Crisis del alquiler en Barcelona: la ciudad pierde otras 9.300 viviendas en tres meses
La oferta de viviendas en alquiler en Barcelona ha sufrido un desplome sin precedentes, con la pérdida de 9.284 inmuebles disponibles en alquiler en solo tres meses. Este dato, recogido en el Barómetro del Alquiler del Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, sitúa a la capital catalana como el epicentro de una crisis que afecta al mercado inmobiliario de todo el país al multiplicarse cada vez más la presión de la demanda sobre la vivienda disponible en alquiler.
La declaración de Barcelona como zona tensionada, junto con las políticas de control de precios, ha llevado a muchos propietarios a retirar sus viviendas del mercado residencial. Esta situación ha disparado la presión de la demanda hasta niveles récord elevando los precios de los alquilers.
Además, casi 400 personas se interesan por cada inmueble disponible en un plazo de diez días. Es decir, unas 400 personas compiten por cada vivienda en alquiler en Barcelona, una presión inédita que se agrava por la constante retirada de inmuebles del mercado residencial. Según el Observatorio, “las políticas actuales están llevando a muchos propietarios a buscar alternativas al alquiler, desestabilizando el mercado aún más al incrementar el desequilibrio entre oferta y demanda”.
En términos relativos, Barcelona lidera la caída nacional de oferta, que en total retrocedió 27.732 viviendas en el último trimestre. Esta tendencia está desestabilizando el mercado y empujando a inquilinos a buscar alternativas fuera de la capital catalana, incrementando también la presión en provincias cercanas como Girona, que pasó de 66 interesados por vivienda a 94 en el mismo periodo.
Con un precio medio de alquiler de 1.604 euros mensuales, Barcelona se posiciona junto a Baleares como una de las provincias más caras de España. Este dato refleja un mercado tensionado que, a pesar de las medidas de regulación, no ha conseguido estabilizarse.
Además, la escasez de oferta está elevando la presión en provincias cercanas a grandes ciudades. Girona, por ejemplo, pasó de tener 66 interesados por vivienda a 94 en este trimestre, debido a la huida de inquilinos de Barcelona hacia áreas más accesibles económicamente.
En el País Vasco
El País Vasco también muestra señales de alarma. A pesar de no haber declarado zonas tensionadas durante el tercer trimestre, los anuncios de medidas en esta línea ya redujeron la oferta en provincias como Vizcaya y Álava, con caídas del 7,59 % y 6,68 %, respectivamente. En Álava, la presión por vivienda aumentó un 61 % en solo tres meses, pasando de 76 a 123 interesados por inmueble, una situación que podría agravarse tras la reciente declaración de Rentería como zona tensionada.
En cuanto a precios, aunque la media nacional del alquiler se estabiliza en 1.117 euros mensuales, las subidas persisten en provincias como Huelva (+2,08 %) y Toledo (+1,19 %). Las provincias más caras siguen siendo Baleares y Barcelona, donde los alquileres superan los 1.600 euros de media.
El Observatorio concluye que “la combinación de políticas restrictivas y una oferta insuficiente está disparando tanto la presión como los precios del alquiler en muchas zonas del país”.