Conservar el puesto de trabajo es la principal preocupación de los españoles

Conservar el puesto de trabajo es la principal preocupación de los españoles
NOTICIA de Javi Navarro
17.04.2012 - 18:55h    Actualizado 23.03.2023 - 17:19h

Conservar el puesto de trabajo es la principal preocupación de los trabajadores en España, en un 55 % de los casos, y sigue creciendo año tras año, en detrimento del nivel salarial, que pasa a un segundo plano en la escala de prioridades. Sólo un 23 % de empleados españoles creen que encontrarían fácilmente trabajo si pierden su empleo actual. En Alemania, este porcentaje alcanza el 46 %, exactamente el doble que en España.


La sexta edición del Barómetro de Clima Laboral de Edenred – Ipsos ha basado su estudio en seis países: Bélgica, Francia, Alemania, Italia, España y el Reino Unido. La crisis acentúa la disparidad entre los diferentes países de Europa encuestados. Mientras que los españoles se preocupan por mantener el puesto de trabajo, los franceses están más preocupados por su nivel salarial, y los alemanes por el tiempo que dedican al trabajo

Europa muestra tendencias dispares…
En general, la encuesta revela que los europeos están satisfechos con su puesto de trabajo. Los resultados son sin embargo mucho más dispersos que en el 2008 y la valoración de la situación laboral varía considerablemente de un país a otro.

Los trabajadores alemanes, belgas e ingleses se declaran respectivamente un 74 %, 77 % y 63 % satisfechos con su situación laboral. Sólo el 20 % de los alemanes y el 25 % de los belgas confiesan sentirse menos motivados con su trabajo. En contraste con el optimismo de los países del norte, en el sur de Europa la situación económica y los crecientes niveles de desempleo son una fuente de gran preocupación para los empleados.

La principal preocupación profesional de la mayoría de los trabajadores en estos países es “mantener el puesto de trabajo”: el 39 % de los italianos y el 55 % de los españoles afirma que ésta es su principal preocupación, en comparación con el 29 % y 37 % que decía lo mismo en 2008. Como consecuencia, el 40 % de los españoles y el 35 % de los italianos valoran su trabajo como “una seguridad”.

… y los trabajadores de la administración pública muestran una actitud más positiva frente al trabajo
Los funcionarios son los trabajadores que muestran una mejor actitud hacia su trabajo y lo consideran más a menudo como una fuente de placer. Para el 32 % de los belgas y el 38 % de los alemanes en esta categoría, el trabajo es un “placer” mientras que para el 16 % de los españoles y el 20 % de los funcionarios ingleses, el trabajo es además un “motivo de orgullo”.

Este relativo optimismo sale a flote también cuando los empleados miran hacia su futuro, independientemente de su ubicación geográfica. Por lo general la práctica totalidad confía en el futuro de su administración: 85 % en Alemania, el 78 % en Bélgica, el 75 % en el Reino Unido, el 68 % en España y el 65 % en Italia. La única excepción es la de los funcionarios franceses, que se muestran pesimistas. Sólo la mitad confía en el futuro de la administración pública de su país como empleador.

Los trabajadores europeos, más preocupados por su futuro
Para los directivos europeos “el tiempo dedicado al trabajo por los empleados” es una fuente de preocupación creciente. En comparación al 2008, el número de directivos alemanes preocupados por este tema ha crecido más del 16 %, el de los franceses más del 9 %, y el de los españoles más del 6 %.

Debido a la creciente inquietud por los puestos de trabajo, en caso de despido sólo el 43 % de los trabajadores encuestados belgas y el 46 % de los alemanes piensan que podrían encontrar un trabajo comparable al que actualmente tienen rápidamente. Sin embargo, en Italia y España, esta percepción todavía es mucho más pesimista y sólo la demuestra el 23 % de encuestados. Esta tendencia es más frecuente trabajadores de edades comprendidas entre 35 y 40 años, sobre todo en Alemania, Bélgica y Reino Unido. Aún tratándose de una franja de edad en que la cuestión de la empleabilidad comienza a asentarse.

Los españoles mantienen la moral
En un país plagado por el desempleo (22 %), mantener el puesto de trabajo es la principal preocupación (55 %) un porcentaje que ha crecido un + 18 % en los últimos 4 años, y se ha situado progresivamente por encima del nivel salarial (33 %), que ha bajado un 13 % en la escala de prioridades de los españoles, a pesar de que sólo el 35 % de los empleados está conforme con su poder adquisitivo.

El fenómeno es particularmente marcado entre el personal directivo, cuyo miedo les lleva a prestar una atención menor a su carga de trabajo y al equilibrio entre vida profesional y personal.

Ocho de cada diez españoles creen que sería difícil encontrar otro trabajo si fueran a perder el actual. Además, dos tercios de los trabajadores de España se declaran satisfechos con su situación actual, al mismo nivel que los británicos y los franceses.

También, la confianza sobre el futuro y la motivación demostrada ha aumentado y es incluso mayor que en Italia y Francia. Actualmente, sólo el 5 % de trabajadores ven el trabajo como una limitación, mientras que en el 2008 este porcentaje alcanzaba el 24 %. Para la mayoría, un 40 %, el trabajo supone una seguridad, y para un 26 % un orgullo o un placer.

¿Piensas que puedes perder tu trabajo?

Creo que me van a echar de mi trabajo… La mitad de los trabajadores desconoce si podría perder su empleo en los próximos meses. La incertidumbre es tal que el 28 % cree que sí lo podría perder y sólo el 22,7 % opina que lo conservará. Entre los parados, las redes de contactos son el método mejor valorado para la búsqueda de trabajo según el 41,2 % de los parados, y el INEM el peor para el 67 % de ellos. En esta época de crisis, un 77 % de los desempleados aceptaría un trabajo inferior a su formación y experiencia, frente a un 7,2 % que no lo admitiría.

Acabamos de iniciar un nuevo año repleto de incertidumbres y cifras reveladoras que no auguran un final cercano de la crisis durante este 2009. Con la tasa del paro en el 11,3 %, su nivel más alto en cuatro años y medio, y con más de 3 millones de personas sin trabajo, la confianza de los españoles en el mercado laboral no goza de buena salud en el nuevo año que arranca: el 80 % de los parados encuestados opina que la situación de éste es mala y prevé que se alargue uno o dos años, mientras que la mitad de las personas con trabajo encuestadas no están seguras de que lo vayan a mantener este año.

Estas son algunas de las conclusiones de la encuesta realizada por la consultora de recursos humanos Adecco a 1.000 personas, en paro y ocupadas, de toda España sobre su confianza en el mercado laboral para 2009.

2009, un año lleno de incertidumbre
Los españoles con trabajo han comenzado 2009 con buen pie. Disfrutar de un empleo en época de crisis resulta casi un privilegio, privilegio que como tal nunca está asegurado al 100 %. De hecho, un 49,3 % de los trabajadores encuestados por Adecco desconoce si podría perder su empleo en los próximos meses, frente al 28 % que cree que sí lo podría perder y el 22,7 % que no lo cree.

Mientras, los encuestados en situación de paro no creen que podrán encontrar un empleo en poco tiempo: sólo un 9,4 % confía que podrá conseguirlo en menos de un mes, frente al 59,4 % que opina que tardará de uno a seis meses en encontrarlo, el 14,2 % de siete a doce meses y un 17 % que cree que tardará más de un año en lograr un empleo.

De modo que las expectativas de los parados no son muy halagüeñas y esto se refleja en sus aspiraciones a la hora de buscar un empleo: un 77 % de los encuestados aceptaría un trabajo inferior a su formación y experiencia, frente a un 7,2 % que no lo admitiría y un 15,7 % que no lo sabe.

