12 consejos para que tu casa sea lo más saludable posible
¿Tienes una casa saludable? Quizá nunca te hayas hecho esta pregunta y, por eso, en este artículo te vamos a explicar qué significa tener una vivienda sana y cómo conseguirlo.
Contenido de la información:
Qué es un hogar sano
¿Alguna vez te has preguntado si vives en un sitio saludable? Nos preocupamos por nuestra salud y la de nuestro entorno, pero ¿y la de nuestro hogar?
Un hogar saludable es aquel en el que nos sentimos a gusto, en el que entramos y sentimos que accedemos a nuestro pequeño remanso de paz, a un sitio que nos aporta bienestar y tranquilidad. Aunque pueda parecer que el tipo de vivienda no tiene por qué influir en esto, la realidad es que tiene que mucho que ver. Los principales factores de una casa que influyen en nuestra salud son:
- Contaminación acústica o ruido
- Ubicación de la vivienda
- Calidad del aire
- Aislamiento térmico, que evita enfermedades respiratorias
- Entorno exterior
- Materiales de la construcción
- Estado de conservación (humedades o grietas, entre otros)
- Luz natural
- Accesibilidad
Motivos para tener una casa saludable
Pero, ¿por qué es importante conseguir una vivienda saludable? Cátia Alves, directora de Sostenibilidad y RSC de Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), explica que “la configuración de un hogar puede llegar a influir entre un 5 y un 20 % sobre la salud mental de los inquilinos“.
Con el confinamiento y la obligación de tener que pasar más tiempo en casa, muchas personas han detectado carencias en sus hogares que les impiden sentirse realmente a gusto. Y si no estamos cómodos en casa y tenemos que pasar muchas horas metidos en ella, ¿qué es lo que ocurre? Que acabamos frustrándonos y estresándonos, lo que repercute negativamente en nuestro bienestar. Por ello, las principales razones para convertir tu vivienda en un lugar más sano son que vas a ganar en calidad de vida y a prevenir la aparición de enfermedades a nivel psicológico.
Consejos para conseguir un hogar saludable
Ahora que ya hemos explicado qué es un hogar saludable, os detallamos unos consejos básicos para conseguirlo.
Temperatura
Una temperatura adecuada es fundamental para sentirse cómodo en el interior del hogar. Cátia Alves recomienda que la temperatura sea de unos 21 grados en invierno y de 26 grados en verano. Para poder mantener estos niveles de temperatura sin tener que dejar encendido todo el día el aire acondicionado o la calefacción, es importante que la vivienda cuente con un buen aislamiento térmico.
¿Qué es lo que ocurre si no mantenemos una temperatura agradable en la vivienda? Por un lado, los ambientes con temperaturas muy altas provocan problemas respiratorios y sequedad en la piel. Por el contrario, en los ambientes muy fríos afecta a la presión sanguínea.
Accesibilidad
Para sentirte a gusto en una vivienda y que sea saludable también debe tener una buena accesibilidad, y no nos referimos únicamente para las viviendas en las que viven personas con movilidad reducida. En este punto entran en juego factores como la existencia de unas escaleras seguras y en buen estado o de un ascensor, sobre todo si los inquilinos son muy mayores y no pueden subir ya tantos escalones.
Humedad
Los niveles de humedad en el interior de una vivienda deben ser de entre un 40 y un 60 % para no ser perjudiciales para la salud. En los ambientes muy secos los inquilinos van a experimentar problemas de sequedad en ojos, nariz y garganta y, por el contrario, en los ambientes con exceso de humedad se propicia la aparición de enfermedades respiratorias y de alergias.
Además, las humedades en la vivienda son focos de bacterias y, si no lo detectamos a tiempo, también deteriorarán la infraestructura de la vivienda y provocarán graves problemas de salud.
Luz natural
La vitamina D que nos aporta el sol tiene enormes beneficios en nuestra salud. Por este motivo, es imprescindible que una casa tenga buena entrada de luz natural.
La luz natural tiene más beneficios que la luz artificial, tanto para la salud como para ahorrar en la factura de la electricidad.
Nivel de ruido
Cuando pensamos en calidad de vida, pensamos en paz y tranquilidad, en sentirnos a gusto en un sitio. Y una vivienda rodeada de ruidos, de pitidos de coches, fábricas, paso de camiones, bares o jaleo en general va a generarnos un estrés constante que no nos va a dejar disfrutar de la vivienda.
