Cuatro de cada 10 operaciones ya no requieren de ingreso hospitalario
En apenas cuatro años, la actividad quirúrgica ambulatoria se ha incrementado un 36 %, representando en la actualidad el 45 % de todas las operaciones llevadas a cabo en los Servicios de Cirugía de los hospitales españoles. Su popularización es fruto de los avances en los procedimientos de anestesia y la aparición de técnicas quirúrgicas de mínima invasión. Pese a aportar calidad, seguridad y eficiencia en el proceso operativo, “el desarrollo y evolución de la Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) en los próximos años dependerá, en buena medida, de las decisiones sanitarias en un momento especialmente difícil, marcado por la reducción de costes”, explica el doctor Fernando Docobo, coordinador de la Sección de Cirugía Mayor Ambulatoria de la Asociación Española de Cirujanos (AEC).
Precisamente, sobre el impacto de la crisis económica en el desarrollo e implementación de la CMA en el modelo organizativo hospitalario han debatido estos días más de 1.500 expertos nacionales e internacionales reunidos en el 29 Congreso Nacional de Cirugía.
En opinión del doctor Docobo, “hemos llegado al limite de la cirugía ambulatoria y las circunstancias actuales, paradójicamente, nos debieran de favorecer, si bien, visto desde otra perspectiva, podría parecer que es el momento de que se implante un volumen y actividad mayor del que estamos haciendo. Para eso, prosigue, “hay que cambiar las estrategias de los sistemas sanitarios y tiene que haber personas que crean que estas vías de trabajo, generalmente, solucionan los problemas clínicos actuales con menos recursos y con la misma eficiencia frente a los procedimientos tradicionales”.
Más seguridad, menos costes
La cirugía sin ingreso reduce entre un 35 % y un 50 % los costes hospitalarios frente al procedimiento tradicional. Al tratarse de una intervención de corta duración y no requerir de hospitalización, su empleo disminuye el riesgo de contraer infecciones hospitalarias y favorece la recuperación postoperatoria. “Los gastos fijos son los mismos, pero se ahorra en turnos de enfermería, tiempos de estancia, recuperación y atención del paciente que, en este último caso, pasan a ser responsabilidad del médico de Atención Primaria. En este sentido, el coste se incrementa en Primaria, pero no como si se tratara en el centro hospitalario”, según explicado el doctor.
Lejos de cuestiones economicistas, la principal ventaja que ofrece la CMA es la pronta y rápida recuperación del paciente cómodamente en casa, sin necesidad de ingreso hospitalario, aportando seguridad y eficacia al procedimiento. Por lo general, el paciente recibe el alta en el mismo día de la operación, continuando su recuperación cómodamente en casa. “Si se aplican correctamente los estándares y recomendaciones para este tipo de intervenciones, entonces sí ahorramos recursos y evitamos complicaciones. Si no se cumplen, al final todo sale más caro y lo que parece más barato a priori no lo es tanto”, aclara el coordinador de la Sección de CMA de la Asociación Española de Cirujanos.
Por otra parte, prosigue el doctor Docobo, “el paciente recibe un trato más directo y personalizado, con una rápida recuperación tras la intervención y sin apenas alterar su vida familiar y social. Al mismo tiempo, el personal sanitario goza de una mayor implicación en lo que respecta a las indicaciones, técnicas y control de resultados”.
Menos infecciones
En el ámbito hospitalario, la cirugía ambulatoria disminuye el riesgo de contraer una infección derivada del ingreso. “Al acortar el tiempo de estancia, disminuye de modo importante el riesgo de infecciones nosocomiales, que son un tipo de infecciones particularmente peligrosas, al ser habitualmente causadas por microorganismos resistentes a múltiples antibióticos”, explica a su vez el doctor Javier Arias, coordinador de la Sección de Infecciones Quirúrgicas de la AEC.
En comparación con la cirugía con ingreso, el grado de contaminación de la intervención es habitualmente más bajo y los pacientes presentan una morbilidad preoperatoria inferior; una cuestión a tener en cuenta a la hora de priorizar el uso de la CMA, tal y como afirma este experto, puesto que las infecciones quirúrgicas siguen siendo una de las principales causas de mortalidad como consecuencia de una cirugía. “La tasa de infección quirúrgica constituye de hecho un importante indicador de calidad de la ambulatorización”. Además, de una mayor morbilidad entre los afectados, el tiempo medio de estancia hospitalaria se alarga entre 7 y 14 días. Esta situación conlleva a su vez un incremento de los costes hospitalarios, “duplicando los costes derivados de la estancia hospitalaria y triplicando los costes variables resultado de procedimientos y fármacos”, aclara el doctor Arias.
Medidas preventivas
Entre las variables que influyen en un mayor riesgo de desarrollar una infección quirúrgica, el doctor Arias señala el grado de contaminación de la intervención (clasificado en limpia, limpia-contaminada, contaminada y sucia), su duración y el estado del paciente en el preoperatorio. Entre las medidas preventivas a tener en cuenta, en su opinión juega un papel importante “la utilización de una técnica quirúrgica cuidadosa por parte del cirujano, aunque también tiene importancia una adecuada profilaxis antibiótica y una actuación profesional por parte del personal sanitario que atiende el postoperatorio. En este sentido, un elemento crucial que continúa descuidándose más de lo debido es el lavado de manos antes y después de atender a un paciente”.