Incluso la falta de ofertas de empleo también hace que los parados amplíen el abanico de posibilidades hasta el punto de que para más de la mitad (55,35 %) de los encuestados le es indiferente el trabajo que consiga, mientras que el 32,39 % busca un puesto similar al que tenía y un 12,26 % prefiere un trabajo diferente tanto en puesto como sector.

Sin embargo, los encuestados que están trabajando se muestran algo más positivos, puesto que un 63,2 % dicen que sí cambiarían de empleo en caso de que no estuvieran satisfechos con el actual, porque creen que podrían conseguir uno mejor, frente al 36,8 % que no dejarían su trabajo porque no confían en poder encontrar otro mejor en estos momentos.

Aún así, la gran mayoría reconoce las dificultades que está provocando la actual crisis en el mercado laboral y si se encontraran en el paro, sus aspiraciones caerían inmediatamente, siendo un 93,5 % de los encuestados los que aceptarían un puesto inferior a su formación y experiencia, mientras un 6,5 % no lo admitiría.

¿Cuánto tiempo durará la crisis?
Ni siquiera los más consagrados gurús de la economía son capaces de responder a esta pregunta. Pero lo que sí que es cierto es la percepción pesimista de la sociedad, la cual sugiere que esta crisis no será pasajera.

El 64,3 % de los trabajadores encuestados valora la situación actual como mala, frente al 3,4 % de estos que lo califica como buena y un 32,3 % que la estima como regular. Para los parados, la situación descrita es aún peor, puesto que para el 80,2 % de ellos es mala, para un 19,5 % es regular y para el 0,3 % es buena. No obstante, ambos colectivos, con o sin trabajo, opinan que la crisis no será temporal: el 62 % del total piensa que durará de uno a dos años, el 32 % que durará más de dos años y sólo el 5 % cree que durará poco tiempo y será cuestión de meses.

Ante la pregunta de qué medidas propondrías para mejorar la actual situación del mercado laboral, las tres sugerencias mayoritarias han sido: ayudar a las empresas para que sigan generando empleo y no lo destruyan, incentivar la contratación indefinida y rebajar los impuestos.

La crisis en casa

En este aspecto, las cifras hablan por sí solas: uno de cada tres trabajadores encuestados tiene a algún miembro de su familia en paro. En concreto, el 58,3 % de los encuestados con familiares en paro tienen a una persona sin trabajar, el 31 % a dos miembros, el 8 % a tres y el 2 % a más de cuatro familiares en situación de desempleo.

Este contexto, junto con la incertidumbre que provoca la crisis a aquellos que aún conservan su empleo, ha llevado a una contención de gastos que no sólo se está produciendo en las empresas: el 79,3 % de encuestados ha asegurado haber recortado su gastos personales para ayudar a su economía doméstica, mientras el 20,7 % dice no haber cambiado sus hábitos de consumo en los últimos meses.

Los más afectados
Evidentemente, las principales víctimas de la crisis son las personas que han perdido su trabajo, que superan ya los 3 millones de personas. Según los encuestados, la destrucción de empleo no se ha centrado especialmente sobre un colectivo en concreto, sino que en opinión del 68,3 % de los encuestados, ha afectado de forma general a todos; por el contrario, el 12,7 % cree que los trabajadores de más edad están siendo los más perjudicados por la crisis, el 8,2 % piensa que son los jóvenes los que más están sufriendo los daños, el 7,9 % dice que los inmigrantes y el 2,8 % opina que las mujeres.

La procedencia de los parados también refleja cómo la ola de la crisis ha cubierto la mayoría de los sectores, siendo las áreas con mayor proporción de parados la construcción, con un 17,9 % de los parados encuestados, la industria, con un 8,2 %, la hostelería, con un 6,9 %, y el comercio, con un 6,8 %.

De igual forma, el paro tampoco ha hecho diferencias entre los trabajadores según su nivel de formación ya que un 31,8 % de los encuestados en situación de desempleo posee formación profesional, el 31,1 % tiene estudios universitarios, el 21,7 % estudios secundarios y el 15,4 % elementales.

Finalmente, este último dato viene a confirmar que la crisis no es un fenómeno reciente sino que sus primeros síntomas han ido apareciendo hace meses: así, del total de los parados encuestados, un 45,9 % lleva en paro de uno a seis meses, el 15,1 % de siete a doce meses el 17,6 % más de un año y el 21,4 % se quedó sin empleo hace sólo un mes.

¿Dónde y cómo buscar empleo?
Y en este entorno de dificultades, ¿dónde y cómo están buscando empleo los parados encuestados? Según el 25 % de ellos, el sector con más posibilidades para encontrar empleo es el de servicios, en concreto en el comercio y la hostelería y comercio, seguido por la industria, la administración pública y las nuevas tecnologías, según el 15 %, el 10 % y el 8 % de los parados encuestados, respectivamente.

Sobre los métodos de búsqueda de empleo, las redes de contactos se sitúan como la vía mejor valorada para encontrar empleo según el 41,2 % de los parados encuestados y el INEM como la peor según el 67 %.

Las consultoras de selección y las empresas de trabajo temporal son valoradas como una forma eficaz de buscar empleo según el 58,8 % y 52,2 %, respectivamente, por encima de los portales de empleo y de los anuncios de prensa, calificados como eficaces por el 48,5 % y 46,5 %, respectivamente. Su vocación de servicio ofreciendo una atención personalizada y alternativas de empleo acordes con las necesidades del candidato, hacen de las empresas de recursos humanos una de las opciones más válidas para los parados a la hora de encontrar un empleo.

Nueve de cada 10 trabajadores haría cualquier cosa para mantener el trabajo

El 92 % de los empleados a nivel internacional y el 94 % de los españoles dice que haría cualquier cosa para mantener el trabajo y satisfacer los requisitos de sus jefes. Y, sin embargo, el 45 % de los españoles teme no poder asumir sus tareas laborales a su debido tiempo por la elevada carga de trabajo, hecho que se refleja en una mayor exigencia de competencias: En las digitales, el 86 % a nivel internacional y el 85 % en nuestro país; en habilidades sociales, un 73 % y un 75 %, respectivamente; y tanto en formación como en experiencia las cifras coinciden con un 76 % de media internacional y un 78 % en España. Nueve de cada diez trabajadores españoles cree que se le exige más que hace cinco años.

Elaborado a partir de 14.000 encuestas realizadas en 32 países, el informe Randstad Workmonitor se consolida como uno de los más relevantes en el mercado por volumen de la muestra. En su nueva oleada, correspondiente al tercer trimestre de 2013, recoge las claves de las expectativas laborales de los trabajadores a nivel general y también específicamente en lo que se refiere a trabajo temporal, jóvenes y personas mayores.

Según el estudio, casi nueve de cada diez a nivel internacional (86 %) sienten que sus empleadores les exigen unas habilidades y competencias más altas que hace cinco años, especialmente en China (94 %), Malasia (93 %) y Brasil (93 %). En cuarta posición se encuentra España, que lidera el ranking europeo con un 91 %. A la cola internacional se sitúa Hungría, citando solo un 66 % de los encuestados notar este cambio de exigencias.

En el informe también se detallan los porcentajes internacionales y los referidos a nuestro país sobre la visión de los trabajadores sobre la importancia que los empleadores dan a las diversas tipologías de competencias y habilidades, siendo las medias de todos los países muy similares. Así, cuando se trata concretamente de competencias digitales, el 86 % de los trabajadores en todo el mundo y el 85 % en España aseguran que sus empleadores son más exigentes en esta materia que hace media década.

En el resto de competencias y habilidades solo hay diferencias de dos puntos porcentuales entre la media internacional y España. En habilidades sociales, un 73 % de media de los países participantes y un 75 % en nuestro país; y tanto en formación como en experiencia las cifras coinciden, con un 76 % de media internacional y un 78 % la española.