El nivel de ruidos que haya en una casa va a depender de varios factores, como por ejemplo de la ubicación, de si estás en pleno centro de Madrid o en el campo. Pero tranquilo, si tu caso es el primero, siempre se puede intentar paliar o reducir esa cantidad de ruido insonorizando la vivienda o cambiando las ventanas por unas más aislantes que impidan el paso de la contaminación acústica.
Calidad del aire
Para poder tener una buena calidad en el aire de tu vivienda, lo más importante es que ventiles. Aunque abrir las ventanas es el remedio más básico que puedes poner en práctica para que tu vivienda sea más saludable, si vives en un sitio con mucha contaminación no es la mejor opción.
El aire contiene ácaros, polvo, polen y otras muchas sustancias, por lo que es imprescindible ventilar para que el aire del interior se renueve. Sin embargo, si vives en una zona con altos niveles de contaminación, con mucho coche pasando cerca de tu ventana y con mala calidad en el aire, siempre puedes optar por hacerte con un purificador para depurar el aire de la vivienda.
Rehabilitación
Si puedes permitírtelo, convierte tu casa en un lugar eficiente energéticamente y rehabilita tu vivienda. Nos referimos tanto a los materiales de construcción de la vivienda como al consumo de los diferentes electrodomésticos y al uso de energías renovables, como por ejemplo instalando placas solares. Aunque una opción si estás pensando en comprar una casa es la de hacerte con una vivienda Passivhaus que apuesta por reducir al máximo el consumo de energía
Calidad del agua
Depende de la zona en la que vivas, será necesario que compres un filtro para depurar el agua. Es cierto que en diferentes zonas de España el agua tiene la calidad suficiente como para beberla directamente del grifo, pero si no es tu caso, puedes consultar los mejores filtros para depurar el agua de tu vivienda.
Ahorra energía
Ahorrar energía tiene un doble beneficio, por un lado, un menor coste en los recibos todos los meses y, por otro, el cuidado del medioambiente. En esta otra información te explicamos los mejores trucos para que sepas cómo ahorrar en la factura de la luz.
Limpieza
Aunque este factor no depende de la vivienda, sino de sus inquilinos, es igual de importante que el resto de factores. Para conseguir que una vivienda sea sana, debe estar limpia para evitar que se acumulen bacterias o aparezcan plagas de insectos. Por ejemplo, hay que tener la costumbre de sacar la basura de forma habitual para evitar que se desprendan olores y se acumulen bacterias y suciedad.
Materiales ecológicos
Apostar por este tipo de materiales van a aportar calidez y confort a nuestro hogar. Además, de la madera, mármol o piedra para muebles, decoración de la casa, puedes apostar por textiles ecológicos que son más transpirables y te ayudarán a conseguir un hogar más cálido.
Plantas
Decora tu casa con plantas porque aportan a la vivienda optimismo y bienestar. Como consecuencia, mejora el estado de ánimo.
Mobiliario y decoración
Debes decorar la casa de tal forma que te guste cada vez que la mires. Además, siempre que te aburras de esa decoración podrás cambiarla e invertir tiempo en ello, lo que conseguirá que te entretengas haciendo esta tarea y además cuando termines sentirás que tu vida ha dado un pequeño cambio y sentirás cómo avanzas.
Tonos claros
Al igual que es importante que la vivienda tenga mucha luz natural, es mejor optar por tonos claros. Dan más luminosidad, más sensación de amplitud, de espacio y son colores que producen mayor relajación. Un salón pintado de rojo chillón acabará irritándonos más que si tenemos unas paredes en color salmón claro.
El espacio
¿Y si tengo una casa muy pequeña? Sentirnos cómodos en una vivienda, también pasa por no tener sensación de agobio y de ahogo cuando entramos en ella. Ante esta situación, podemos informarnos sobre cómo ganar amplitud en la vivienda, cambiando muebles de sitio, pintando de otros colores y haciendo todo lo que esté en nuestra mano para que la vivienda se convierta en un lugar agradable para nosotros.
Lo que debemos tener claro es que nuestra vivienda debe ser un sitio que nos guste y en el que podamos refugiarnos de problemas externos o del estrés laboral y, por ello, debe ser un sitio que nos aporte tranquilidad y salud.