Cuidado si pides una tarjeta de crédito, porque los estafadores están al acecho del buzón de tu domicilio
La Policía Nacional ha detenido a cinco estafadores por defraudar más de 70.000 euros con tarjetas de crédito robadas en buzones. Forzaban los buzones de las víctimas para obtener información como nombre, dirección, teléfono, estado civil, nómina, ingresos anuales, e-mail, número PIN… Después, elaboraban un “informe” con el que telefonear a entidades bancarias y, suplantando la identidad de las víctimas, solicitar una tarjeta de crédito que igualmente era sustraída del buzón. Con la nueva tarjeta en su poder, los detenidos le daban uso hasta agotar el saldo e incluso solicitaban una ampliación del límite de gasto. En la vivienda del líder del grupo, los agentes se han incautado de numerosos “informes” de víctimas y más de 50 juegos de llaves para acceder a los portales.
Me han robado la tarjeta de crédito, ¿qué tengo que hacer?
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Madrid a cinco estafadores por defraudar más de 70.000 euros con tarjetas de crédito robadas en buzones. Los arrestados obtenían información de las víctimas a través de la correspondencia de los buzones y, posteriormente, elaboraban un informe para suplantar su identidad y solicitar una tarjeta de crédito. Con la tarjeta en su poder, realizaban las extracciones de efectivo hasta agotar el saldo. Hasta el momento se les imputan 22 estafas con las que habrían defraudado más de 70.000 euros.
La investigación comenzó el pasado mes de abril. Varias denuncias ponían en conocimiento de los agentes la comisión de diversas estafas que reunían unas características comunes: estafas cometidas con tarjetas de crédito que los titulares desconocían haber solicitado y habían sido obtenidas tras su sustracción en los buzones de los domicilios de las víctimas.
Tras varias gestiones con entidades financieras, los agentes pudieron constatar la existencia de numerosas denuncias por fraudes con tarjetas. En todos los casos el “modus operandi” era el mismo y el lugar de sustracción en los buzones era, principalmente, el madrileño distrito de San Blas.
Del estudio de la información recopilada por las entidades financieras así como de las denuncias interpuestas por los perjudicados y por los responsables de los establecimientos en los que se realizaban las operaciones fraudulentas, los agentes establecieron el procedimiento que los detenidos seguían para realizar las estafas.
En primer lugar, y tras sustraer la correspondencia de los buzones de las viviendas, obtenían gran cantidad de información sobre los titulares: número de cuentas bancarias, tarjetas de crédito, teléfono, domicilio, declaraciones de la renta… Posteriormente suplantaban la identidad de sus verdaderos titulares y se ponían en contacto telefónico con las entidades bancarias emisoras para solicitar una nueva tarjeta de crédito. Para ello, alegaban la pérdida de la anterior.
Auténticos “informes” de identidad
Los detenidos elaboraban auténticos “informes” de las víctimas con el fin de poder contestar a las preguntas que le hacían los centros de atención al cliente. En estos informes, realizados en relación con la correspondencia que robaban en los buzones, figuraba el nombre, dirección, teléfono, número de tarjeta de crédito, número PIN, nómina, ingresos anuales, puesto de trabajo, nombre de familiares, dirección de correo electrónico…
La entidad emisora enviaba entonces una nueva tarjeta que igualmente era sustraída del buzón por los detenidos en los días posteriores. Con ella en su poder, los arrestados realizaban reintegros y extracciones de efectivo. En ocasiones, antes de que el titular legítimo detectara los movimientos ilícitos, los arrestados llegaban a llamar nuevamente a las entidades para ampliar el límite de la misma.
Finalmente los agentes identificaron a los cuatro presuntos estafadores. El cabecilla del grupo, Alberto M. A, era el encargado de acceder a los portales de las viviendas y, mediante un utensilio alargado, conseguía extraer la correspondencia del buzón. Junto a él, y realizando funciones de vigilancia, siempre le acompañaba Francisco Javier N. M.
Con los datos obtenidos, los otros tres arrestados se encargaban de llamar a las entidades bancarias así como del uso fraudulento de las tarjetas.
“Informes” y juegos de llaves intervenidos
Una vez identificados y localizados los estafadores, los agentes establecieron un dispositivo policial que culminó con su detención. Con la preceptiva autorización judicial, se practicó un registro en la vivienda del cabecilla, donde han sido incautados numerosos informes de personas en los que se reflejaban todos sus datos personales. En algunos de ellos, en los que debían ampliar mas información de la que disponían, figuraba el epígrafe “investigar” junto al nombre.
Igualmente, los investigadores han intervenido más de 50 juegos de llaves identificados con la calle y el número del portal al que pertenecían. Los agentes han podido constatar que proceden de robos en bolsos con la correspondiente documentación. Los arrestados los guardaban para ser utilizados en el acceso a los portales y así sustraer la correspondencia.
Hasta el momento se han esclarecido 22 hechos delictivos, aunque la investigación sigue abierta. Una vez analizada toda la documentación obtenida no se descarta que los arrestados estén implicados en otros hechos similares. La investigación ha sido realizada, de manera conjunta, por el Grupo de Policía Judicial de la Comisaría de San Blas-vicálvaro, perteneciente a la Jefatura Superior de Policía de Madrid, y el Grupo I de Medios de Pago de la UDEF Central de la Comisaría General de Policía Judicial.