¿Quién es responsable?
La mayoría de los encuestados que han participado en el informe Workmonitor de Randstad consideran que tanto el empleador como el empleado son responsables de asegurar que las habilidades y las competencias de los trabajadores se correspondan con los requisitos de su empleo. A nivel internacional, el 87 % dice que es responsabilidad del empleador, mientras que el 81 % considera que la responsabilidad corresponde al trabajador. En España, los porcentajes registrados se sitúan en el 91 % y el 87 %, respectivamente.

Brasil es el único país donde los empleados se ven a ellos mismos responsables de asegurar que sus habilidades y competencias se correspondan con lo que se demanda en su puesto de trabajo. El 87 % de los brasileños lo cree así, frente al 76 % que señala a los empleadores como los que tienen que acabar con la brecha entre las habilidades y competencias en relación a los requisitos laborales.

Por otro lado, en Dinamarca, Alemania, Luxemburgo y Suecia, manifiestan claramente que, para ellos, los responsables son los empleadores.

Expectativas de futuro
A nivel internacional, los empleados no solo experimentan que sus empleadores les demandan mayores habilidades y competencias que hace cinco años, sino también esperan que ocurra lo mismo en el futuro (76 %). Por ejemplo, los países en los que en mayor medida los empleados esperan que sus requisitos de trabajo sean más exigentes en los próximos años son China (93 %), La India (92 %), Malasia (91 %) y Brasil (91 %). Estas expectativas son mucho más bajas en España (57 %), confiriéndose como el país del mundo que menos empleados esperan que sus requisitos relacionados con el trabajo se tornen más exigentes en el futuro.

Según el informe del tercer trimestre del año, los españoles esperan que la experiencia sea cada vez más importante en el puesto de trabajo (94 %). Nuestro país es el primero europeo en este pensamiento, y el octavo a nivel internacional, cuya media se sitúa en el 87 %.

Del mismo modo, la gran mayoría de los trabajadores españoles también espera que las habilidades sociales (82 %), las habilidades digitales (82 %) y la formación (86 %), adquieran más importancia en los próximos años, con datos muy similares a las medias internacionales respectivas (79 %, 80 % y 77 %).

Preocupaciones futuras: hacer cualquier cosa para mantener el trabajo
La última oleada del Workmonitor señala que el 92 % de los empleados a nivel internacional y el 94 % de los españoles dice que va a asegurarse de hacer cualquier cosa para satisfacer los requisitos de su trabajo. A pesar de ello, y con la mayor demanda experimentada en los últimos cinco años y las mismas expectativas para el futuro, una tercera parte de los empleados de todo el mundo (34 %) temen que no serán capaces de cumplir con sus requisitos de trabajo a su debido tiempo por la elevada carga laboral, cifra que en España se eleva 11 puntos porcentuales, hasta el 45 %.

Entre otras causas que pueden motivar este hecho se encuentra la falta de especialización. Por ejemplo, en lo que se refiere a los trabajadores altamente cualificados, el informe “Into the Gap” de Randstad vaticina una carencia de unos 1,9 millones de profesionales de este nivel para 2020 en España.

El país en el que esta preocupación es mayor es Japón (60 %), donde, al mismo tiempo, los empleados están menos dispuestos que los del resto de países a hacer cualquier cosa para satisfacer sus requisitos de trabajo, con un porcentaje de un 57 %, frente, por ejemplo, al 98 % de China o el 94 % de España.

El salario es lo de menos, ahora lo que importa es mantener el trabajo

Esto es lo que asegura el Barómetro Edenred-iESE 2010 de Clima Laboral, que asegura que conservar el puesto de trabajo es ya la primera preocupación para el 45 % de los españoles. Destaca que las prioridades de los empleados españoles se han revertido. Hace sólo dos años, el nivel salarial era la principal preocupación de la mayoría. No obstante, el 59 % de los empleados considera que su poder adquisitivo es insuficiente y estima que le haría falta ganar alrededor de 1.300 euros más al mes.

La seguridad en el trabajo ha pasado a ser la principal preocupación de los trabajadores en España, en un 45 % de los casos por delante del nivel salarial. Aún así, la remuneración sigue siendo la primera preocupación para el 39 % de los empleados. Estos datos se desprenden del Barómetro 2010 de Clima laboral “motivación y bienestar en el trabajo”, elaborado conjuntamente por Edenred y la Escuela de Negocios de IESE sobre una muestra de 1.200 trabajadores pertenecientes a distintos sectores de actividad y con diferentes grados de responsabilidad, tanto del sector público como privado de España.

Los trabajadores encuestados tienen una media de edad de 38 años y llevan en torno a 9 años trabajados en su puesto actual. La encuesta también ha sido realizada a 4.000 empleados en Francia y se han obtenido datos comparativos que permiten establecer una radiografía sobre el entorno de trabajo de los empleados en ambos países, sus necesidades, prioridades y principales preocupaciones tanto dentro como fuera del trabajo.

Según el estudio, que se realiza desde el 2005, el 61 % de los empleados en España se muestran bastante satisfechos con su puesto de trabajo, aunque el índice de satisfacción ha bajado dos puntos desde el 2008. Sin embargo, sólo un 47 % de los empleados españoles se encuentra satisfecho con el reconocimiento que recibe por parte de su organización, dos puntos más que en el estudio anterior. Los cargos ejecutivos son los que se sienten más reconocidos, en un 53 % de los casos.

Los empleados madrileños son los que menos satisfechos están con su trabajo, un 56 %, mientras que, con un 66 %, los valencianos son los que declaran tener un mayor índice de satisfacción. En Cataluña, el índice de satisfacción se sitúa en un 62 %.

La motivación de los empleados españoles, del 67 %, es superior a la de los empleados franceses, del 60 %, excepto en relación al horario laboral. Los que declaran haber perdido la motivación desde el último barómetro publicado en el 2008, lo atribuyen principalmente al salario, seguido por el mal ambiente laboral, la crisis o la mala situación financiera de la empresa, entre otras causas.

Por Comunidades, en Cataluña es donde la motivación permanece más alta, un 74 %, y en Madrid donde más ha disminuido. Sólo un 60 % de los madrileños declara que su motivación permanece mientras que el 40 % afirma que ha disminuido.

Alta implicación de los españoles con su trabajo y aumento de la lealtad
La gran mayoría de los trabajadores españoles, un 90 %, se sienten muy o bastante implicados con su trabajo, a pesar de que la implicación ha caído un 8 % desde el 2008, especialmente en el caso de los ejecutivos (-11 %). Los españoles se sienten más implicados en su trabajo que los franceses, tanto en el sector público, un 6 % más, como en el sector privado, un 10 % más.

Un 36,9 % de los empleados están muy implicados con su trabajo. En el 22,8 % de los casos con un nivel de felicidad y motivación muy alta, su motivación sigue creciendo. Se observa que los trabajadores con un nivel alto de motivación y felicidad, un 53,2 %, están bastante o muy implicados con su empresa.

El 74 % se confiesa satisfecho con su vida laboral y un 71 % reconoce que pensar en lo que ha realizado en su vida profesional le produce satisfacción. Los que más satisfechos son los ejecutivos y los funcionarios.

Un 67 % declara que los esfuerzos que han hecho en este campo han valido la pena y están orgullosos de ellos. Sin embargo, sólo un 52 % de ellos cree que se ha realizado tanto como esperaba. Los ejecutivos y los funcionarios son los que se sienten más realizados (62 %), frente al sector privado (49 %).

