Cuáles son los niveles normales de glucosa en sangre
La glucosa en la sangre tiene un papel esencial en el organismo, puesto que es la encargada de proporcionar la energía suficiente a los músculos, nervios y órganos, entre ellos, el cerebro. Una carencia de este tipo de azúcares puede desembocar en una hipoglucemia y un exceso de glucosa en problemas para la salud por posible obstrucción o dificultad de circulación de la sangre por las arterias.
Junto con el nivel de azúcar, también es importante llevar el control del nivel de oxígeno en sangre recomendado. Esto es posible a través de la medición de la saturación de oxígeno en sangre.
Por todo ello, mantener unos niveles saludables y adecuados de azúcar en sangre es crucial, sobre todo, para aquellas personas que sufren diabetes. Y una de las formas más fáciles y sencillas de hacerlo es comprar un glucómetro para controlar el azúcar en sangre de forma habitual desde casa. ¿Pero, cuáles son los niveles normales de glucosa en sangre? A continuación puedes consultar cuáles son los datos medios que se consideran saludables para que puedas interpretar la lectura de datos que te aparezca en la máquina de medición.
Contenido de la información:
Cómo controlar el aporte de glucosa en sangre
Los niveles de glucosa que cada persona tiene en sangre dependen, en gran medida, del tipo de alimentación. Porque los azúcares que se ingieren con las comidas se transforman en el organismo a través del metabolismo y se convierten en lo que se conoce como glucosa.
Esta glucosa tiene un papel fundamental en el organismo porque es la encargada de proporcionar energía suficiente a músculos, órganos y nervios. Sin ella, el organismo no puede funcionar bien de forma general y, entre los síntomas que se experimentan, destacan la somnolencia, cansancio y fatiga excesivo, lentitud, irritabilidad y hasta visión doble o dolores de cabeza continuados.
Cuáles son los niveles normales de glucosa en sangre
Antes de fijarse solo en un número, hay que tener en cuenta que los niveles de glucosa en sangre varían a lo largo del día. Por ejemplo, tras cada comida aumenta y, pasada la digestión, aproximadamente a las dos horas, disminuyen. Por ello, a la hora de saber si tienes un buen nivel de glucosa en sangre, uno de los aspectos más importantes es el momento elegido para hacer la medición.
Lo más recomendable es tomarse los niveles de azúcar nada más levantarse y en ayunas. En estas situaciones, tras haber pasado toda la noche sin ingerir ninguna comida, los niveles normales que deben aparecer en el glucómetro para considerarse un valor medio son los siguientes:
- Entre 70 y 100 miligramos por decilitro
En el caso de tomar la medición dos horas después de cada comida, por ejemplo, a media tarde, los niveles normales pueden ser algo superiores, pero de manera general, se considera un valor normal y medio la medición que se sitúe por debajo de los 140 miligramos por decilitro de azúcar en sangre.
Tabla con los niveles de glucosa en ayunas
De forma más específica, según el Centro para el control y la prevención de enfermedades de Estados Unidos, un rango normal de azúcar en sangre para una persona que se realiza la medición en ayunas se encuentra, como máximo, en los 99 miligramos por decilitro o menos. En el caso de que la medición se encuentre entre los 100 y 125 mg/dl, pueden ser síntoma de que tiene glucemia basal alterada, más conocido como prediabetes, y los de 126 mg/dl o mayores indican que tiene diabetes.
Hay que tener en cuenta que el término ayunas entiende que la persona que se toma la medida lleva, al menos, 8 horas sin ingerir nada. Puedes consultar más detalles acerca de las recomendaciones del Centro para el control y la prevención de enfermedades de Estados Unidos sobre la glucosa en sangre desde la web oficial del CDC.
A pesar de estos datos generales, lo recomendable es tener un diagnóstico y control de un médico si tienes los niveles ligeramente alterados de la glucosa. Porque en los resultados que pueden aparecer en los dispositivos de medición influyen también otros aspectos, como la edad, el estilo de vida, medicación, estrés o afección médica.
En cualquier caso, es fundamental porque este indicador sirve, además de para controlar la diabetes o incluso diagnosticarla, para reducir el riesgo de padecer enfermedades o complicaciones de la salud.
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