguridad (9,8 %) y las ciencias (8,4 %). En el caso de las niñas, sus intereses están orientados hacia la enseñanza (21,7 %), la sanidad (20,2 %) y el mundo de los animales (12,6 %). Entre el ranking de profesiones más deseadas por los niños, siguen triunfando aquéllas relacionadas con la notoriedad y el prestigio. Así, al 16,5 % de los encuestados le gustaría ser futbolista, mientras que un 5,6 % preferiría ser profesor. En tercer lugar, el 5 % ve en la profesión de ingeniero el futuro profesional ideal al que le gustaría dedicarse cuando sea mayor. En el caso de las niñas, las diferencias con respecto al género contrario son bastante notables. Sus deseos profesionales van más encaminados a la ayuda a los demás, y por ello no es de extrañar que, un año más, la profesión de profesora sea, con el 19,8 %, la favorita de las más pequeñas, seguida de doctora (10,5 %) y veterinaria (9,8 %). Estos resultados coinciden con el estudio “La jerarquización de los valores en la escuela”, del que es coautora Beatriz Becerro de Bengoa. Según éste, los valores más relevantes para los niños son el reconocimiento y la benevolencia. La psicóloga afirma que el resultado de la encuesta Adecco-fundación Adecco va en esa dirección: “la profesión más deseada por parte de las niñas es sin duda la enseñanza, que está directamente relacionada con la benevolencia, con la ayuda a los demás, siguiendo además un modelo claramente significativo en su vida cotidiana que les aporta bienestar. Por otro lado, los niños han optado por el reconocimiento. Ser futbolista o policía supone ser admirado por los demás e implica un renombrado reconocimiento por parte de la sociedad”. Existen también, aunque en menor medida, algunas profesiones curiosas o llamativas a las que los niños y niñas encuestados les gustaría aspirar. Así, entre ellos llaman la atención trabajos como probador de videojuegos, astronauta, capitán de barco, detective o superhéroe, mientras que las profesiones más curiosas de ellas serían preparadora de bodas, modelo, ministra o, incluso, princesa. Niños discapacitados
Por su parte, Las aspiraciones profesionales de los niños españoles con discapacidad se resumirían en una sola: encontrar la oportunidad de poder acceder a un empleo, que les permita estar cerca de su familia y el cual no abandonarían si la empresa les diera la oportunidad de sentirse realizados. Las dificultades que este colectivo encuentra a la hora de incorporarse al mundo laboral, hace que sus expectativas sean diferentes al del resto de los niños, así como su compromiso con la empresa. Ellos no desean ser futbolistas o profesoras, sino que aspiran a un trabajo en el que puedan realizarse. Por ello, se muestran muy agradecidos y leales a la compañía que les da esa oportunidad, anteponiendo sobre esto cualquier otra elección como pudiera ser el dinero o el prestigio. Ésta es una de las principales conclusiones extraídas de la 3ª edición de la encuesta ¿Qué quieres ser de mayor? elaborada por Adecco-fundación Adecco. La consultora de recursos humanos y su Fundación han decidido dar voz a las expectativas y deseos de los niños que tienen alguna discapacidad, y gracias a la colaboración de numerosos centros educativos, centros ocupacionales y fundaciones ha sido posible recoger la información para obtener una radiografía sobre las esperanzas y aspiraciones que tienen los niños y niñas con diferentes tipos y grados de discapacidad (física, sensorial, psíquica, intelectual y psicológica) una vez que terminan sus estudios. Además, como otros años, la encuesta ¿Qué quieres ser de mayor? a entrevistado a 1.500 niños de toda España, de edades comprendidas entre los 6 y 17 años, a través de la Fundación Ecomar, creada por la bicampeona olímpica de vela Theresa Zabell para acercar el mundo del mar y el medio ambiente a los más pequeños. Así, ha sido posible comprobar que en el plano de las inquietudes y deseos, los niños con y sin discapacidad comparten las mismas preocupaciones: la pobreza, la guerra, el medio ambiente y la violencia de género. Las nuevas generaciones parecen estar más concienciadas que los adultos de los problemas globales que amenazan al mundo. Los niños con discapacidad aspiran a conseguir empleos relacionados con las ciencias (18,64 %), seguidos por los de atención al cliente (16,95 %) y las letras (8,47 %), mientras que las niñas tienen sus preferencias orientadas hacia la atención al cliente (28,57 %), la enseñanza (14,29 %) y la sanidad (10,71 %). Resulta curioso destacar cómo las opciones prioritarias de las personas con discapacidad no son trabajos con un perfil altamente cualificado, posiblemente porque saben que los requisitos que exigen las empresas a las personas con discapacidad para acceder a puestos de responsabilidad son mucho mayores. En consecuencia, se puede decir que la prioridad de las personas con discapacidad no es un determinado trabajo sino la oportunidad de poder acceder a un empleo. De mayor quiero ser…
En cuanto a las profesiones más deseadas o “chulas”, los niños se decantan por las relacionadas con el mundo del deporte (8,09 %), las artes escénicas (5,88 %) y las ciencias (5,15 %). A un 11,11 % de los niños con discapacidad les gustaría ser futbolistas, a un 6,06 % ser informático y a un 5,05 % dedicarse a la enseñanza. Si se observa el ranking de las niñas se puede apreciar como al 10,81 % le gustaría ser actriz, seguido de cooperante (8,11 %) o empresaria (8 %). El contraste con los niños es cuanto menos curioso, puesto que mientras a ellos les gustaría ser grandes estrellas del deporte a ellas desearían ayudar a los más necesitados o ser mujeres emprendedoras.