Consejos para viajar con un gato en avión, tren y coche
Uno de los momentos más duros de las vacaciones es despedirse de tu mascota. Hasta el momento, irse con ellos no era una tarea sencilla. Sin embargo, en los últimos años esto ha cambiado mucho y ya son aceptados en casi cualquier lugar. Ahora viajar con mi gato ya es algo que está a nuestro alcance. Te contamos cómo viajar con tu gato de forma cómoda y segura.
Contenido de la información:
Vacaciones con tu gato
Los gatos son unos animales muy sensibles a los cambios de entorno. Por ello, un viaje largo puede suponer un momento de máximo estrés para ellos. Por este motivo, nuestra recomendación es que si tu escapada dura menos de diez días, optes por dejarlos en casa. Eso sí, si te vas a ir más tiempo, no te quedará otra opción que llevarlos contigo.
En estos casos, lo más importante será tener todos los detalles controlados para minimizar al máximo las molestias a tu gato, como por ejemplo viajando con una de estas mochilas para gatos. Y si quieres saber todos los accesorios que puedes comprar para tu gato, descubre los mejores regalos, juguetes y camas para ellos.
En avión
Si has elegido el avión para trasladarte, debes tener en cuenta las siguientes pautas para viajar con tu gato:
Reserva anticipada. Cada aerolínea tiene su propia política respecto al transporte de animales. Sin embargo, la mayoría permiten viajar a nuestras mascotas en cabina siempre que vayan en un trasportín homologado y pagando un cargo extra. Eso sí, habrá un tope de animales en cabina y de completarlo, no te quedará más opción que tu gato viaje en bodega. Eso último podrá suponer todavía más estrés para el minino. Por ello, nuestra recomendación es avisar a la aerolínea con cuatro semanas de antelación como mínimo para conseguir plaza en cabina y, si no es posible, insiste a los trabajadores de tripulante de cabina.
Documentación necesaria. Unos días antes de partir, visita al veterinario para que explore a tu gato y haga un certificado de salud que garantice su buen estado. Además, deberá acreditar que está desparasitado, que tiene microchip y la cartilla de vacunas al día. La aerolínea te pedirá todos estos documentos para permitir que tu gato viaje con su compañía.
Arnés con correa para el aeropuerto. Será aconsejable llevar a tu gato con arnés para que no pueda escaparse mientras pasas el control de seguridad.
En tren
Si tu medio de transporte elegido es el tren, debes saber que Renfe tiene publicada en su web su política de transporte de animales. Ésta destaca los siguientes puntos:
- Solo se admitirá un animal por pasajero.
- Será permitido el transporte de gatos, entre otras mascotas, siempre y cuando no se oponga el resto de clientes ni se causen molestias.
- El peso máximo permitido será de 10 kg.
- El animal tendrá que cumplir con toda la documentación que marca la legislación vigente, así como con las condiciones higiénico-sanitarias básicas.
- El gato deberá viajar en un trasportín homologado y situarse en un lugar que no interfiera al resto de clientes, como por ejemplo, a tus pies.
- Las medidas del trasportín no podrán exceder loas 60x35x35 y tendrán que contar con un dispositivo para contener y retirar los residuos.
- En cuanto a las tarifas que han de pagar los animales, éstas variarán dependiendo del tipo de tren seleccionado, por lo que resulta interesante consultarlas a la hora de hacer nuestra reserva.
En coche
La mejor opción para viajar con mi gato siempre será hacerlo en coche. De esta manera, tú decides cuándo parar, qué música poner o dónde colocarlo. En todo caso, conviene tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
Lo más seguro será elegir un buen trasportín. La gran mayoría de profesionales coinciden en que estos son los rígidos con rejillas, puesto que son los que más protegen al animal.
Lo ideal es colocar el trasportín en el suelo y detrás de los asientos delanteros. Eso sí, asegúrate de que no recibe de manera directa el chorro del aire acondicionado o el de la calefacción. De esta manera no verá por las ventanillas el movimiento del coche y se mareará menos que de cualquier otra forma.
Para como mínimo una vez cada dos horas, pero no le permitas bajar del coche ni lo dejes dentro solo. Aunque quiera, lo ideal es que no baje del vehículo, puesto que un gato con estrés puede ser impredecible, zafarse del arnés y escaparse.
Lo mejor de viajar en tu coche con tu gato es que puedes acostumbrarlo al vehículo días antes y poco a poco. Así el momento no supondrá tanto estrés al haberse acostumbrado previamente.
A estas recomendaciones podrás sumar aquellas que te recomiende el veterinario o que tengas probado que funcionan, como ponerle música relajante, mantener el silencio etcétera.
Consejos
Existen otras muchas recomendaciones a seguir además de las pautadas para cada medio de transporte en concreto. Si bien el veterinario pueda darte más información al respecto, a continuación extraemos algunas de las más importantes:
- Mantén a tu gato en ayunas al menos unas 10 o 12 horas antes de viajar. Así evitarás los vómitos derivados del mareo.
- Rocía el trasportín con feromonas felinas para hacerlo sentir más cómodo.
- Lleva siempre a mano agua fresca por si tuviera sed. Tenemos que minimizar el estrés del minino en la medida de lo posible y esto puede ser clave para conseguirlo.
- Evita los contrastes de temperaturas.
- Consulta con tu veterinario la posibilidad de administrarle algún tipo de sedante para que tu gato viaje más tranquilo.
- Cuando llegues a tu destino, evita al máximo hacer transbordo. Lo ideal es intentar llegar al alojamiento lo antes posible.
- Una vez allí, coloca todos los enseres de tu gato en un lugar en concreto y deja que él se mueva de manera independiente, sin estar encima de él.
Por supuesto, a estas recomendaciones será oportuno sumar grandes dosis de paciencia y cariño para hacer que se sienta querido y seguro. Una vez conseguido, solo tendrás que encargarte de disfrutar de tus vacaciones junto a él.