Los trabajos menos valorados son los más rutinarios y los que no requieren tomar decisiones grandes o hacer frente a desafíos. Los aspectos que más valoran los empleado son la ayuda en el trabajo (85 %) y la utilidad de su trabajo hacia otras personas (84 %).

Con relación al Barómetro del 2008, se observa un aumento de un + 5 % de personas fieles a su empresa. Desde el 2005, la fidelidad ha aumentado un total de un + 13 %.

En España, los trabajadores que no se plantean dejar su organización se sitúa en el 64 %, un índice de fidelidad mucho más elevado que en nuestro país vecino donde el índice es del 56 %. El sector público es el más leal con su trabajo. En efecto, los funcionarios españoles declaran, en un 79 % de los casos, que no se plantean dejar su empresa.

Madrid es la Comunidad donde existe una menor lealtad hacia la empresa, puesto que un 40 % admite querer dejar su empresa, aunque sólo un 6 % está buscando activamente otro empleo. Con un 68 %, Cataluña y Andalucía son las Comunidades con una mayor lealtad.

El 65 % de los trabajadores recomendarían su empresa como lugar idóneo para trabajar a sus familiares y amigos. En este aspecto, también el sector público destaca por el alto índice de recomendación de su organización, con un 79 %, mientras que el porcentaje de recomendación en la empresa privada es sólo del 59 %.

La gestión de los superiores jerárquicos aprueba
Los trabajadores dan a sus jefes un aprobado en una escala del 1 al 10, la media es un 5,5, algo que no varía de la empresa pública a la privada. En España, el 74 % de los jefes son hombres y un 72 % tienen hijos.

En general, los empleados españoles consideran a sus jefes empáticos pero creen que deberían ser más eficaces. De todos los aspectos valorados, la peor calificación es la que se refiere a la eficacia con la que organizan el trabajo del equipo y, en cambio, la mejor valoración se la llevan a la hora de saber qué tarea realizan sus empleados y la confianza que depositan en ellos. En relación con la confianza que generan las decisiones adoptadas por la dirección general de la empresa, sólo un 55 % confía en ellas, siendo el sector público el que menos confía.

A destacar que un 84 % de los trabajadores se siente capacitado para gestionar los objetivos que le asignan, mientras que el lado negativo es que un 45 % lamenta que a la hora de tomar una decisión su punto de vista no es tomado en cuenta.

Existe un optimismo generalizado de los empleados respecto al futuro de su empresa, (62 %), aunque cuando se refiere a su propio futuro dentro de la empresa, este porcentaje disminuye al 58 %, siendo los más optimistas los trabajadores del sector público en un 65 % de los casos frente a un 56 % de los trabajadores del sector privado.

Los valencianos son los que registran un mayor optimismo hacia su empresa y hacia su futuro dentro de su empresa. Los menos optimistas respecto al futuro de su empresa son los andaluces (59 %) y los madrileños (60 %). Los madrileños son los más pesimistas respecto a su futuro dentro de la empresa (51 % de optimismo). Cataluña registra un 63 % de optimismo sobre el futuro de su empresa y del 60 % respecto a su propio futuro dentro de la empresa.

La calidad de vida y conciliación. Los funcionarios, los más felices.


A grandes rasgos los trabajadores españoles consideran que su calidad de vida en el trabajo es buena. Según el estudio, los aspectos mejor valorados son el nivel de autonomía, el ambiente de trabajo y el respeto en el trato. Los aspectos peor valorados están relacionados con nuestras posibilidades de desarrollo profesional, entre ellas la promoción, la formación y el reconocimiento del desempeño.

La nota media es de un 6,5 en España, superior a la de Francia que es de un 6,1. Es el sector público quién puntúa más alto, con un 6,9 frente a un 6,3 del sector privado. Los jóvenes entre 18 y 24 años son los que valoran mejor la calidad de vida en el trabajo, con un 6,8.

Respecto a Francia, los españoles se muestran más satisfechos con las prestaciones que les ofrece su empresa, aunque en ambos casos la puntuación es baja, un 56 % frente a un 41 %.

El equilibrio entre la vida profesional y la vida personal ha mejorado 2 puntos porcentuales desde el 2008, situándose en un 66 %. En Francia, el índice de satisfacción es un poco inferior, en un 64 %. En España, los más satisfechos en este aspecto son los empleados del sector público (74 %) frente a los del sector privado (64 %). Los ejecutivos españoles encuentran más difícil conciliar vida personal y profesional que el resto de profesionales.

En cambio en Francia están más contentos con su horario que en España (64 % vs. 73 %). En España, los empleados más satisfechos con su horario laboral son los del sector público (77 %) frente a un 61 % de satisfacción de los empleados del sector privado.

Los españoles están más satisfechos con el respeto con el que les tratan en el trabajo (71 % de satisfacción frente a 54 %). Se consideran más autónomos en su trabajo los franceses, en un 81 % frente a un 72 % los españoles. Los españoles están más satisfechos con el ambiente de trabajo (71 %) que los franceses (67 %).

Madrid es la Comunidad que peor califica la calidad de vida en el trabajo (6,4) y en la que un menor porcentaje de trabajadores le otorga una puntuación alta entre el 8 y el 10 (33 %). En Cataluña, la calificación es de un 6,6, coincidiendo con la nota media de España.

En relación al estrés laboral, los trabajadores consideran, en un 59 % de los casos, insuficiente la preocupación que demuestra su empresa en este aspecto. Tampoco aprueban el grado de atención hacia sus vidas personales (52 %).

Las principales preocupaciones: la seguridad y el salario
El Barómetro del 2010 pone de manifiesto que, a diferencia del estudio del 2008, actualmente la primera preocupación de los españoles en el trabajo es la seguridad por conservar su puesto de trabajo, en un 45 % de los casos, seguida por el nivel de salario, en un 41 %. La falta de tiempo es mencionada en tercer lugar. La preocupación por la seguridad es prioritaria entre los 30 y los 55 años, mientras que los jóvenes de entre 18 y 29 sitúan como principal preocupación el sueldo.

Fuera de la empresa en cambio, la principal preocupación es la falta de dinero (26 %), seguida por la falta de tiempo y los problemas domésticos (ambos con un 17 %), y por el problema en el cuidado de los hijos (14 %). Unos hándicaps que apenas han variado desde el 2007. En este sentido, casi un 60 % de los encuestados no está satisfecho con su poder adquisitivo y de media calculan que para ir bien deberían ganar unos 1314 euros más al mes. El 79 % declara trabajar porque necesita el dinero, y un 56 % dejaría de trabajar si tuviese suficiente dinero para hacerlo.

Los catalanes, invierten el orden de sus preocupaciones. La falta de tiempo, con un 45 % es su primera preocupación, seguida en un 39 % por la falta de dinero. En cambio los madrileños consideran su principal preocupación la falta de dinero, en un 49 % de los casos, y en un 40 % la falta de tiempo.

En este sentido, 63 % de los españoles reconoce que no está satisfecho con su remuneración. Destacar que en los últimos años la percepción de los ejecutivos en este punto ha protagonizado un descenso muy acusado en el grado de satisfacción (del 60 % al 45 %), aunque todavía superan el grado de satisfacción de los funcionarios que se sitúa en el 38 %.

Una evolución parecida en lo que respecta a la satisfacción respecto a las prestaciones. La satisfacción de los ejecutivos ha bajado del 76 % al 61 % y ha sido superada por los trabajadores públicos que se muestran satisfechos en un 66 % de los casos, más que en el 2008 (59 %).

Motivación y expectativas de los trabajadores españoles
El 51 % de los españoles reconocen que su principal motivación es el dinero, seguido de la carrera (39 %) y la vocación (11 %). Los ejecutivos invierten esta tendencia y dan más importancia a la carrera en un 46 % de los casos, seguida por el dinero (42 %) y la vocación (13 %).

Las expectativas de los empleados siguen priorizando la formación, en un 45 % de las respuestas, también a nivel de todas las Comunidades Autónomas. Sin embargo, un alto porcentaje también espera que su empresa actúe en ámbitos como la guardería infantil-apoyo escolar (51 %), la ayuda para la comida del mediodía (54 %) o la asistencia a familiares dependientes (52 %).

Los valencianos son los que en una mayor proporción esperan que su empresa les ayude con la comida (68 %) y la guardería (61 %), seguidos por los madrileños (63 % y 57 %) y los catalanes (62 % y 49 %). Los madrileños son los que consideran estas ayudas más prioritarias (29 % en ambos casos).

Actualmente, el beneficio social que más ofrecen las empresas españolas a sus trabajadores es el seguro médico, en un 38 % de los casos (48 % en el sector público), seguido de las ayudas al transporte, con un 16 %, y del ticket restaurante, con un 15 %.

Los trabajadores que actualmente no gozan de beneficios sociales admiten que les gustaría tenerlos. Un 80 % reconocen que los considerarían como un plus interesante, un porcentaje que ha aumentado desde el año 2008 en que se situaba en un 71 %.

¿Tienes miedo a perder el trabajo? Tres trabajadores de cada diez teme perder su puesto de empleo

Tres de cada diez españoles tienen miedo a perder su actual puesto de trabajo. España ocupa uno de los primeros puestos en Europa en esta materia, puesto que se sitúa seis puntos porcentuales por encima de la media comunitaria, como por ejemplo Grecia, que se coloca en primer lugar con un 40 % de trabajadores que reconoce este miedo, mientras que Alemania presenta un 17 %. A nivel regional, los españoles más preocupados por perder su empleo son los baleares, los navarros y los gallegos.

La actual situación económica provoca que existan personas que no vean con estabilidad su futuro laboral. Cerca de tres de cada diez españoles (29 %) reconocen que tienen miedo a perder el trabajo, según el Informe Workmonitor de Randstad, empresa líder en soluciones de recursos humanos, que se realiza entre trabajadores de 29 países.

Esta percepción se ratifica con los últimos datos del Ministerio de Trabajo, y en el que el desempleo acaba de registrar la mayor subida en un mes de septiembre en 15 años, hasta llegar a la cifra actual de 4.226.744 parados en España, lo que explica la inseguridad que existe entre los profesionales en activo ante la posibilidad de perder su empleo.

Del perfil de este profesional, el Informe Workmonitor resalta diferencias, puesto que esta percepción se da más en los hombres (31 %) que en las mujeres (26 %). Por su parte, el miedo a perder su trabajo es mayor entre los jóvenes de entre 18 y 24 años de edad (44 %), mientras que en lado contrario se sitúan aquellos profesionales que cuentan con una edad comprendida entre 45 y 54 años de edad (14 %).

Es importante destacar que los trabajadores que están más cerca de la jubilación muestran una de las tasas más altas por edades, puesto que un 25 % reconoce que existe la posibilidad de perder su actual empleo bajo la actual coyuntura económica.

Perfil del trabajador
La formación también es una de las variables que se analiza. Los trabajadores más preocupados pos su estabilidad laboral son los que cuentan con estudios universitarios (30 %), mientras que en el lado contario se encuentran aquellos profesionales que cuentan con un nivel formativo bajo.

Como conclusión, el Informe Workmonitor de Randstad establece el perfil actual del español que tiene miedo a perder su puesto de trabajo. Se trata de un hombre con una edad comprendida entre los 18 y los 24 años de edad y con una formación universitaria.

Percepción en Europa
Un dato llamativo es la comparación que ofrece esta percepción entre los diferentes profesionales europeos y que tiene que mucho que ver con la actual situación económica de cada país. La impresión de los españoles en esta materia está seis puntos porcentuales por encima de la media europea (23 %), sólo superado, entre otros, por países como Grecia (39 %), Hungría (34 %), Eslovaquia (33 %) y República Checa (31 %).

Actualmente, el país heleno presenta junto con España una de las tasas más altas de desempleo de la Unión Europea, con un 15 %, mientras que Eslovaquia, tiene un 13,4 % de parados, según datos que presentó el pasado mes de julio Eurostat.

Alemania frente a España
En contraposición, países como Alemania, que cuentan con índice de paro del 6,1 %, presenta un 17 % de trabajadores con miedo a perder su puesto de trabajo, es decir, doce puntos menos que el obtenido por España. Aunque el caso más evidente es el de Luxemburgo. Con un nivel de paro del 4,6 %, uno de los más bajos de Europa, sólo un 9 % de sus profesionales tiene la sensación de que puede perder su empleo.

A nivel regional el Informe Workmonitor de Randstad también ofrece diferencias. Los baleares (61 %), navarros (55 %) y gallegos (44 %) son los españoles que más preocupados están por perder su actual puesto de trabajo. De hecho Baleares ha sido la CCAA que ha registrado un mayor repunte del paro con una subida del 6,59 %, según los datos del mes de septiembre ofrecidos por el Ministerio de Trabajo.

En el otro lado de la balanza, vascos (14 %), extremeños (15 %) y asturianos (17 %) son los profesionales que menos miedo reconocen ante la posibilidad de perder su puesto de trabajo ante la actual coyuntura económica. Tras ellos se sitúan canarios (23 %), catalanes (25 %) y castellano-leoneses (26 %), entre otros.

Miedo a perder el trabajo: casi 4 de cada diez empleados cree que será despedido en menos de seis meses

Desde el comienzo de la crisis, el miedo a perder el empleo ha sido una tónica entre los trabajadores. Éste es uno de los aspectos que Randstad ha querido conocer a través de este estudio. Según los resultados, un 12,4 % cree con seguridad que perderá su empleo en los próximos seis meses y un 25,5 % de españoles lo reconocen como una posibilidad. Esto supone que un 38 % de consultados españoles ve peligrar su puesto de trabajo en los próximos seis meses.

Conocer las expectativas de un trabajador puede ayudar a las empresas a enfocar más adecuadamente sus políticas de recursos humanos. Con este objetivo, Randstad, líder en soluciones de recursos humanos, presenta el “Randstad Workmonitor” un estudio que indaga sobre las opiniones de los empleados y adelanta las tendencias del mercado laboral internacional.

Este temor está vinculado con la edad más que con cualquier otro factor (género, nivel educativo o tipo de empleo). Son los jóvenes españoles los que muestran una mayor incertidumbre ante la posible pérdida de su empleo: un 25 % de trabajadores españoles menores de 25 años ve claramente en riesgo su puesto actual y un 20,8 % creen que existe la posibilidad de perderlo, lo que supone que un 45,8 % de menores de 25 años españoles considera que podría quedarse sin empleo en los próximos seis meses. Esta opinión puede estar influenciada por la propia situación de los jóvenes en el mercado laboral español, donde sus tasas de desempleo son las más altas por tramo de edad.

La opinión de los trabajadores españoles, no obstante, difiere bastante si se compara con la de otros países. Tal y como se comentaba anteriormente, en España un 38 % considera que podría perder próximamente su puesto, pero la media internacional de los 24 países consultados llega al 29 %, es decir, 9 puntos menos. Y la diferencia es aún más acusada en el caso de los jóvenes: tan sólo un 8 % cree con seguridad que va a perder su empleo, frente al 25 % de los españoles. De hecho, en países como Holanda, Suiza o Reino Unido no llega al 4 % el número de jóvenes que ve peligrar su empleo en el próximo semestre.

Confianza ante el empleo

A pesar de este temor por perder su empleo, la mayoría de candidatos considera que podría encontrar otro trabajo en los próximos meses. El 47,2 % de consultados en España considera que podría encontrar un empleo de similares características en un periodo inferior a seis meses y un 52,4 % estima que podría encontrar en este mismo periodo otro empleo aunque no fuera igual.

Estas expectativas decrecen a medida que aumenta la edad. Si un 74 % de jóvenes menores de 25 años afirma que podría encontrar otro empleo en menos de seis meses, tan sólo el 22,4 % de los mayores de 55 años estima que tendría esta oportunidad.

La media española se sitúa, sin embargo, entre las más bajas de los 24 países estudiados: en México llegan al 86 % el porcentaje de consultados que considera que podría encontrar otro empleo próximamente; en Bélgica al 76 %; en Estados Unidos al 71 %; en Grecia al 65 % y al 50 % en Japón.

Por qué cambiamos de empleo

El estudio “Randstad Workmonitor” también investiga los motivos que pueden llevar a los trabajadores a cambiar de empleo.

La volatilidad del mercado laboral y los cambios que se están produciendo dentro de las propias organizaciones está provocando que el factor más alto para pensar en un cambio de empleo sean circunstancias organizativas (compras, fusiones, reestructuraciones, etc.), con un 30 %.

La ambición personal se presenta como otro de los factores con mayor representación: ya sea por el deseo de promocionar a otro puesto de mayor responsabilidad (17,5 % de las respuestas) o la ambición por mejorar dentro del mismo puesto (12,5 % del total de respuestas).

Tanto es así, que ante la pregunta de si están realizando una búsqueda activa de empleo, el 11 % de consultados españoles reconoce que está buscando trabajo de forma activa, pero un 79 % de españoles afirma que está abierto a nuevas oportunidades laborales, aunque no esté buscando proactivamente.

En la media de los 24 países consultados, las cifras son algo similares: un 11 % está buscando activamente empleo y un 75 % lo hace de forma reactiva.

Aunque la búsqueda activa de empleo no entra en los planes de la mayoría de candidatos, hasta un 53,1 % de consultados en España reconoce que está deseando tener un nuevo empleo.

Índice de movilidad laboral

Según las respuestas sobre la confianza ante la empleo y la búsqueda activa de trabajo uno de los datos que permite extraer el “Randstad Workmonitor” es el índice de movilidad laboral. Este índice permite conocer las posibilidades de cambio de los trabajadores y por tanto adelantar los posibles cambios de rotación en el mercado laboral.

De ahí que la movilidad laboral más acusada se da en India (146,6), México (122,6) y China (121,7). Por el contrario, la movilidad laboral más baja es la de Luxemburgo (77,9), Alemania (86,7), Hungría (88) y Dinamarca (88,9). De hecho, los resultados muestran que los países asiáticos y americanos están más predispuestos al cambio laboral que los europeos, en especial los del centro del continente.

En España, los que se muestran más proclives al cambio laboral son los trabajadores con un nivel educativo alto, los varones y los menores de 25 años. De hecho, a medida que aumenta la edad, va disminuyendo progresivamente la intención de cambio de los trabajadores.

Por comunidades autónomas, la región con mayor intención de cambio de empleo es La Rioja, seguida de Extremadura y Cantabria. Por el contrario, las regiones en las que los empleados ven menos expectativas para poder cambiar de puesto son Castilla-La Mancha, Castilla y León y País Vasco.

Sobre el estudio

Randstad Holding ha creado el “Randstad Workmonitor” en cooperación con Survey Sampling International, Intellex y Blauw Research. Este informe de empleo está dirigido a ofrecer una visión del “estatus de movilidad laboral” de los trabajadores, por ejemplo si están pensando en un cambio de empleo. Los resultados se incluyen en este informe y se presentan como un barómetro. La primera oleada del estudio se realizó en 24 países de los cinco continentes a través de más de 23.000 encuestas online. Para la muestra se escogió a personas de entre 18 y 65 años, que trabajasen un mínimo de 24 horas a la semana y que no fueran autónomos.

El miedo a perder el trabajo por la crisis dobla la actividad de las redes de profesionales en Internet

En un entorno marcado por las turbulencias en los mercados financieros mundiales, los profesionales del sector financiero están recurriendo a las redes virtuales de profesionales en tiempos de crisis. Así, en los últimos 15 días el número de ejecutivos de todo el mundo que utilizan la red de contactos profesionales LinkedIn en el sector financiero ha experimentado los incrementos más fuertes: Los miembros procedentes de la banca de inversión han aumentado más del doble durante las últimas 7 semanas, los del sector financiero en general se han duplicado durante las últimas 7 semanas.

En los últimos quince días, también se han observado las siguientes pautas entre los usuarios de LinkedIn:

· Un aumento del 14 % en las recomendaciones.

· Un aumento del 10 % en el número de invitaciones enviadas.

· Un aumento del 17 % en el número de accesos de usuarios

· Un aumento del 9 % en el número de páginas vistas

· Un aumento del 21 % en el número de conexiones realizadas En el portal se pueden encontrar actualmente ejecutivos de todas y cada una de las empresas del ranking Fortune 500 y del índice FTSE 100.

Consejos para sacar al máximo partido a una red profesional:

1. Encuentra el trabajo perfecto
Utiliza la función de búsqueda de empleo de LinkedIn para saber más sobre quién está contratando actualmente. Decenas de miles de empresas utilizan actualmente LinkedIn para publicar ofertas de trabajo y buscar a los mejores candidatos para los puestos.

2. Promociona tu marca
En LinkedIn, todo gira en torno a la idea de intercambiar conocimiento. Piensa en tu perfil como una forma de promocionar tu marca en Internet: un punto fijo en la red para promocionar tus aptitudes, tus conocimientos y tu personalidad.

3. Consigue recomendaciones de compañeros y empresas
Pide a los compañeros y a las empresas en las que has trabajado que refrenden tu trabajo y tu visión de los negocios. Dar publicidad a tu experiencia y credenciales es una excelente forma de atraer a personas y empresas que ofrecen empleo.

4. Perfílate como un experto
Cada día se publican en LinkedIn más de 600 preguntas y 1.000 respuestas. Aumenta tu credibilidad entre personas de tu mismo perfil y empleadores potenciales respondiendo a esas preguntas.

5. Haz que tu entrevista vaya mejor
Puedes utilizar LinkedIn para encontrar a las personas con las que te vas a reunir. Saber que fuiste al mismo colegio, que juega al hockey o que compartís conocidos es mejor que un torpe silencio tras el “Bien, gracias”.

6. Consigue información valiosa
LinkedIn es un completo directorio de expertos a los que puedes recurrir cuando estés buscando un conocimiento muy concreto o cuando necesites hacer un estudio de mercado. Desde la página de búsqueda avanzada se puede encontrar un especialista en casi cualquier tema, sector o empresa. El sistema de mensajería inMail de LinkedIn permite a los miembros ponerse en contacto entre ellos directamente.

7. Evalúa la solidez de una empresa
Realiza una búsqueda avanzada por nombre de la empresa y deselecciona la casilla “Current Companies Only”. Esto te permitirá ver la tasa de rotación de la empresa y si empleados clave están abandonando el barco. Los antiguos empleados generalmente dan opiniones más francas sobre una empresa que alguien que todavía está dentro.

8. Evalúa la solidez de un sector
Si estás pensando en invertir o trabajar en un sector, utiliza LinkedIn para encontrar a gente que ha trabajado para la competencia, o incluso mejor, empresas que han quebrado. Por ejemplo, suponte que quieres crear una tienda de mascotas en Internet de última generación. Probablemente aprenderías mucho hablando con antiguos empleados de compañías como Pets.com o WebVan.

9. Reúne información sobre la competencia
Contactar con antiguos empleados de una empresa es una excelente forma de realizar estudios sobre la competencia y conseguir información valiosa sobre el estado actual o las perspectivas del mercado.

Los españoles apuestan por la seguridad laboral y ocho de cada diez trabajadores no buscan otro empleo

Aumenta la confianza de los españoles en mantener su actual puesto de trabajo. Un 64 % no cree que vaya a perder su empleo en los próximos meses, según la tercera oleada del año del Randstad Workmonitor, estudio internacional sobre las expectativas laborales de los trabajadores, y el 72 % está satisfecho con su trabajo. Así, los españoles apostamos por la seguridad profesional y ocho de cada diez trabajadores no buscan otro empleo, cifra que sitúa a España en Europa al nivel de Alemania y sólo superado por Bélgica y Dinamarca.

Según este mismo estudio, tres de cada diez profesionales en España reconocen su incertidumbre por perder su empleo, la cifra más de baja de 2012. Este dato sitúa a España al nivel de países como Noruega o Italia y superado por Grecia, donde casi la mitad de los trabajadores (47 %) teme por su continuidad en su actual empresa. El Randstad Workmonitor refleja una tendencia similar en nuestro país desde 2010, aunque fue en el segundo trimestre de 2011 cuando alcanzó su mayor cuota con un registro de 107. En un año, esta cifra ha descendido ocho puntos.

El dato más llamativo es el que tiene que ver con la evolución de la muestra en este último punto, puesto que el temor por la continuidad en su actual empresa disminuye cinco puntos porcentuales respecto al anterior trimestre y se sitúa como la cifra más baja no solo del 2012 sino del último año.

En el contexto europeo, este dato sitúa a España al nivel de países como Noruega (36 %) e Italia (36 %) y sólo superado por Grecia, donde casi la mitad de los profesionales helenos (47 %) reconoce tener miedo por perder su actual puesto de trabajo. Eso sí, todavía lejos de países como Suecia (19 %), Suiza (20 %) y Alemania (20 %), donde las dudas ante los empleo son aún menores.

A la hora de confiar en mantener su actual puesto de trabajo, la opinión de las mujeres (67 %) es superior a la de los hombres (60 %), aunque en ambos casos se destaca un amplio respaldo a esta tesis. Donde sí se establecen diferencias es en función de la edad. Los más convencidos de su permanencia en su empresa son los profesionales con edades comprendidas entre los 55 y los 64 años de edad, es decir, los que se encuentran más cerca de la jubilación.

Tras ellos se encuentran los más jóvenes de entre 18 y 24 años de edad (65 %), que en su mayoría están ante la oportunidad de entrar en el mercado laboral. En el lado opuesto de la balanza los profesionales de entre 35 y 44 años (56 %) son quienes en menor medida abogan por esta percepción.

La formación, un factor determinante en la continuidad de los trabajadores
En el mercado laboral, la formación se ha convertido en un factor cada vez más importante a la hora de poder acceder a un empleo. Pero la formación no es solo un valor seguro para acceder a un empleo, sino para conservarlo. Así lo perciben al menos los candidatos: los trabajadores que presentan un nivel formativo alto (67 %) son los que más apuestan por su continuidad laboral, mientras que los profesionales con un nivel de estudios bajo (60), son los que ven con más dudas su futuro profesional.

En definitiva, el Informe Randstad Workmonitor refleja el perfil del profesional español que se muestra confiado en mantener su actual empleo: mujer, de entre 55 y 64 años de edad y con un nivel educativo alto.

Los vascos, los más confiados en mantener su trabajo
Donde sí se encuentran diferencias es en función de la zona geográfica de los encuestados. Vascos (76 %), cántabros (74 %) y madrileños (73 %) son los españoles que más confianza presentan a la hora de mantener su actual puesto de trabajo, mientras que asturianos (40 %), castellano-leoneses (42 %) y canarios (52 %) son los que con menos esperanza ven su futuro profesional.

Los españoles apuestan por la estabilidad
Una de las conclusiones del Randstad Workmonitor es que, ante el actual contexto económico, los españoles optan por la seguridad profesional y apuestan por desarrollar su carrera en su actual empresa. De hecho un 79 % de los trabajadores españoles no está buscando otro empleo, cifra similar a la de la anterior oleada, sólo superada en Europa por Bélgica (84 %) y Dinamarca (80 %) y al mismo nivel que Alemania (79 %). En el lado contrario, suecos (41 %), griegos (35 %) e italianos (29 %) son los ciudadanos comunitarios que con mayor intensidad se encuentran buscando un empleo alternativo al que ya tienen.

Los españoles se mantienen satisfechos con su trabajo
En general esta conclusión deriva en que los españoles no sólo apuestan por desarrollar su carrera profesional en su actual empresa, sino que mayoritariamente se sienten satisfechos con su actual trabajo (72 %). La cifra, que es similar a la de la anterior oleada, escala entre la percepción de los europeos hasta situarse tres puntos porcentuales por encima de la media comunitaria (69 %).

Los europeos más satisfechos son los daneses (83 %), noruegos (82 %) y belgas (79 %), mientras que en lado contrario se encuentran los profesionales griegos (54 %), británicos (65 %) y franceses (66 %), como los menos contentos con su actual empleo.

Baja movilidad por parte de los españoles
La combinación del miedo a perder el empleo, las expectativas de promoción internas, el porcentaje de personas que han cambiado de trabajo en los últimos meses y la satisfacción laboral dan como resultado un índice que sirve para comparar los posibles cambios en el mercado de trabajo en los próximos meses: el Índice de Movilidad Laboral. En la tercera oleada de 2012 España cuenta con un índice de 99, un punto más que en el trimestre anterior y en línea de países como Suecia (99), Suiza (98) o Grecia (98).

Si pierdes tu trabajo, no desesperes y sigue estas recomendaciones para empezar de nuevo.

La inseguridad en el trabajo en España genera un nivel de confianza de los más bajos de Europa

El año 2011 ha comenzado en Europa con una tendencia a la pérdida de la confianza. El desempleo, la inseguridad de un puesto de trabajo, y la economía predominan entre las principales preocupaciones de los consumidores españoles y europeos, y estos factores influyen en gran manera sobre el consumo. España comienza el año de nuevo entre los países más pesimistas cuando hablamos de la confianza del consumidor, aunque hay países como Francia e Italia que se sitúan por detrás en este último trimestre.

Según la encuesta el Global Consumer Confidence de Nielsen, las mayores preocupaciones para los españoles participantes son la economía (citado por el 37 % de los encuestados) y el pago de las facturas, junto con la seguridad en el puesto de trabajo. Hay un 17 % de internautas que mencionan la salud como su principal preocupación y un 11 % a quien las deudas les supone su mayor incertidumbre.

Le siguen como principales preocupaciones la educación de los hijos (10 %); un 12 %, la conciliación entre la vida profesional y familiar; y un 18 el crimen y la delincuencia (ver cuadro adjunto). Se puede observar que también y en forma generalizada no sólo en España sino en todas las regiones del mundo, el aumento de precios en alimentación es una preocupación que sigue creciendo.

A la hora de preguntar por los gastos previstos para los próximos meses, observamos la misma tendencia, y observamos que cada vez hay menos internautas que destinan su dinero sobrante a ahorrar y sin embargo son cada vez más los que afirman que no les queda más dinero después de haber cubierto sus necesidades básicas para vivir. El número de encuestados que destinan su dinero sobrante a novedades tecnológicas. Es destacable así mismo que ha descendido mucho la intención de todo tipo de inversiones, planes de pensiones, fondos, etc.

Cabe destacar algunas medidas de ahorro que han sido adoptadas por el consumidor español en época de crisis, como son la disminución del consumo en utilidades, continúan aumentando al comenzar este año 2011, pero sobre todo comienzan a ser relevante el ahorro sobre el coche, y en ropa nueva, además del ocio fuera de casa. Es importante resaltar que la tendencia a comprar alimentos más económicos se afianza, incluso para cuando las condiciones económicas no sean tan malas.

El aumento de precios en alimentación / combustible, se paga caro

La preocupación por el aumento de los precios de los alimentos ha aumentado 13 % en el último trimestre. La economía que era la principal preocupación entre los internautas del mundo, se ha reducido 7 puntos en el primer trimestre del año. La preocupación por los precios del combustible también se ha incrementado significativamente entre los consumidores, la escalada de seis puntos porcentuales, hasta un ocho por ciento. El aumento de facturas de servicios públicos sigue figurando entre las principales preocupaciones de los internautas.

El Dr. Venkatesh Bala de Nielsen, Chief Economist en The Cambridge Group comentó: “La recuperación mundial, a pesar de su ritmo lento, va en la dirección correcta. Sin embargo, más de la mitad (55 %) de los internautas mundiales declaran estar actualmente en una recesión, y de esos, el 51 por ciento espera continuar así al menos un año más”.

El aumento de los precios del combustible y los alimentos están afectando a los consumidores de todo el mundo ya que las familias cada vez más están destinando un mayor porcentaje de sus ingresos a estas necesidades,” dijo el Dr. Bala. “Según va disminuyendo el dinero sobrante, los consumidores toman más medidas para ahorrar en gastos de la casa por gastar menos en artículos no esenciales ni en actividades de ocio.

La inseguridad laboral es mala para la empresa y el empleado

Una investigación española revela que la inseguridad laboral se relaciona directa y negativamente con la satisfacción con la vida y el trabajo, además de afectar al rendimiento y el compromiso profesional. Asimismo, el artículo revela que las consecuencias de dicha inseguridad son distintas según el grupo ocupacional al que se pertenezca. Esta investigación, liderada por psicólogos españoles, ha concluido que la sensación de que se va a perder el puesto de trabajo empeora los niveles de satisfacción sobre otros aspectos de la vida, como la familia, la salud, la situación económica y el balance entre trabajo y tiempo libre.

A medida que aumenta el temor al desempleo, “mayor es el nivel de inseguridad laboral, las personas están menos satisfechas con su vida personal, laboral, familiar y están menos comprometidas con su trabajo” declara Amparo Caballer, investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia y coautora del estudio.

No todos los empleados reaccionan a la inseguridad de la misma forma
Este análisis, publicado en The Spanish Journal of Psychology, también revela que las consecuencias de la inseguridad laboral son distintas en cada grupo ocupacional.

Edificio por construir.Se han distinguido tres grupos: trabajadores de cuello azul, de cuello blanco y ‘profesionales’. En el primer grupo se enmarcan las personas con un puesto que no necesita una alta cualificación -como reponedores de supermercado o celadores de hospital-. Al segundo grupo pertenecen los trabajadores de oficina, administrativos, dependientes y cajeros de supermercado. El grupo de los ‘profesionales’ lo componen médicos, ingenieros y enfermeras.

Cuando existe incertidumbre sobre el empleo, los trabajadores de cuello azul “tienen menos satisfacción vital y rinden menos y peor que el resto de los grupos estudiados”, explica Caballer. Por su parte, ante la inestabilidad, los trabajadores de cuello blanco son los que muestran más insatisfacción laboral.

A la vista de los resultados del estudio, no todos los empleados reaccionan a la inseguridad de la misma forma. Algunos grupos son más propensos a reaccionar de más negativamente a la percepción de inseguridad en el empleo, por lo tanto los autores del artículo aconsejan no tratar el problema de la misma manera en los diferentes grupos de una empresa.

Temporal o permanente
Los datos del estudio se recogieron de las respuestas de 321 trabajadores a un cuestionario. El 51,4 % fueron personas que trabajaban en hospitales, el 25,7 % desempeñaban labores en supermercados y compañías de distribución comercial y el 22,9 % eran empleados de ETTs.

La edad media del participante en el estudio fue de 32 años. El 66 % disponía un contrato permanente y el 34 %, de otro tipo de contratos (por ejemplo, temporales). “Para estudios de inseguridad laboral, si el tipo de contrato es temporal o permanente es una variable importante”, informa Caballer.

De todos ellos, el 74,3 % fueron mujeres y el 25,7 % hombres, posiblemente porque, como reconoce la experta, “en esos sectores la mayoría de los trabajadores son mujeres y por eso la mayor parte de la muestra lo es”.

Mejor un trabajo estable a uno que corresponda a nuestra formación

“Si estudias tienes más probabilidad de obtener un trabajo estable, aunque no sea el que te corresponde”. Esta es la idea presente entre los y las trabajadoras que residen en España, según una investigación de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) que ha analizado el nivel de sobreeducación en España, Italia y Francia, y su relación con el trabajo temporal. El nivel desmesurado de temporalidad laboral que tiene España produce perversiones en el sistema educativo.

“Este hecho se puede explicar por la alta inseguridad en el empleo en España, en comparación con otros países europeos”, explica a SINC Luis Ortiz, autor del trabajo e investigador de la UPF.

La investigación, que se publica en la revista Work, employment and society, señala que en España, a diferencia de Italia o Francia, la clase trabajadora puede llegar a hacer un “uso distorsionado de su educación”, utilizándola para obtener un trabajo indefinido aunque no corresponda con sus estudios. Asimismo, los empleadores lo utilizan como filtro para contratar a la persona más formada para un trabajo fijo, en vez de escoger a aquella que tiene los estudios requeridos para el puesto.

“Elegí estos tres países (Francia, Italia y España) para analizar el efecto del empleo temporal en la probabilidad de sobreeducación debido a que sus sistemas de educación son similares en términos de estandarización y estratificación, pero sus niveles de empleo temporal y de conversión de contratos temporales en indefinidos son muy diferentes”, señala Ortiz.

El estudio partió de los datos proporcionados por el Panel de hogares de la Unión Europea (PHOGUE) en el que participa el Estado español en su conjunto. El investigador analizó los datos correspondientes al período 1994 – 2001 de los encuestados que declararon estar trabajando.

Aunque la tasa de empleo temporal ha aumentado en los tres países, España sigue teniendo la mayor proporción europea de personas empleadas por cuenta ajena con más del 30 %. Asimismo, la tasa de conversión de contratos temporales en indefinidos es muy baja (en 1987 era de un 18 %, cayó en 1996 hasta el 5 % , y en la actualidad alcanza el 14 %).

Así lo describe el investigador de la UPF: “El nivel desmesurado de temporalidad que tiene España -no sólo de desempleo- produce perversiones en el sistema educativo. Si no mejoras el mercado de trabajo el sistema educativo tampoco mejorará. La gente en España se plantea que cuanto más nos eduquemos mejor, pero en todo caso sería que cuanto mejor nos eduquemos y más ajustada sea esta formación a lo que nos pide el mercado laboral, mejor”.

Trabajo temporal y sobreeducación

“En España podríamos pensar que como la mayoría de trabajadores y trabajadoras temporales son jóvenes, la probabilidad de tener una sobreeducación estaría entre dichos empleados; sin embargo, el resultado de mi estudio es el contrario. En Italia y Francia tener un trabajo temporal aumenta la probabilidad de que una persona esté sobreeducada, sin embargo, en nuestro país lo disminuye”, afirma Ortiz.

“En España tener un trabajo temporal no te garantiza un fácil acceso a la estabilidad en el empleo, como en otros países. La gente no ve raro evitar los trabajos temporales haciendo oposiciones o escogiendo trabajos estables para los que, sin embargo, está sobreeducada”, concluye el investigador.



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